La provincia de Burgos es sin duda un destino ideal para los amantes de la naturaleza, los monumentos y la buena gastronomía, lo que viene siendo ideal para aquellos a los que les gusta disfrutar la vida. La mejor forma de visitarla es con un recorrido en coche en el que vamos a parar a ver los puntos más destacados. Empezamos este viaje con nuestro Top 10 sobre qué ver en Burgos.
A una preciosa capital, accesible y gastronómicamente muy interesante, se suma una provincia que nos ofrece un sinfin de posibilidades para deleitarnos con pueblos y paisajes espectaculares. Nuestra ruta ha sido diseñada de sur a norte, para recorrerla en aproximadamente 3/4 días, bien con parada en Burgos y escapadas desde allí o bien con paradas en ruta, que es la modalidad que más nos gusta a nosotros, ya que nos permite conocer las zonas más en profundidad sin tener que pernoctar siempre en el mismo sitio. Una buena forma sería comenzar en la zona del Arlanza, con pernocta en Lerma, Covarrubias o Santo Domingo, una segunda noche en Burgos capital o Frías y una tercera en la zona de las Merindades, sin duda una absolutamente necesaria chincheta en vuestro mapa de viajes.
Desfiladero de la Yecla.
Unos dos kilómetros antes de llegar a Silos por la carretera de
Silos-Caleruega, que fue nuestro acceso, encontramos un paraje conocido
como el desfiladero de la Yecla, lugar interesante para visitar. La
bajada al desfiladero se efectúa junto a la entrada de dos túneles que
hay en esta carretera y en los que hay también una pequeña zona de
estacionamiento. Encontramos una serie de puentes y pasarelas que nos
permiten recorrer unos 600 metros de garganta con cascadas y pozas que
ha ido conformando el arroyo El Cauce. En la parte alta del desfiladero
anidan parejas de buitres leonados que es posible ver sobrevolando la
zona. En el momento de nuestra visita no había mucha agua pero aún así
el paseo merece la pena y no os llevará más de media hora recorrerlo.
Tras esta pequeña parada llegamos a Santo Domingo.
Santo Domingo es un pueblo pequeñito que se visita en poco tiempo, sin
duda la joya de la corona del pueblo es el monasterio, de hecho es lo
más famoso y lo que atrae a los visitantes. Pero además de la
obligatoria visita a este un paseo por el pueblo también es muy
agradable, tiene rincones de gran belleza ya que está muy bien
conservado, con sus casitas de piedra y su aspecto medieval.
Nada más llegar al pueblo nos encontramos con los restos de la antigua
muralla que cierran la huerta del monasterio benedictino del siglo X.
Enfrente del monasterio se encuentra la Plaza Mayor, donde encontramos
los edificios más destacables, algunas casas soportadas, una casa
señorial convertida en un hotel y el ayuntamiento. Enfrente de la Plaza
cruzando la carretera se sitúa la iglesia de San Pedro. Es este un templo del
siglo XVIII, construido sobre otro de estilo románico. En su interior se
encuentra la talla de la Virgen del Mercado, que es la patrona de la
localidad. En esta iglesia se ubica también el museo medieval, en él
encontramos el cáliz de Santo Domingo, del siglo XI y la tapa del arca
de Santo Domingo, de los siglos XII-XIII. Enfrente de la puerta de acceso al monasterio encontramos un lavadero
que tiene también gran encanto, si seguimos paseando y pasamos este
llegamos a la zona de huertas, un vergel incluso en verano, por el
frescor que da el rio Arlanza.
La visita al monasterio nos llevará algo más de tiempo, tenemos que
visitar la iglesia de estilo neoclásico, el famoso claustro con su
ciprés y la botica que es también muy bella. Si tenéis suerte y vuestra
visita coincide con una de las misas cantadas podréis disfrutar los
famosos cantos gregorianos. El monasterio comenzó a construirse en el
siglo IX. Destaca su claustro románico de dos plantas, de impresionante
belleza. Merece la pena hacer la visita guiada en la que nos detallan
las esculturas que encontramos en este. En el monasterio se encuentra el
sepulcro de Santo Domingo, con una estatua yacente del monje que
descansa sobre un grupo de tres leones.
Salimos de Silos con destino a Covarrubias, situado a 20 km de este,
algo más grande que nos llevará casi un día si queréis conocerlo en su
totalidad. Nosotros realizamos una visita guiada que partía de la
oficina de turismo y fue muy interesante y amena, incluso si vais con
niños como era nuestro caso. Covarrubias es llamada la cuna de Castilla y
su estilo arquitectónico el tradicional popular castellano.
Uno de los edificios más destacados de Covarrubias es la ex-colegiata de
San Cosme y San Damián, del siglo XV. Consta de tres naves, cuatro
capillas y un bello claustro. En el
interior de la Colegiata se haya también el sepulcro de la princesa
Kristina de Noruega. La princesa es un personaje muy popular en Covarrubias. Se desposó en 1258 con el infante Felipe de Castilla,
hermano del rey Alfonso X, el Sabio. La pareja se estableció en Sevilla,
muriendo ella cuatro años después sin descendencia, algunos dicen que
de nostalgia por su tierra. Su marido la enterró en el claustro de la
ex-colegiata de Covarrubias, en un sepulcro de estilo gótico muy bello.
En el año 1978 se abrió el sepulcro de la princesa y apareció la momia
con el pelo amarillo, las uñas rosadas y los dientes aún blancos. Desde
entonces los contactos entre el gobierno noruego y la villa de
Covarrubias se han sucedido, creándose la fundación Cristina de Noruega,
y la construcción de una capilla dedicada a San Olav, patrono de
Noruega. Esta fundación y la embajada de Noruega en España celebran a
finales de octubre un festival anual de música noruega con un mercadillo
de productos típicos en Covarrubias.
Además de la Colegiata, destaca todo el conjunto urbano con su estilo castellano con sus fachadas de entramado de madera, entre las que destacan la casa de Doña Sancha. Otros
edificios destacables son la casa del Boticario, la casa del Obispo Peña
y el Torreón de Fernan González. Es esta una torre de estilo mozárabe
del siglo X, de base rectangular y torre piramidal truncada. Según la
historia popular, en ella fue emparedada doña Urraca por su padre Fernán
González en castigo a sus amoríos con un pastor. La torre es de
titularidad privada pero se puede visitar.
Sobre el rio Arlanza se yergue un puente románico que antaño tenía dos
torreones, hoy desaparecidos, el último se eliminó en 1888 para ampliar
la villa por esa zona, este torreón ya desaparecido está reflejado en el
escudo de Covarrubias.
Destaca también en Covarrubias su gastronomía, donde los asados de lechazo y los derivados del cerdo son las estrellas.
Si visitáis Covarrubias el primer domingo después de San Antón, podréis
asistir a la fiesta de la matanza, en la que se reparte de forma
gratuita chorizo, morcillas y demás productos del cerdo.
En la comarca hay también un vino con denominación de origen, el vino de
Arlanza, esta denominación establecida en 2007 engloba los vinos
producidos en el valle medio y bajo del rio Arlanza, en las provincias
de Burgos, comarca del Arlanza y Palencia.
Lerma posee uno de los conjuntos Histórico-Artísticos mejor conservados de España de estilo Herreriano. En ella destaca su Plaza Mayor, en la que se ubica el Palacio Ducal, hoy parador de turismo. Otro monumento destacado es la Colegiata de San Pedro, también llamó nuestra atención por su grandiosidad el Arco de la Cárcel, que da entrada al casco medieval de la villa.
En la localidad encontramos numerosos restaurantes donde degustar su famoso lechazo.
El único punto negativo es la gran cantidad de vehículos estacionados en su centro histórico, que no permiten apreciar adecuadamente la belleza del conjunto.
Burgos capital.
Burgos capital destaca sobre todo por su impresionante catedral, una de las catedrales góticas más impresionantes de España, y yo diría que hasta del mundo. Sin duda un imprescindible en cualquier visita a la ciudad. Cerca de la catedral encontramos el magnífico arco de Santa María. Otros monumentos destacados de la ciudad son:
El castillo y el mirador.
El paseo del Espolón.
La plaza Mayor.
La parroquia de San Nicolás de Bari.
La iglesia de San Gil Abad.
La plaza Mío Cid.
El monasterio de las Huelgas.
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Escalera dorada, catedral de Burgos. |
Frías.
Este precioso pueblo, bañado por las orillas del río Ebro, se alza en una colina que corona su majestuoso Castillo y la Iglesia de San Vicente. Frías tiene mucha historia desde la época romana, pero la estructura del pueblo es claramente medieval.
El pequeño pueblo de Frías es peatonal con sus cuestas y calles empedradas. Su calle principal es la calle del Mercado, su recorrido nos hace recordar épocas medievales, con la alta torre del Castillo justo encima.
El monumento más destacado es el Castillo, pero también son de interés, las casas colgadas, la parroquia de San Vicente Mártir, el puente medieval, el convento de San Francisco y el monasterio de Santa María del Vadillo.
Muy cerca de Frías se encuentra la pedanía de Tobera, que con su puente y su ermita, nos regala una de las imágenes más bellas de la provincia. Esta localidad también es conocida por sus bonitas cascadas del río Molinar.
Oña.
En esta preciosa villa sin duda el monumento más destacado es el Real Monasterio de San Salvador. Es una iglesia de origen medieval, siendo una edificación gótica con mezcla de románico, gótico burgalés y algunos añadidos barrocos. Aquí es donde se guardan los restos de algunos de los Condes y Reyes de Castilla en la Edad Media en el Panteón real y condal.
Otros lugares de interés son:
- Los Jardines Secretos
- La Iglesia Parroquial de San Juan
- Senderismo en los montes de Oña desde la Casa del Parque
- El Arco de la Estrella y la Plaza Mayor.
Orbaneja del Castillo.
Sin duda la imagen más espectacular del pueblo surge al subir a la carretera
y ver la impresionante cascada que lo atraviesa.
El
casco urbano tiene la estética popular montañesa típica de la Edad
Media. Los edificios tienen balconadas de madera y flores, influenciados
por su cercanía con Cantabria, algunas de las casas más destacadas son
la Casa de los Canes, la Casa de los Pobre, que era el antiguo hospital y
la Casa Fuerte, también hay retos de cinco molinos harineros que había
en la localidad. Para visitar la cueva del agua, de donde nace la
cascada de Orbaneja, se realizan visitas guiadas, los fines de semana y
en verano. Encima de la cueva del Agua está la cueva del Azar, que
tiene pinturas rupestres del Neolítico. Destaca también la iglesia
parroquial de Santa María, de origen románico, aunque con reformas
posteriores.
Desde Orbaneja ponemos rumbo a nuestra
siguiente parada Puentedey, aparcamos a un lado de la carretera, a corta
distancia del punto desde el que se obtiene la vista más conocida y
pintoresca de la localidad.
Y es que Puentedey se extiende a lo largo de un puente natural
formado sobre el río Nela. Este magnífico puente natural, formado a lo
largo de 85 millones de años en los que el río ha ido horadando la roca
caliza, es el que de nombre al pueblo, Puente Dei, que significa puente
de Dios. Debajo de este puente se reunía la junta de Puentedey hasta la
segunda década del siglo XX.
En
el casco urbano del pueblo destacan algunos edificios, como la Iglesia
de San Pelayo, en la portada de su tímpano destaca una imagen primitiva
de San Jorge luchando contra el dragón. Destaca también la casa
palacio de los Brizuela.
Salimos
de la localidad de Puentedey y nos dirigimos hacia el monumento natural
de Ojo Guareña. Una de las visitas imprescindibles en las Merindades.
Ojo Guareña es un conjunto de cuevas y galerías kársticas creadas por la
acción de dos ríos, el Guareña y el Trema. Estos han ido horadando la
roca caliza dando lugar a más de 100 km de galerías, que constituyen el
conjunto kárstico más grande de la Península Ibérica y uno de los más
grandes del mundo.
Destaca
nada más llegar la portada de la Ermita de San Bernabé, esculpida en la
montaña y cuyo interior forma parte de esta. Es una de las ocasiones en
las que la colaboración del hombre con la naturaleza dan lugar a un
paisaje único, sobrecogedor.
Merece
la pena visitar el interior de la ermita, por las pinturas al fresco
que decoran paredes y techo de la cueva.
El complejo es visitable los fines de semana en horario de mañana y
tarde y entre semana solo por la mañana, así que hay que planificar el
viaje teniendo en cuenta estos horarios.
Al
lado de la Ermita de San Bernabé está la entrada a la cueva Palomera,
también visitable, en horario similar a la ermita. La cueva se visita en
modalidad guiada y en grupos reducidos, ya que es una actividad de
espeleo-aventura. Aunque de baja dificultad, hay que tener unos
requisitos mínimos, en cuanto a calzado, forma física, y los monitores
aportan el equipo necesario, cascos con luz, ya que la cueva no posee
iluminación artificial ni ha sido modificada, por lo que el firme es el
original de la roca. El trayecto puede ser una visita corta, de 1´5 km,
de unas dos horas de duración ida y vuelta, y la visita larga, de 2´5 km
y cuatro horas de duración. Sin duda otro imprescindible en las
Merindades.
Desde
los alrededores de la Ermita sale un acceso para visitar el sumidero
del Guareña, llamado así porque es un lugar en el que el río
literalmente desaparece por un agujero, en el que es engullido por la
tierra. Todo el entorno es de una belleza apabullante.
El mapa de la ruta quedaría de esta manera, para recorrerlo de sur a norte o al contrario.
Sin duda una provincia para recorrer y saborear, sin prisas y deleitándose con sus parajes y pueblos.
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