Con este exótico nombre se conoce
a la costa de Granada, cuyas localidades más conocidas son Motril, Salobreña y
Almuñécar. El nombre se debe al excepcional clima que tiene esta zona, debido a
su situación geográfica entre el mar y la montaña que mantiene las
temperaturas suaves prácticamente durante todo el año. Debido a este microclima
se ha desarrollado una agricultura de frutas tropicales como el
mango y el aguacate.
Nuestra visita a esta parte de la
costa granadina la vamos a realizar en coche desde la provincia de Jaén, es
para nosotros un viaje de poco más de dos horas. En nuestra escapada nos vamos
a alojar en un hotel de la localidad de la Herradura. Esta localidad está
situada a poca distancia de Almuñécar y debe su nombre a la forma de su playa,
que con dos kilómetros de longitud está enmarcada entre los acantilados de
Maro y el Peñón de la Mona. La costa de la Herradura es conocida por los
buceadores por la belleza de su fondo marino.
Vamos a realizar una estancia de
cuatro días, nuestro hotel es el Best Alcázar la Herradura y se encuentra situado cerca de la urbanización Marina del Este, desde este accedemos a conocer la zona que lo rodea.
El pueblo de la Herradura tiene
un casco antiguo de calles empinadas y empedradas, del mismo estilo que las que ya
conocímos en Nerja. No es el pueblo más bonito de esta costa pero tiene su
encanto. Tiene también un llamado castillo que en realidad es un fuerte
defensivo cercano a la costa. Su playa más grande y con más servicios es la que se encuentra en la
misma localidad, es de canto rodado pequeño mezclado con arena gris. Otra playa de la localidad es la ensenada de los Beregueles, situada al lado del
puerto deportivo de Marina del Este.
La situación de nuestro hotel nos
permitió conocer la zona que lo rodeaba, el puerto deportivo de Marina del
Este, la Ensenada de los Berengueles y el faro de la Herradura. Para conocer el faro realizamos una pequeña ruta andando que parte desde nuestro hotel y va ascendiendo por una carretera entre pinares y casitas de playa. Llegamos hasta una indicación hacia una pequeña ermita, no muy antigua pero que es bonita en su entorno por su blanco inmaculado, su curiosa torre de campanas y el bonito mirador que hay detrás de esta, desde donde observamos una espectacular vista de la costa.
Desde la ermita parte un sendero que finaliza en unas escaleras que suben hasta el faro. Es un faro no muy grande pero coqueto, aunque está afeado por una enorme antena de telefonía que se encuentra justo al lado. Bajando del faro hay una bonita urbanización en la que encontramos unas preciosas casas edificadas en estilo tradicional andaluz con unas fachadas llenas de buganvillas e hibiscus que aumentan su belleza y el colorido de sus calles.
Desde este punto volvemos al hotel, ya que aunque geográficamente la distancia al puerto Marina del Este, que era nuestro siguiente destino, es corta, es imposible acceder a él por la geografía de la costa, ya que el camino está interrumpido por los acantilados y el saliente de la Punta de la Mona. Volvemos pues al hotel y tomamos el coche para acceder al coqueto puerto de Marina del Este, me recuerda en cierto modo a los puertos deportivos de las islas Baleares.
Desde este punto volvemos al hotel, ya que aunque geográficamente la distancia al puerto Marina del Este, que era nuestro siguiente destino, es corta, es imposible acceder a él por la geografía de la costa, ya que el camino está interrumpido por los acantilados y el saliente de la Punta de la Mona. Volvemos pues al hotel y tomamos el coche para acceder al coqueto puerto de Marina del Este, me recuerda en cierto modo a los puertos deportivos de las islas Baleares.
En este puerto hay algún que otro hotel, restaurantes, bares y empresas que se dedican a la práctica del buceo así como a la navegación, con opción de realizar paseos en barco desde aquí. Al lado del puerto está la ensenada de los Berengueles, una playa de arena gris, que es más pequeña que la de la Herradura.
Cercanos a la Herradura, aunque ya pertenecientes a la provincia de Málaga se sitúan los acantilados de Maro-Cerro Gordo, conocidos por las rutas de senderismo que se pueden hacer en ellos y reserva natural. Desde la localidad de Maro hay un acceso a una bonita playa situada entre acantilados y terrazas de cultivos. Es una zona protegida por lo que ha desarrollado una gran vida marina que es posible observar simplemente haciendo snorkel. Hay varias cascadas producidas por los rios que acaban en los acantilados, es posible apreciarlas solo desde el mar, en kayak u otro tipo de embarcación.
Desde la Herradura nos acercamos también a conocer las localidades de Nerja y Salobreña. De la localidad de Salobreña destacamos su castillo, se puede visitar por dentro con un coste de cuatro euros por adulto y gratis para menores de 12 años. Este castillo corona la localidad y es de origen árabe. Desde él hay unas vistas espectaculares del pueblo y de la costa. Bajamos del castillo por el pintoresco barrio del Albaicín, de bonitos rincones como la plaza del Ayuntamiento y sus estrechas calles de trazado árabe.
En nuestra visita a Nerja fuimos al parque Verano Azul, para ver la reproducción del famoso barco "La Dorada" para después encaminarnos hacia el Balcón del Mediterráneo y pasear por las calles del casco histórico. Ya habíamos visitado la localidad en una ocasión anterior por lo que en esta visita no nos acercamos a ver las famosas Cuevas de Nerja.
Ha sido esta una escapada relajada, con algunas visitas interesantes que os he relatado, pero cuyo objeto principal fue el disfrute de la playa y también de las instalaciones del hotel.
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