viernes, 27 de enero de 2023

Sierra norte de Sevilla. Cazalla de la Sierra.




El Parque Natural de la Sierra Norte se encuentra en el norte de la provincia de Sevilla, en una región de media montaña que alberga una importante población animal. Por sus tierras campan a sus anchas el gato montés, la nutria, el jabalí, el ciervo, el gamo y el muflón.  Por sus cielos el buitre negro y leonado, la cigüeña negra y las águilas imperiales, real, culebrera y calzada. La Sierra Norte también se  caracteriza por amplias zonas de dehesa que alternan con bosques de encinas y alcornoques. En las zonas umbrosas prosperan los bosques de quejigos y otras especies arbóreas como el castaño, el pino piñonero y el olmo. En las riberas de los ríos, el Huéznar o el Viar, se dan bosques de galería formados por fresnos alisos y sauces. Es en este hermoso entorno donde  vamos a pasar el fin de semana. Hemos elegido como lugar para dormir Cazalla de la Sierra, ya que está en el corazón de la zona y tiene una buena infraestructura turística.

Nuestro viaje será solo de dos días, ya que no partimos desde muy lejos, apenas dos horas y cuarenta y cinco minutos de nuestro destino. 

Para disfrutar este fin de semana en la zona vamos a visitar y a recorrer los parajes y pueblos más representativos y bonitos de ella. En cuanto a localidades destacamos tres, Cazalla de la Sierra, Constantina y San Nicolás del Puerto, también puede merecer la pena acercarse a la localidad de Alanís, cercana a San Nicolás del Puerto, pero a nosotros no nos dio tiempo. 

Iniciamos nuestra ruta por la localidad de San Nicolás del Puerto. El pueblo en sí no destaca demasiado, pero es punto de partida perfecto para visitar tres imprescindibles en la zona, Cerro del Hierro, Cascadas del Huéznar y el nacimiento del Huéznar. 

Estos tres puntos se pueden visitar por separado, yendo en coche hasta cada uno de ellos, o agruparlos en una bonita ruta de senderismo señalizada como vía verde Sierra Norte de Sevilla y que se inicia en la localidad de San Nicolás del Puerto, justo en el lugar del nacimiento del Huéznar y termina en el Cerro del Hierro. Para iniciar la ruta se puede dejar el coche en  el área recreativa del Nacimiento del Río Huéznar, en el parking que hay junto a la carretera SE-163. Coordenadas GPS (formato decimal): 37.991047°, -5.646715°

El paraje del nacimiento del río Huéznar destaca no solo por ser el lugar de inicio de esta ruta, sino también por la particularidad de ver como surgen las burbujas de agua donde nace el río y por la vegetación de esta zona. 




Las cascadas del río Huéznar son sin lugar a dudas el lugar más bonito paisajísticamente hablando de la ruta. Si no tenemos intención o tiempo de recorrer la via verde, es posible acceder a ellas desde el área recreativa el Martinete. Allí hay un aparcamiento al lado del restaurante el Martinete, lugar que os recomiendo para comer ya que el precio es fantástico y la calidad de los productos, sobre todo carnes, estupenda.  Desde el mismo restaurante parte una corta ruta que llega hasta el área recreativa y desde allí a las cascadas. Desde este punto es apenas 20 minutos de recorrido. 




El otro punto destacable de la ruta es el Cerro del Hierro. Para acceder a él nos dirigiremos al poblado minero de Cerro del Hierro, una pedanía de San Nicolás del Puerto que tiene cierto encanto, incluida una iglesia anglicana, testigo de la influencia británica en la época de las explotación minera de esta zona. 

Desde este poblado sale un camino que nos llevará al centro de visitantes del Cerro del Hierro, también llamada Casa de los ingleses. Junto a este lugar hay un aparcamiento y se inicia la ruta para visitar este paraje tan singular. Este paisaje surge por la unión de la naturaleza, con el desgaste provocado por el agua de lluvia y los torrentes sobre la roca caliza, con la acción humana, por la explotación minera de la zona. Ambos procesos han dado lugar a este paisaje Kárstico tan peculiar que sin duda merece la pena visitar. 




Una vez recorrida esta zona, y con nuestro maletero mejorado con los fantásticos quesos y fiambres caseros  adquiridos en San Nicolás, nos dirigimos a la localidad de Cazalla de la Sierra. En el camino entre San Nicolás y Cazalla atravesamos la estación de tren de la Sierra Norte de Sevilla, esta estación ha sido recientemente modernizada, por lo que no tiene gran encanto, si lo tienen las antiguas casitas de ferroviarios que se encuentran también al lado de la carretera y que nos ofrecen una imagen bastante pintoresca. 



El paisaje que recorremos en nuestro camino es de una gran belleza, la pena es que la mayoría son fincas privadas y cotos de caza, por lo que está todo vallado y no es posible adentrarse libremente en el bosque, más que en las zonas habilitadas para ello, como son las rutas o vías verdes o las áreas recreativas. Una de las que atravesamos es el área recreativa Isla Margarita, a corta distancia de la estación y en la que merece la pena detenerse. 

Ya en  Cazalla de la Sierra, y tras dejar el equipaje en una casa rural, nos dedicamos a pasear y conocer la localidad. Es un pueblo bonito pero que se puede ver en apenas una tarde. Destacar de Cazalla su pasado, en el siglo XVI  tuvo un gran florecimiento basado en las altas ganancias generadas con negocio del vino. A principios del siglo XX el aguardiente supondrá un capítulo importante en la economía de Cazalla. La industria de anisados de Cazalla alcanzó en torno a la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929 una gran expansión y fama. De este pasado quedan aún algunas bodegas en la localidad, algunas se pueden visitar, aunque las más destacadas "Destilerías  Miura" se encuentran cerradas actualmente, una pena pues era uno de los sitios que queríamos conocer. 




El monumento más destacado de la villa es sin duda la Iglesia de la Consolación. El templo se levanta adosado a una puerta de la antigua muralla almohade, que fue modificada en estilo mudéjar. Se pueden distinguir tres periodos diferentes en su construcción. El primero puede fecharse en los siglos XIV y XV, se construyó entonces una iglesia mudéjar con tres naves, ábside poligonal y torre-fachada. La segunda fase se inició en 1538 y no llegó ser finalizada, durante la misma se derribó parte de la obra anterior, comenzándose la construcción de un nuevo templo de estilo renacentista. La tercera fase se llevó a cabo en el segundo tercio del siglo XVIII, reformándose los tramos aún existentes de la primitiva iglesia mudéjar, cubriéndolos con bóvedas de cañón y lunetos, y levantándose la portada lateral.  Nos llamó también la atención al recorrer Cazalla el Palacio de San Benito, convertido en alojamiento, que por desgracia no es posible visitar por dentro más que para sus huéspedes. 





A las afueras de Cazalla se encuentra la Cartuja de Cazalla. Edificio del siglo XVI hoy convertido en hospedería y lugar de celebración de eventos. El lugar se encuadra en un paraje de gran belleza y engloba zonas restauradas con zonas en ruina. Un edificio singular que puede ser visitado aunque no te hospedes. 







Desde Cazalla tomamos la carretera  que va hacia Constantina, a lo largo del recorrido vemos como el entorno va cambiando desde el paisaje serrano  a la dehesa. 

Constantina es una localidad más grande que Cazalla y que tiene algunos lugares destacados como los restos del Castillo, con unas vistas espectaculares sobre la localidad y la iglesia de San María de la Encarnación, con su espectacular fachada. Por lo demás la localidad no nos pareció demasiado interesante.