Dentro de nuestra ruta por Cantabria y Asturias, tras visitar el bello pueblo de Santillana del Mar, pusimos rumbo a la cercana localidad de Comillas. Ambos pueblos distan tan solo 17 km y merece la pena recorrerlos por la carretera comarcal CA-131 cuyo trayecto es bastante bonito.
Nuestra primera parada en Comillas es su cementerio, de una gran belleza y que merece la pena ser visitado. La entrada está abierta y no hay ningún tipo de limitación. Tras aparcar al lado nos dispusimos a recorrerlo. El cementerio de Comillas aprovechó para su construcción la antigua iglesia parroquial tardo-gótica de finales del siglo XV principios del XVI cuyas ruinas fueron remodeladas y adornadas con la magnífica escultura del Angel exterminador del escultor J. Llimona Bruguera. La remodelación del cementerio, proyectada por Domenech, se hizo en estilo modernista con una original fachada con un arco de medio punto flanqueado por columnas pareadas y rematado con una cornisa decorada.
Dentro hay algunos mausoleos de interés como el de la familia Piélago, proyectado por Domenech y realizado por Llimona.
Dentro hay algunos mausoleos de interés como el de la familia Piélago, proyectado por Domenech y realizado por Llimona.
Desde el cementerio nos dirigimos en coche al casco antiguo de Comillas y después de aparcar no muy lejos de este nos vamos a la oficina de turismo para conocer los horarios de los principales monumentos. El centro histórico de Comillas es de gran belleza y en él destacan dos edificios, el Capricho de Gaudí y el Palacio de Sobrellano. Sin duda ambos merecen la pena ser visitados pero dado que nuestra parada en Comillas es en ruta hacia Ribadesella, tuvimos que elegir uno de los dos y nos decantamos por el Palacio de Sobrellano.
El capricho de Gaudi también llamado Villa Quijano, es una de las pocas obras que Gaudí proyectó fuera de Cataluña. Pertenece a la etapa orientalista de Gaudí, etapa en la que Gaudí se inspiró en el mundo oriental y el arte islámico hispánico, principalmente mudéjar y nazarí. En el edificio predomina el uso del azulejo cerámico, los arcos mitrales, cartelas de ladrillo visto y remates en forma de templete o cúpula. Uno de los principales motivos decorativos de los azulejos es la flor del girasol. El edificio está totalmente cercado por lo que no es posible verlo desde el exterior a no se que se pague la entrada de la visita, pero hay una forma de verlo en su exterior de forma gratuita y es en el acceso de subida al Palacio de Sobrellano. Este acceso forma parte del parque exterior del palacio que es de entrada libre y que permite una buena vista lateral de este edificio.
El palacio de Sobrellano fue obra del arquitecto catalán Joan Martorell que lo construyó por encargo del primer marqués de Comillas, Antonio López y López, fue finalizado en 1888. Es un edificio de estilo neogótico de planta rectangular con un hall central distribuidor y una monumental escalera de piedra. Tiene una fachada espectacular y un interior con parte del mobiliario diseñado por Gaudí. La visita al palacio es una visita guiada y la verdad es que merece la pena.
Al lado del Palacio se encuentra la capilla-panteón que también es posible visitar. Esta tiene una única nave que se ensancha por dos ábsides formando un falso transepto. Dentro hay un sitial, dos reclinatorios y varios bancos diseñados por Gaudí. Hay también pinturas de Llorens y Masdeu, esculturas de Joan Roig y sobretodo destacan los mausoleos de mármol de los escultores Llimona y Vallmitjana.
Puerta de la Capilla-Panteón. |
Universidad Pontificia de Comillas. |
Tras la visita al palacio fuimos de nuevo hacia la Plaza del Ayuntamiento y estuvimos recorriendo las bonitas calles de Comillas. Un paseo hacia la playa de Comillas es bastante agradable y al lado se encuentra el puerto. Nosotros decidimos comer en uno de los muchos restaurantes que podemos encontrar en su casco histórico tras lo cual seguimos nuestra ruta hacia tierras asturianas pensando ya en nuestra próxima parada, el bonito pueblo de Bárcena Mayor.
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