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sábado, 22 de marzo de 2025

Viaje de cinco días a Marrakech y el desierto de Erg Chebbi.


Es esta la segunda vez  que viajamos a  Marruecos. Nuestro anterior viaje fue a la ciudad de Tánger, desde donde aprovechamos para conocer también las bonitas localidades de Asilah, Chauen y Tetuán. Si tenéis curiosidad por leer más sobre ese viaje lo podéis hacer aquí.  

En  esta ocasión hemos elegido visitar la exótica ciudad de Marrakech.  La elección es debida principalmente a nuestro interés por realizar una de las excursiones que parten de ella, concretamente la excursión al desierto de Merzouga.  Para realizar esta actividad se requieren tres días, por lo que el viaje total serán cinco, dos noches en Marrakech y otras dos durante la excursión al desierto. 

1º día, Madrid-Marrakech

Volamos a Marrakech desde Madrid, y con el cambio horario, en Marruecos es una hora menos que en España, a las 10,30 de la mañana estamos aterrizando en el aeropuerto de la ciudad bereber. Al llegar al aeropuerto hay que pasar un control de pasaporte y un nuevo control de equipaje, aunque en este caso más ligero que el de antes de embarcar en Barajas. 

Tras esto ya estamos fuera del aeropuerto, situado a las afueras de la parte nueva de la ciudad, desde aquí tomamos el autobús 19 de Alsa, que en unos veinte minutos nos deja al lado de la Plaza Jemma et Fna, en el corazón de la Medina de Marrakech. 



Para nuestra primera noche hemos reservado un Riad cercano a la Plaza, el Riad Bad Chem, al que nos dirigimos para dejar el equipaje y comenzar nuestra primera exploración de esta ciudad. Marrakech nos recibió con lluvia, por lo que la plaza estaba más vacía de lo habitual, con muchos de sus puestos cerrados. Tras una vuelta por los alrededores nos encaminamos a un restaurante, para nuestra primera aproximación a la gastronomía marroquí. Nuestra primera elección es el restaurante Chez Brahim, tenemos suerte y conseguimos una mesa, ya que suele estar bastante concurrido. Aquí tomamos nuestro primer cuscús y tallín. 

Después de comer callejeamos por las estrechas calles de la Medina. Nuestro objetivo es llegar a la Madrasa de Ben Youssef. Muy cerca de la madrasa se encuentra la Cúpula Almorávide, un edificio del siglo XII rematado por una cúpula y famoso por ser el último ejemplo de la arquitectura almorávide. También cerca está la mezquita de Ben Youssef, que estaba en obras, y el museo de Marrakech. 



Nosotros visitamos el interior de la Madrasa, el coste de la entrada son cinco euros o cincuenta dirhams por persona, solo aceptan pago en  metálico, como en todos los monumentos y la mayoría de restaurantes de la ciudad. La madrasa o escuela de Ben Yousef fue fundada en el siglo XIV, aunque reconstruida en el siglo XVI. En ella más de 800 estudiantes memorizaban el Corán. Alberga algunos de los más bellos ejemplos de arte y arquitectura marroquí. 

Tras esta visita seguimos callejeando por la Medina, repleta de tiendas en donde encontrás todo tipo de objetos, llegamos hasta el zoco de las especias y de nuevo a Jemma et Fna. Aquí subimos a la terraza del Café de France para tomar un té mientras disfrutamos del atardecer sobre la plaza. Al  caer la tarde se nota el aumento de actividad, ya que hemos viajado en el periodo de Ramadán. 



Cenamos en un local de la zona, el Café Babouche y tras otra vuelta por la plaza nos retiramos a nuestro Riad, ya que al día siguiente a las 7.30 comienza nuestra excursión de tres días al desierto. 


2º día. Marrakech, Ksar ait Ben Haddou. Uarzazate, Valle del Dades. 

En nuestro segundo día, y tras un delicioso desayuno en nuestro Riad, nos dirigimos al Café de France, punto de encuentro con Civitatis para nuestra excursión. 

El primer día de excursión atravesamos las montañas del Atlas, la cordillera más alta de Marruecos y donde se encuentra la tercera montaña más alta de África. Cuando atravesamos la cordillera podemos ver las cumbres repletas de nieve. La primera parada es un mirador donde podemos apreciar esta cordillera. 


Tras atravesar el Atlas el paisaje se vuelve más árido, estepario, vamos dejando atrás poblados bereberes, que es la población mayoritaria en esta zona.  Mientras, nuestro conductor y guía Hamidinz, nos habla de las costumbres de sus gentes. 





Nuestra siguiente parada es el el Ksar de Ait Ben Haddou. Un Ksar es una ciudad fortificada, y esta es patrimonio de la humanidad por la UNESCO. En este lugar se han rodado muchas películas, como Gladiator, El reino de los cielos, Prince of Persia e incluso escenas de Juego de Tronos. Visitamos la localidad con un guía local, Mohamed, que realiza una interesante visita guiada con información sobre la ciudad, sus costumbres y su papel como escenario cinematográfico. 






Tras la visita y comida en un restaurante de la parte nueva de la localidad, proseguimos el viaje hasta nuestra siguiente parada, Uarzazate. En esta ciudad se encuentran los estudios cinematográficos más importantes de Marruecos, Atlas Studios, que solo vemos al pasar con el autobús. En Uarzazate realizamos una corta parada para tomar algunas fotografías del Ksar Taurirt, una fortaleza de adobe del siglo XVII, aunque reformada durante el siglo XIX. Actualmente se encuentra en obras, por lo que solo la visitamos en su exterior, ya que en el momento de nuestra visita la parte más interesante estaba en restauración. 



Proseguimos viaje hasta llegar a nuestro destino, el Valle del Dades, donde nos alojamos en un hotel con unas preciosas vistas al valle y a las montañas. Nuestro guía nos indicó un sendero, próximo al hotel,  que entre huertas y árboles frutales, daba acceso a unas pequeñas cascadas situadas en un cañón de este río. Las cascadas, sin ser imponentes, tenían gran encanto por su ubicación en el interior de este pequeño cañón. 



Tras esta pequeña excursión y una cena en el hotel, incluida en la excursión. Nos vamos a descansar porque nuestro siguiente día hemos de proseguir nuestra aventura hacia el desierto.


3º día. Valle del Dades, Gargantas del Todra, Palmeral de Jorf, Merzouga, desierto Erg Chebbi.

En esta jornada  llegaremos a la localidad de Merzouga, puerta de entrada al espectacular desierto de Erg Chebbi. Antes de llegar atravesamos dos bellos lugares, las Gargantas del Todra y el Palmeral de Jorf.

Las Gargantas del  Todra son unas espectaculares paredes rocosas de 200 metros, excavadas por el río Todra. Aquí caminaremos por una sinuosa carretera que las atraviesa, disfrutando de la majestuosidad de estas paredes rocosas. 



Tras esta visita continuamos viaje, con una parada en un mirador para disfrutar de unas espectaculares vistas del Palmeral de Jorf. Este palmeral no es solo un espectáculo para la vista, es el corazón de la cultura y la economía local. Los dátiles cosechados en él son famosos por su dulzura y calidad. Tuvimos el privilegio de probarlos en un restaurante local. 



Nuestra comida en esta ocasión la realizamos en un bonito restaurante marroquí, el café restaurant Sud-Est, un establecimiento familiar con un precioso patio donde nos sirvieron una de la mejores comidas de todo nuestro viaje a Marruecos. Está situado en la localidad de Errachidia. 

Tras la comida proseguimos viaje hasta Merzouga, atravesando una zona de canteras de fósiles, donde no paramos por falta de tiempo, y viendo desde el autobús los antiguos pozos de agua situados al lado de la carretera, algunos de ellos con siglos de antigüedad. 



Al llegar a Merzouga nos dirigimos en dromedario a nuestro campamento en el desierto. En el camino paramos para ver el atardecer sobre las dunas. 




Cuando llegamos al campamento, nos reciben con un té de bienvenida, y tras un pequeño descanso para dejar el equipaje en las haimas y descansar, nos sirven la cena, tras la cual nos ofrecen un espectáculo con tambores  alrededor de una hoguera. 



Pasamos nuestra noche en el desierto en el interior de nuestra espectacular haima, que tiene todas las comodidades para disfrutar del exotismo de la zona sin sacrificar el confort del viajero.

4º día. Desierto de Erg Chebbi, Marrakech. 

En nuestro día de despedida del desierto, nos levantamos a las cinco y media para disfrutar la experiencia del amanecer en el desierto, tras lo cual  y disfrutar de un desayuno regresamos a la localidad de Merzouga.

Para el regreso hemos elegido alquilar un quad, con el que vamos atravesando dunas siguiendo a nuestro guía, que, por la velocidad que lleva, está bastante más familiarizado en subir y bajar dunas que nosotros. La experiencia es bastante grata cuando le coges el truco al vehículo, por lo que, aun no siendo una actividad barata,  50 euros por quad, 70 para dos personas, creo que merece la pena la experiencia.  






Esta jornada es prácticamente todo el día de regreso a Marrakech, con paradas solo para descansar, ir al baño o comer, pero sin visitar ningún sitio reseñable. Así, sobre las seis y media de la tarde estamos de regreso a Marrakech, concretamente de nuevo en la Plaza Jemma et Fna. 

Para esta última noche en la localidad hemos elegido el Riad Andalla, muy cerca del Café de France y de la plaza. Tras dejar las cosas en el Riad y descansar un rato decidimos cenar en el Café de France, estamos un poco saturados de comida marroquí y elegimos unas ligeras pizzas para cenar. El Café de France es un edificio con una elegancia decadente en la que se nota un pasado más glorioso. Se inauguró a principios del siglo XIX, con mucha influencia del Protectorado Francés. En él aún remanece un poco de su pasado esplendor. Merece la pena disfrutar de su terraza, ya sea para cenar o simplemente para tomar un té, ya que sus precios son bastante similares a cualquier otro restaurante de la zona. 


5º día. Marrakech, regreso a Madrid. 

En nuestro último día en Marruecos hemos reservado un free tour, que partiendo de la Plaza Jemma et Fna, nos acerca a la mezquita Kutubia, para después, rodeando la muralla, entrar por la grandiosa puerta Bad Agnaou hasta el barrio Judío. 




Pasaremos al lado del Palacio El Badí, que está en ruinas, y proseguiremos hasta el Palacio de la Bahía. Un precioso palacio construido a finales del siglo XIX por el gran Visir Bahmed, para residencia de sus esposas y concubinas.


El palacio cuenta con unos bellos mosaicos, grandiosos techos de madera policromada y unos bonitos jardines, lo visitamos con nuestro guía. Tras la visita nos despedimos, sin que nos dé tiempo a visitar las Tumbas Sadíes, ya que debemos recoger el equipaje en nuestro Riad y tomar el autobús de vuelta al aeropuerto. 

De camino al aeropuerto el autobús atraviesa la parte nueva de Marrakech, nada que ver con la arquitectura tradicional de la Medina. En esta zona se observa el lujo de una ciudad que no tiene nada que envidiar en cuanto a edificios espectaculares a cualquier ciudad europea. Nos llamó la atención al pasar la espectacular puerta de la estación de ferrocarril y el edificio del Teatro Real. 

Con este contraste entre el caos de la Medina y la modernidad de la ciudad nueva, nos despedimos de Marrakech.

En una anterior entrada he compartido toda la información de utilidad para organizar una escapada por vuestra cuenta a esta bella localidad bereber, para verla podéis pinchar aquí.


jueves, 20 de marzo de 2025

Consejos para visitar Marrakech.




Acabamos de regresar de una escapada a la exótica Marrakech y queremos compartir con vosotros nuestra experiencia en este interesante viaje. Viajar a Marrakech por tu cuenta es bastante fácil y completamente seguro. Marruecos ha apostado mucho por la seguridad del turista y no hay sensación de peligro cuando paseas por sus calles. Además los vuelos directos, desde diversos aeropuertos de España, con varias compañías low cost,  hacen que este sea un viaje sencillo y económico. 

Documentación que vas a necesitar.

Antes de volar tienes que preparar tu pasaporte. Para entrar a Marruecos no hace falta visado, pero tienes que comprobar que tu pasaporte tiene al menos una vigencia de seis meses. Una vez llegas al aeropuerto de Marrakech, y pasado el control de pasaportes, habrá una nueva revisión de seguridad antes de salir del aeropuerto y ya estás en la calle. 

A la vuelta, si vuelas con Ryanair, tendrás que imprimir tu tarjeta de embarque, e ir al mostrador de facturación, aunque solo lleves equipaje de cabina. Son bastante estrictos con las medidas del equipaje.

 

Cómo llegar a Marrakech desde el aeropuerto. 

El aeropuerto está bastante cerca de la ciudad, de hecho está en la parte nueva, al lado de los jardines de Menara. La mayoría de los viajeros eligen alojarse en el interior de la Medina de Marrakech. La mejor ubicación son los riads que hay cerca de la plaza de Jemma et Fna. 

Para llegar a esta plaza desde el aeropuerto tienes varias opciones. Si viajas solo, la opción más económica es un autobus de Alsa, el aerobus, es el número 19. Te dejará la lado de la plaza, justo enfrente de la mezquita Kutubía. Se coge justo al lado de la zona de taxis y está muy bien indicado, pasa cada 20 minutos, pero suele estar a la hora de llegada de los vuelos. El coste de este autobús es de 3 euros o 30 dirhams, aceptan ambas monedas, 5 euros o 50 dirhams si compras ida y vuelta  (la vuelta tiene una validez de una semana). Si viajáis más de dos personas os sale más rentable coger directamente un taxi, ya que por 10 euros o 100 dirhams os dejará en la plaza Jemma et Fna. Yo no aconsejo contratar un transfer a no ser que llegues de madrugada, ya que es la opción más cara. 

¿Con qué moneda pagar?

En Marrakech se puede pagar con euros todo, pero interesa más cambiar a dirhams porque ellos harán una equivalencia de un euro 10 dirhams, mientras que el cambio, en el momento de nuestro viaje, era 10,33 dirhams por euro. Este cambio es el de las casas de cambio que hay en la plaza, la más conocida la que está al lado del hotel Alí. No cambieis en el aeropuerto, os darán 9,95 dirhams por euro, con lo que saldría más rentable incluso pagar con euros sin cambiar que hacer el cambio aquí. 

Tenéis que llevar suficiente dinero en metálico si no queréis tener que sacar en los cajeros de allí, que os aplicarán una comisión por el cambio. En muy pocos sitios en Marrakech podrás pagar con tarjeta. Prácticamente todos los hoteles y restaurantes aceptan solo pago en metálico. Si has de usar un cajero los que menor comisión aplican son los de la caja postal de Marruecos. 

¿Cuántos días necesito para conocer Marrakech?

Si solo vas a conocer la ciudad, con un par de días sería suficiente. En este tiempo puedes visitar la Medina, con sus tiendas, el  zoco,  partiendo de la Plaza Jemma et Fna, y los principales monumentos de Marrakech: la mezquita Kutubia, que solo podrás ver en su exterior (ya que las mezquitas en Marruecos solo admiten la entrada a musulmanes para el rezo),  la Madrasa de Ben Youssef, las Tumbas Sadíes y el Palacio de la Bahía. 

Hay también varios jardines que vienen aconsejados en las guías de viaje, como los Menara o los Majorelle. 

Los precios de las entradas a los monumentos de Marrakech están un poco infladas para mi gusto, en relación precio a lo que te esperas, por lo que aconsejo seleccionar bien lo que vas a visitar. 

Para visitar las Tumbas Sadíes y el Palacio de la Bahía tendrás que pagar 10 euros por persona en cada uno de los dos, en metálico,  y es cuestionable que merezca la pena. 

El palacio de la Bahía tiene unos patios bonitos y unos techos de madera policromada magníficos, pero son habitaciones vacías de muebles y repletas de turistas. Marrakech es muy turístico, da igual que vayas entre semana en el mes de febrero, estará repleto de gente. Para mi opinión el edificio que más merece la pena visitar es la Madrasa de Ben Youssef, que solo os costará 5 euros, o 50 dirhams por persona. 


Madrasa de Ben Youssef



Hay otro palacio, el Palacio Badí, por el que también te pedirán 10 euros por la entrada, este no merece la pena en ningún momento, ni por tiempo ni por dinero, porque son ruinas. 

Si queréis hacer alguna de las excursiones que se ofertan desde la ciudad, y que merecen mucho la pena, necesitarás más días. Os lo explicaré en el siguiente apartado.

¿Qué hacer en Marrakech?

Pasear por la Medina, visitar los monumentos que os he dicho antes, regatear en las compras, absolutamente necesario. Os van a pedir diez veces el valor real de los que queréis comprar, aún bajando a un tercio lo que os pidan estaréis pagando de más. Los precios de todo están inflados a nivel de turista. 



Hay muchas excursiones que se pueden hacer tomando como base Marrakech.  La más conocida es la de tres días al desierto de Merzouga. Para realizar esta excursión necesitarás al menos cinco días, cuatro noches, la primera y la última en Marrakech y las dos de enmedio en ruta, que van incluidas en la excursión. Yo recomiendo llevarla contratada desde origen, ya que aunque se puede contratar desde allí, es un poco arriesgado, porque Marrakech es tan turístico que puede que no tengas garantizada la plaza.

 



También es muy recomendable la excursión a Essaouira, una pequeña ciudad costera muy de moda para los surfistas. Es una excursión de un día, con tres horas de trayecto de ida y otras tantas de vuelta. Esta si recomiendo contratarla allí,  con una empresa local, seguramente el precio será más competitivo que en internet.

Otra de las más conocidas es la excursión de un día a las cascadas de Ouzoud, las más impresionantes de Marruecos. El viaje son también tres horas de ida y otras tantas de vuelta. 

Si queréis visitar un desierto, pero no os apetece un viaje tan largo como el necesario para llegar a Merzouga, otra opción es el desierto de Agafay, ni de lejos tan bonito como el de Erg Chebbi en Merzouga, pero más cercano a Marrakech.

¿Cuando viajar a Marrakech?

Es aconsejable hacerlo entre octubre y mayo, no más tarde, ya que en verano las temperaturas son muy altas, superiores a 45°, por lo que no sería un viaje cómodo, mucho menos si tu intención es ir al desierto.

Nosotros viajamos a mediados de marzo y la temperatura oscilaba entre 24°C de día y 10°C de noche, incluso en el desierto, sin sensación excesiva de frío ni calor.

Nuestro viaje coincidió también con el Ramadán y todo funcionaba perfectamente. Incluso aconsejo visitar la zona en esta época ya que los vendedores están más tranquilos y no os darán tanto la brasa.

¿Dónde alojarse en Marrakech?

Hay muchas opciones de alojamiento con precios muy diferentes, pero mi consejo es reservar un Riad en la Medina. Los Riads son las casas tradicionales de Marrakech, con un patio central con su fuente y las habitaciones alrededor de este en un corredor. Suelen tener varias plantas y una terraza arriba. Los encontrarás de muchos precios, pero entre 50 y 70 euros, la habitación doble, encontrarás Riads muy bonitos, limpios, con desayuno y aire acondicionado/ calefacción incluidos.

La mejor ubicación son los que están cerca de la plaza Jemaa et Fna, ya que es fácil perderse por la Medina y a esta plaza es a la que llegan los taxis desde el aeropuerto, el aerobús y el punto de encuentro para las excursiones. 

Para evitar perderos os recomiendo descargar el mapa de Marrakech en Maps, en "mapas sin conexión", por si tenéis que orientaros en la Medina y no tenéis datos.

Seguro de viaje.

Imprescindible contratar un seguro de viaje. La tarjeta sanitaria europea no os servirá aquí. Hay muchas compañías como Iati, Heymondo...desde algunos blogs de viaje ofrecen un descuento al enlazar con estas compañías desde el blog, yo lo hice así y te ahorras unos eurillos. 

Yo contraté un buen seguro para dos personas y cinco días por unos 30 euros más o menos.

Además del seguro, conviene comprar una tarjeta sim local, para tener acceso a internet sin pagar una pasta por el roaming. Si tu teléfono admite esim la puedes contratar antes y activarla cuando llegues al hotel, ya que necesitarás conexión a internet para activarla. Otra opción es comprar una sim física, en las tiendas de la Plaza Jemma et Fna. Cerca del hotel Alí ofertaban tarjetas sim de 10 Gb por unos 10 euros. 

Para terminar os comparto algunas imágenes de tan exótico viaje.









viernes, 19 de abril de 2019

Chefchauen y Tetuán.





Dentro de nuestra ruta de cuatro días por el norte de Marruecos, dedicamos uno a visitar dos de las ciudades más bonitas que podemos encontrar en esta zona. Son Chefchauen y Tetuán, ambas estuvieron bajo el control español en la época del protectorado de Marruecos. 

En nuestro viaje establecimos Tánger como punto de partida para todas nuestras excursiones, al igual que hicimos en la excursión a Asilah, contratamos un grandtaxi a través de nuestro hotel para visitar Chefchauen. El precio medio de un taxi desde Tánger a Chefchauen es de 600 dirham por trayecto. Esto equivale a 60 euros, dado que el precio ofrecido por el hotel era muy similar y las condiciones muy buenas, sin restricción de tiempo de visita y con parada opcional en Tetuán, elegimos esta opción. Nuestro taxista Alí, que ya nos había llevado a Asilah, volvió a convertir nuestra excursión en un ameno e interesante viaje con sus informaciones sobre la historia marroquí y sus consejos sobre qué visitar en cada localidad. 

El camino hacia Chefchauen nos llevó algo más de dos horas, ya que hay que atravesar pueblos y zonas montañosas, es un camino interesante ya que te adentras en un Marruecos más rural y desconocido que el que habíamos visitado en la costa. 

Chefchauen es una preciosa ciudad con una fotogénica medina en la que predomina el azul como color en sus fachadas. Su belleza la ha convertido en un destino muy visitado, por lo que mi recomendación es visitarla fuera de temporada alta y evitar los fines de semana. Por programación nuestra visita la realizamos en sábado, por lo que había bastante gente, a pesar de ser marzo.



La ciudad se fundó en 1471 en el lugar que ocupaba una pequeña población bereber. Sus primeros pobladores fueron musulmanes y judios exiliados de al-Ándalus, por lo que su medina tiene mucha semejanza a los pueblos andaluces, con sus callejuelas de trazado irregular. Chauen fue durante siglos una ciudad considerada sagrada y prohibida a los extranjeros, lo que ha contribuido al mantenimiento de sus características medievales. Hoy su población ronda los 40.000 habitantes, la ciudad ha crecido principalmente en una parte nueva fuera de la medina, por lo que esta está muy bien preservada y conserva gran belleza y encanto, tanto por el trazado de sus calles como por su tipico color azul en sus fachadas.



La medina tiene varias puertas de entrada, nosotros entramos  por la que se encuentra cerca del parador de turismo. Nada más entrar llegamos a una calle muy comercial, llena de tenderetes y puestos de artesanos, que desemboca en la plaza Uta al Hamman, que constituye el centro de la medina.



Esta plaza tiene una gran belleza, aunque suele estar muy concurrida, sobretodo los fines de semana y festivos. En esta plaza destacan dos edificios, la alcazaba y la mezquita principal. La Alcazaba es una fortaleza cuyo color rojizo contrasta con el azul predominante creando una bella estampa. En la actualidad alberga un pequeño museo etnográfico y una colección de fotografías antiguas de Chauen.




La Gran Mezquita del siglo XV tiene un curioso minarete octogonal, nos tuvimos que contentar con disfrutarla en su exterior,  como el resto de las mezquitas de Marruecos. En esta plaza se encuentra uno de los restaurantes más conocidos de la medina, Aladdin. Desde su terraza hay unas preciosas vistas panorámicas tanto de la Plaza y su alcazaba, como del resto de la medina, por lo que decidimos tomarnos un té y disfrutar un rato estas vistas. 





Después estuvimos paseando por la plaza y calles aledañas, muy concurridas y llenas de tiendas de souvenirs y de artesanía. Como la hora de comer se acercaba, decidimos ir al restaurante que nos habían recomendado, Casa Hasam, situado en una de las calles próximas a la plaza. El restaurante es bastante bonito y el menú de comida típica marroquí tiene muy buen precio.  Pedimos de primero una sopa marroquí y después elejimos distintos segundos para tener la opción de probar sabores diferentes. Optamos por el cuscus de carne con verduras y un Tajín de pollo dulce, de postre tomamos cuajada al aroma de azahar. La comida estaba muy sabrosa y el precio fue de diez euros por persona. 

Después de comer decidimos alejarnos de la parte más turística de la medina y sumergirnos en el Chauen más auténtico. Es en estas calles alejadas del bullicio de las tiendas y turistas, donde se aprecia la verdadera belleza de la medina, en sus pequeños detalles, puertas, ventanas...








Para terminar nuestra ruta por la medina, decidimos acercarnos a la cascada de Ras el Maa, con sus antiguos lavaderos, para llegar dimos un pequeño paseo en dirección noreste desde la parte de la medina más cercana al parador de turismo. En nuestro caso dada la cantidad de gente que se dirigía en esa dirección nos limitamos a seguir a los demás. El hecho de ser fin de semana y el día tan espléndido de sol que invitaba a acercarse al agua y disfrutar de su frescor, hizo que hubiera mucha gente aquí y perdiera encanto. Aún así creo que es uno de los lugares imprescindibles que visitar en Chefchauen. Para disfrutar las vistas nos sentamos en una de las teterías con terraza que hay en esta zona, para tomarnos otro té de hierbabuena, no se cuantos llevamos en estos días, pero es que están realmente buenos. Después volvemos a perdernos por el laberinto de calles azules, deleitándonos con sus bellos rincones.






Volvemos a nuestro punto de encuentro con Alí para salir de Chauen rumbo a Tetuán, donde llegamos sobre las siete de la tarde. El llegar a una hora tan tardía no nos va a permitir disfrutar la ciudad como nos hubiera gustado, pero nos valdrá para una primera aproximación a ella.

Para aprovechar bien el tiempo del que disponemos, Alí nos deja en un parking situado debajo del parque Feddan, muy cercano a la medina y desde el que tenemos unas vistas estupendas de este laberinto blanco.




Aunque desde este mismo parque hay una puerta de acceso, decidimos bajar hasta la Plaza Moulay El Mehdi. En esta plaza podemos ver edificios muy interesantes con clara influencia española, construidos en la época del protectorado español. Uno de estos edificios es la única iglesia católica de Tánger, construida en 1912 y que destaca con su color amarillo sobre el blanco del resto de los edificios.




Desde aqui tomamos la  Avenida Mohamed V, bastante animada en esa tarde de sábado, donde vemos el edificio Féníx, uno de los más representativos del Ensanche Español. Tras pasar este edificio seguimos caminando hasta llegar hasta  la plaza del Palacio.







Ingresamos a la medina por uno de sus laterales y comenzamos a callejear intentando no perdernos mucho, misión imposible. A la media hora estamos totalmente desorientados. Preguntamos un par de veces por la salida y al final conseguimos salir, pero la zona no nos suena de nada por lo que volvemos a preguntar a un chico joven y nos dice que hemos salido por el lado contrario de la medina y que sería mejor volverla a atravesar para llegar al parking. La medina de Tetuán está declarada patrimonio universal por la UNESCO y es de gran belleza. Es bastante grande y laberíntica, llena de calles comerciales y otras residenciales, todas ellas bastante estrechas y de trazado irregular, con callejones sin salida, pequeñas plazoletas y mezquitas muy antiguas.





 Es  bastante fácil perderse sin un guía. En nuestro caso, a no haber sido por este agradable muchacho que nos guió a través de ella para volver a salir por el lugar correcto, hubiera sido bastante complicado encontrar esta salida. Una ventaja de Tetuán es que hay bastante gente que habla español, ya  que esta ciudad fue la capital del protectorado español en Marruecos.

Después de este intenso día volvemos rumbo a Tánger donde tenemos nuestro hotel. La excursión de hoy ha sido el broche de oro a una estupenda ruta por el norte de este país que se encuentra tan cerca pero que es a la vez un gran desconocido.