lunes, 21 de febrero de 2022

Entre el mar y la montaña, la Sierra de los Filabres, Almería.




Aprovechamos una visita a Mojácar para conocer una parte de Almería hasta ahora desconocida para nosotros. Hablamos de las localidades de Bédar y Lubrín, que se localizan en la Sierra de los Filabres, un vergel cercano al desierto de Tabernas. Va a ser esta, por tanto, una ruta de gran contraste paisajístico ya que iremos desde la costa hacia esta frondosa zona, llena de terrazas cubiertas de almendros, para acabar en el desierto de Tabernas, desde donde abandonaremos la provincia de Almería. 
 
Partimos de la localidad de Mojácar, conocida por su costa, en la que encontramos infinidad de hoteles, restaurantes y lugares de ocio, pero que también tiene un casco urbano digno de ser visitado. Hablamos de Mojácar pueblo, que aunque en los últimos años ha perdido bastante encanto, debido al desarrollo inmobiliario, aún conserva bellos rincones. Mi favorito la Puerta de la Ciudad, arco del siglo XV. 






Después de un corto callejeo por Mojácar, localidad que ya habíamos visitado en anteriores ocasiones, ponemos rumbo al pueblo de Bédar. 

Bédar es una agradable sorpresa, ya que presenta unos rincones muy bonitos, con un trazado urbano típicamente morisco. Hay un aparcamiento gratuito justo a la entrada del pueblo. Bédar no es muy grande,  por lo que es fácil y cómodo recorrerlo andando. 

El ayuntamiento de Bédar ha creado una Ruta Urbana, señalizada por unos carteles con unos senderistas. Esta ruta va recorriendo, a lo largo de 1,9 km y con una baja dificultad, los rincones con más encanto de la localidad. La ruta parte de la Plaza de San Gregorio, en la que encontramos el monumento al minero, esculpido en mármol blanco de Macael.  Detrás del monumento del minero está el mirador conocido como Balcón del Levante. Desde este hay unas  magníficas vistas panorámicas desde las que se ven los pueblos de Los Gallardos, Turre, Mojácar, Garruca e incluso Vera.  







Desde este punto vamos siguiendo las indicaciones de los carteles y a lo largo de la ruta encontramos rincones tan bonitos como estos.







La ruta pasa también por delante de la iglesia de Santa María, erigida en el siglo XVII. Esta iglesia está bajo la advocación de la Virgen de la Cabeza. Las fiesta en honor a la Virgen de la Cabeza se celebran en la localidad entre el 22 y el 24 de septiembre, durante esta celebración tienen lugar las luchas entre moros y cristianos. 




Otros puntos destacados que vamos encontrando a lo largo de la ruta son, la ermita de la Virgen de la Cabeza, el centro de interpretación de Bédar, en la Plaza de Antonio Bolea, (estaba cerrado cuando visitamos la localidad), la fuente temprana y el antiguo lavadero de Bédar. 

Después de realizar la ruta volvemos hacia nuestro coche para dirigirnos a nuestro siguiente destino, el pueblo de Lubrín, situado en el corazón de la sierra de Filabres, un remanso de paz a las puertas del desierto, rodeado de almendros y olivos.





Al igual que en Bédar, aquí es aconsejable aparcar a la entrada el pueblo. Hay una pequeña zona de aparcamiento a ambos lados de la carretera, justo en el acceso al pueblo. Desde este lugar hay una bonita imagen de la villa. 


Hay también en este punto un cartel donde se indica una ruta circular de 13 km con salida y llegada a la localidad. No era esta ruta el objeto de nuestra visita, pero coincidimos con un grupo de senderistas que acababan de finalizarla y puede ser una opción muy atractiva si estáis por la zona y disponéis de tiempo. Es el "sendero de las fuentes de Lubrín", este se inicia junto a los antiguos lavaderos de la localidad, desde aquí la ruta va recorriendo varios molinos de agua, un recorrido a través de antiguas construcciones que facilitaron el aprovechamiento del agua en el pasado, hoy en dique seco, y constituyeron uno de los pilares fundamentales del vida cotidiana de los lugareños. 





Nosotros realizamos un recorrido por las calles de la población, dirigiéndonos desde los antiguos lavaderos hasta la iglesia principal, para después subir desde aquí hasta la torre del castillo. Esta torre fue edificada en 1940, en homenaje al antiguo castillo que allí existía. Aunque la torre en sí no tiene gran interés monumental, las vistas desde aquí de todo el valle de Lubrín, con sus terrazas cultivadas de almendros, merecen la pena.


 

Desde Lubrín ponemos rumbo a Tabernas, para conocer el paisaje desértico que la rodea, pasamos por la localidad de Sorbas, aunque no nos detenemos. Esta villa es conocida por la cuevas de yeso que hay en sus alrededores, y que es posible visitar en modalidad guiada, previa reserva. También es conocido su barrio de los alfareros. 

Desde Sorbas llegamos al desierto de Tabernas, no nos detenemos en el pueblo de Tabernas,  porque no nos parece muy interesante. Sí es interesante la infraestructura montada en esta zona para rodar Westerns. La industria cinematográfica puso sus ojos en este lugar por su peculiar paisaje, muy parecido al oeste americano. Esto convirtió a esta zona en un set de rodaje de muchas películas ambientadas en el oeste, especialmente durante los años 60 y 70 del pasado siglo. De este pasado quedan restos de poblados del oeste, que es posible visitar. Los más conocidos son Fort Bravo, y sobre todo el  Oasis Mini Hollywood. Este lugar, cercano y con fácil acceso a la autovía Granada-Almería, se ha convertido en un parque temático del Oeste americano, con su poblado, sus actuaciones.... y también en un espacio zoológico que puede ser bastante interesante si viajáis con niños. 





La visita al parque requiere bastante tiempo, y como ya habíamos estado en dos ocasiones anteriores, en este caso solo nos detuvimos para admirar el paisaje que lo rodea. 




Desde este punto nos despedimos de la provincia de Almería en dirección a Granada.