sábado, 26 de enero de 2019

3 rutas en coche con mucho sabor manchego.




Me encantan las rutas en coche, te dan la libertad de disfrutar el viaje a tu gusto y ritmo y parar donde te apetezca, llegando a rincones imprevistos que completan tu viaje. La Mancha es un lugar cómodo para conducir, sin grandes montañas y con carreteras de trazado agradable.  Algunos tienen la errónea creencia de que es un paisaje aburrido,  pero es porque no se mueven por las rutas adecuadas. Hoy os presento tres itinerarios que discurren por  las provincias de Ciudad Real, Toledo y Albacete,  sacan todo el jugo al sabor y ambiente manchego. Aunamos en estas rutas gastronomía, preciosos paisajes y un patrimonio monumental que poco tiene que envidiar a otras zonas más turísticamente conocidas. Son rutas ideadas para escapadas cortas, pero que se pueden combinar para una escapada más larga que nos permita un mejor disfrute de la zona.


Ruta 1:


Tembleque-Consuegra-Puerto Lápice-Santa Cruz de Mudela (Las Virtudes).

Detalle de la Plaza Mayor de Tembleque.

Esta ruta discurre totalmente por la autovía A-4, que une Madrid  con Andalucía entrando por el Paso de Despeñaperros. Es la más larga en distancia de todas las que voy a indicar pero es posible realizarla en un solo día, eso sí madrugando un poco. Son paradas que están todas a escasa distancia de la misma autovía, prácticamente pegadas y que podemos visitar en un par de horas cada una. La ruta, tal como se indica, es en dirección descendente desde Madrid, pensada para llegar a Puerto Lápice a la hora de comer, por su excelente y variada oferta gastronómica, pero se puede hacer igualmente en sentido inverso.

En Tembleque visitaríamos su magnífica Plaza Mayor y el Palacio de las Torres, solo visitable en su  exterior y la ermita  de la Purísima Concepción. Si queréis más información sobre que ver en Tembleque podéis encontrarla  aquí.

Desde aquí saldremos de nuevo hasta la A-4 y proseguimos  hasta el desvío que indica Consuegra, donde nos dirigimos con el coche hasta la zona alta donde se encuentra el castillo y los molinos, que son la parte más destacada del pueblo y lo que vamos a visitar.

Una vez visitada esta zona volvemos a tomar la A-4 y proseguimos nuestra ruta hasta Puerto Lápice.  Aquí encontramos su bella Plaza Mayor, muy manchega pero de un estilo totalmente distinto a la de Tembleque.  En  los laterales de esta misma plaza encontramos unos cuantos restaurantes con una buena oferta gastronómica. Si lo que queréis es comer en una auténtica venta manchega, podéis ir a  la cercana Venta del Quijote, algo elevada de precio pero sin duda un lugar precioso, con todo el ambiente quijotesco que la impregna. En esta misma venta tienen un pequeño museo del Quijote de visita gratuita.

Salimos de Puerto Lápice con nuestro estómago saciado y quizás con alguno de los magníficos quesos de la zona en el maletero. Nuestra última parada en ruta antes de cruzar el Paso de Despeñaperros es Santa Cruz de Mudela, el objeto principal de esta parada es la Plaza de Toros de las Virtudes, pequeña aldea perteneciente a Santa Cruz. Esta plaza fué construida en 1645 y  es de planta cuadrada. Los lunes y martes está cerrada, algo a tener en cuenta puesto que lo más destacado es la visita a su interior. También es interesante la ermita anexa a la plaza.



Ruta 2


Valdepeñas-Villanueva de los Infantes-lagunas de Ruidera-Ossa de Montiel.





Nuestra segunda ruta nos permite disfrutar en una misma jornada de la belleza natural de las Lagunas de Ruidera, la monumentalidad de Villanueva de los infantes y una inmersión enológica en Valdepeñas para los amantes del vino.

Parte esta ruta desde Valdepeñas, donde lo más destacado monumentalmente es la Plaza de España. Aunque nuestra parada tiene como principal objeto la visita al museo del vino. Este se encuentra  alojado en una antigua bodega. Consta de cuatro edificios, dos antiguos y dos modernos, en el centro se encuentra el amplio patio que formaba parte del conjunto de la antigua bodega, en medio de este hay un típico pozo manchego. Hay visitas con guía pero deber ser reservadas, también hay un pequeño bar donde degustar y comprar productos típicos de la región.

Tras la visita salimos en dirección Villanueva de los Infantes, uno de los pueblos más bonitos de España.  Aquí debemos hacer una parada algo más larga ya que el pueblo tiene mucho patrimonio artístico que merece la pena disfrutar con tranquilidad. Declarada Monumento Histórico-Artístico desde 1974, es el más importante conjunto representativo del barroco y del renacimiento manchego. Destacan en la villa edificios civiles, como La Casa de los Estudios o La Alhóndiga, religiosos como la impresionante Iglesia Parroquial de San Andrés o la Iglesia de Santo Domingo, palacios como el de los Ballesteros o la Casa Palacio de los Rebuelta, y casas populares de gran belleza, como la Casa de la Pirra o la del Caballero del Verde Gabán. En sus fachadas se conservan más de 250 escudos. La vida gira en esta ciudad alrededor del conjunto monumental de la Plaza Mayor de principios del siglo XVII.

La visita a Villanueva implicará comer aquí, donde podemos degustar sus platos típicos, como son los galianos, las migas o el pisto manchego, sin olvidar aquellos basados en la caza menor como las judías con perdiz o codorniz y la liebre con arroz, por supuesto el queso manchego del pueblo.

Si nuestra escapada es invernal, el día dará para poco más, pero si estamos en otra fecha con más duración de la tarde, seguiremos nuestra ruta en dirección a las Lagunas de Ruidera, separadas por unos 50km de esta localidad.

El parque natural de las Lagunas de Ruidera se encuentra situado en su mayor parte en el término de Ossa de Montiel, está constituido por dieciséis lagunas de extremada belleza, situadas longitudinalmente a lo largo del valle del río Pinilla, separadas y conectadas entre sí por barreras de formación tobácea. La mayoría de ellas se encuentran enlazadas por cascadas o arroyos.

Tras la visita al parque nos dirigimos a la cercana Ossa de Montiel para terminar nuestra jornada. Esta localidad no es monumentalmente muy espectacular, pero tiene algunos edificios destacables como la iglesia parroquial de Sta María Magdalena, de estilo gótico, la ermita de San Pedro de Verona, construida en los años 40 sobre otra visigoda destruida en la guerra civil. Cerca de la localidad está también la cueva de Montesinos popularizada en el Quijote y que tiene una laguna interna que al parecer enlaza con las lagunas de Ruidera.


Ruta 3 (2 días)


Esta ruta se ha dividido en dos días ya que tiene dos destinos que nos llevaran mucho tiempo visitar, como son Almagro y las Tablas de Daimiel.

Primer día: Viso del Marqués-Castillo de Calatrava la nueva-Moral de Calatrava-Almagro.



Iniciamos nuestra ruta en la localidad de Viso del Marqués. El objeto principal de nuestra visita al pueblo es el Palacio del Viso, museo de la marina y una auténtica maravilla renacentista. Sus magníficos frescos de estilo italiano no os dejarán indiferentes. El Palacio se visita en modalidad de visita guiada, con un coste de tres euros para los adultos y gratis para los niños. Los domingos por la tarde está cerrado. Interesante también es la iglesia que se encuentra al lado, Nuestra Sra. de la Asunción, de estilo gótico. Para más información podéis pinchar aquí.

Tras la visita al Palacio salimos de la localidad por la carretera comarcal CM-4111 que la une con Calzada de Calatrava, desde aquí tomaremos un desvío hacia la CR-504, para llegar a nuestro siguiente destino, el Castillo y Sacro Convento de Calatrava la Nueva. Esta fortaleza-convento se levanta sobre un cerro de más de 900 metros de altitud, rodeado de un espectacular paisaje. Este fue el lugar elegido por la Orden de Calatrava para establecer su sede principal en 1217. Si queréis más información sobre esta fortaleza, podéis pinchar aquí.

Una vez visitado el castillo nos dirigimos hacia Moral de Calatrava. Esta localidad posee un trazado urbano que ha sido declarado Conjunto Histórico-Artístico por ser un claro ejemplo de la arquitectura popular. Destaca también  la iglesia de San Andrés, construida entre los siglos XV y XVI, con una bonita portada plateresca. El interior del templo solo es visitable en los horarios de culto.

Después de pasear por estas  calles con todo el sabor de la arquitectura popular manchega, ponemos rumbo a Almagro, donde pernoctaremos.


Segundo día: Almagro-Tablas de Daimiel.


Tablas de Daimiel. Wikipedia images. Pablo García Armentano. 


El segundo día de nuestra ruta se inicia pues en la monumental localidad de Almagro, famosa por sus berenjenas y por su festival de Teatro clásico, que se celebra en el mes de Julio. De Almagro destacamos su también famoso corral de comedias, conservado  intacto y  activo desde principios del s. XVII hasta hoy.

Destaca también su impresionante Plaza Mayor, monumental, con soportales y ventanales de madera verde. Todo esto junto a sus muchas iglesias, conventos y palacios la convirtió en conjunto histórico-artístico.

Además de  la visita a la villa podemos disfrutar su rica gastronomía, con platos tan manchegos como los duelos y quebrantos, el morteruelo, el pisto manchego o la olla podrida. Merecida fama tienen también las berenjenas de Almagro, que tanto aliñadas como embuchadas harán las delicias de nuestro paladar. Tras la comida nos vamos a ver el atardecer sobre el bello paisaje de las Tablas de Daimiel. Un paisaje que tras años de sequía y desabastecimiento por perforaciones ilegales de agua, se está viendo revitalizado en los últimos años creando bellas imágenes para disfrute de los amantes de la naturaleza y en especial de las aves.

Terminamos de esta forma nuestra ruta con ese buen sabor de boca que siempre nos deja la Mancha, tierra de poéticas emociones y rincones mágicos.


Si vuestra intención es alargar algo más alguna de estas rutas e incluso combinarlas en una estancia más larga en la zona, podéis encontrar una gran variedad de alojamientos rurales en este enlace https://www.casasrurales.net/ .






lunes, 14 de enero de 2019

Los diez pueblos más bonitos de Jaén.

Jaén es una provincia que ofrece mucho al visitante, tanto paisajísticamente, con sus parques naturales, como monumentalmente, al estar llena de  preciosos pueblos. Sumamos a ello una magnífica gastronomía, donde su estrella es claramente el aceite de oliva y tenemos un cocktail que la convierte en una zona de obligada visita.

Dentro de todos los bonitos pueblos que podemos encontrar por estas tierras destacamos estos por su belleza, monumentalidad o ser verdaderamente pintorescos. No quiere decir esto que no haya otros rincones tan bellos como ellos, solo que en una lista no pueden estar todos. La lista incluye localidades pequeñas, que puedan estar en la categoría de pueblo, también se ha tenido en cuenta una uniformidad en la belleza que otros  sitios no tienen, aunque dentro de ellos haya lugares muy destacables. Esta es pues la lista de los diez pueblos más bonitos de la provincia de Jaén.


Úbeda




Úbeda es sin duda la más grande de todas las localidades presentes en esta lista, tanto es así que estuve dudando en incluirla, pero una lista de los pueblos más bellos de Jaén no estaría completa sin ella, ya que es no solo una de las localidades más turisticamente reseñables de la provincia, sino también una de las más monumentales. 

Son muchos los monumentos que destacan en esta localidad, desde la icónica capilla del Salvador, que se ha convertido en símbolo de esta, hasta las iglesias góticas de Santa María y San Pablo, sin olvidar los múltiples palacios que salpican todo su casco histórico. En los últimos años y debido al empuje tras ser declarada patrimonio de la humanidad, han abierto muchos restaurantes dando lugar a una amplia y variada oferta gastronómica de calidad. 

Es un placer sumergirse en las tranquilas calles de su casco antiguo, donde aún se respira ese ambiente de pueblo tranquilo, pasear por sus murallas disfrutando de un magnífico atardecer sobre los campos de olivos con la imagen de fondo de los famosos Cerros de Úbeda, saborear un ochio con morcilla o hacer una cata de una selección de los increibles aceites de oliva que ofrece la zona. Úbeda ofrece el equilibrio perfecto entre pueblo tranquilo, pequeña ciudad comercial y centro turístico de calidad.



Baeza.



De la mano de Ubeda, Baeza se convirtió en Patrimonio de la Humanidad, y razones no le faltan. Baeza es una de esas joyas monumentales que destacan por su excelente conservación, pero que rebosan vida, lo que la hace aún más interesante al no haberse convertido en un pueblo tienda-museo como ocurre con otras localidades que la igualan en belleza. 

Entre sus edificios más destacables está la Catedral, situada  en la Plaza de Santa María, que guarda gran armonía y belleza y en la que se encuentran también la fuente de Santa María y el edificio de la Universidad de Baeza, allí donde daba sus clases Antonio Machado. Interesante también el Palacio de Jabalquinto con su magnífica portada de estilo gótico isabelino. Tras la Catedral surgen una serie de callejones que nos transportan a la Edad Media. 

De impresionante belleza es también la Plaza de los leones, llamada así por la fuente, originaria de la romana ciudad de Cástulo, que se encuentra en su centro y que se rodea de dos magníficos edificios y una de las antiguas puertas de entrada a la villa. 

El paseo es el centro de ocio y social de la villa, rodeado de soportales con numerosos bares y restaurantes donde tanto locales como visitantes disfrutan "el tapeo" una de las costumbres gastronómicas más arraigadas en la provincia de Jaén.


Sabiote




Sabiote  se encuentra situado en la comarca de la Loma, muy cerca de Úbeda. Posee un rico patrimonio monumental que está siendo puesto en valor en los últimos años, sobretodo con el proceso de restauración del castillo y también con las fiestas medievales que se celebran en el mes de mayo. Sin duda la joya del patrimonio monumental de Sabiote es su castillo renacentista.

La villa hace honor a su eslogan turístico, "villa medieval y renacentista" , ya que medievales son sus murallas y su trazado urbano y renacentista es su castillo y la mayoría de las casas palacio que jalonan la localidad.

El barrio del Albaicín, con sus callejuelas estrechas y sus casas encaladas constituye un agradable paseo hasta salir por la Puerta de los Santos, desde donde podemos apreciar la torre de la Barbacana. Sabiote aún conserva dos terceras partes de la muralla original de la villa. Un paseo por la Ronda de los Miradores nos ofrece la bella imagen del castillo y el lienzo de muralla que la rodea y nos transporta a la época medieval, si además estamos en los primeros días del mes de mayo es posible que nos encontremos a algún caballero templario preparado para entrar en las justas.


Baños de la Encina




Baños de la Encina es un precioso pueblo en el que destaca su castillo árabe del siglo X. La impresionante silueta del castillo de Burgalimar  domina el paisaje y la villa y evidencia la belleza de su intrincado urbanismo y la riqueza de su patrimonio cultural.

Sin duda el castillo es la joya del pueblo pero su trazado urbano también es digno de admiración, jalonado de palacios y casonas destaca por su belleza la Plaza Mayor con la iglesia de San Mateo. Otros edificios destacables de la localidad son la ermita de Jesús del Llano con su camarín barroco, la casa consistorial y el molino del Santo Cristo, situado en una zona alta de la localidad y en perfecto estado de conservación.

Sin duda un lugar que merece la pena visitar, con un bonito entorno para hacer rutas por la orilla del cercano embalse del Rumblar.

Iznatoraf




Este pintoresco pueblo está fuertemente marcado por su emplazamiento, ubicado en una meseta a una altura de 1.039 metros sobre el nivel del mar, dominando visualmente el paisaje circundante de la campiña. Este emplazamiento marcó desde sus orígenes el carácter de población vigía. Fue una medina islámica de gran importancia, su nombre procede del árabe hisn at-turab, que significa castillo del camino o de la calzada. De este pasado se conserva un importantísimo patrimonio histórico. Con un casco antiguo marcado por calles estrechas y serpenteantes.

Es un entramado de calles bellamente adornadas con macetas que conservan totalmente su trazado musulmán. En la actualidad se conservan restos de dos grandes torreones y cinco arcos o puertas de acceso a la villa: La Puerta del Arrabal, la Puerta de la Virgen del Postigo, el Arco del Pozo de la Nieve, el Arco de la Calle Comandante Barcina y el Arco de la Calle Campo.

En la Plaza principal del pueblo, llamada Plaza de San Fernando,   vemos la iglesia de Nuestra señora de la Asunción. Esta fue construida en el siglo XVI, sobre un anterior templo que a su vez se alzó sobre la mezquita mayor de la medina. Otro edificio destacable es  la ermita del Santísimo Cristo de  la Vera Cruz, patrón de la localidad, fue construida entre los siglos XVII y XVIII.


Cazorla





Cazorla es un pintoresco pueblo que merece ser visitado tanto por su trazado urbano, como por el enclave en el que está situado, ya que junto a la Iruela constituyen la puerta del Parque Natural Sierra de Cazorla, Segura y las Villas.

La población se asienta a la sombra de la Peña de los Halcones, con la sierra a sus espaldas, ofreciendo al visitante una panorámica espectacular e impresionante. En su casco urbano encontramos interesantes monumentos como la Casa de las Cadenas, las ruinas de la Iglesia de Santa María y el Castillo de la Yedra. También merece la pena una visita a la bóveda del rio Cerezuelo, una obra de ingeniería arquitectónica diseñada para la construcción de la Plaza de Santa María.

Sus estrechas callejuelas de sabor arábigo-andaluz nos ofrecen un agradable paseo, salpicado de bellos rincones por doquier y refrescado por los rumores de las aguas cantarinas de sus numerosas fuentes.



Chiclana de Segura




Situado en la comarca del Condado e incluido dentro del parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y las villas, Chiclana es un bonito pueblo que se abre paso atravesando una muralla natural en la que algunas de sus casas se hayan excavadas. Es esta peculiaridad lo que le confiere su belleza y su peculiar identidad. Incrustada en una roca y accediendo a ella a través de un túnel excavado en la montaña de arenisca que la rodea, este bello pueblo conserva la originaria estructura hispano-musulmana y sus construcciones excavadas en la piedra.

Destaca también su entorno con  el río y el embalse del Guadalmena, su elevada posición permite también una bella vista sobre  sus alrededores. Dentro del casco urbano destaca su castillo árabe, declarado Monumento Histórico,  la iglesia parroquial de San Pedro, construida entre finales del siglo XVI y el primer tercio del siglo XVII y el Palacio de la Encomienda, de estilo barroco.



Segura de la Sierra






Segura de la Sierra no es solo uno de los pueblos más bellos de Jaén, sino que está considerado como uno de los más bellos de España. Situada en el centro de la comarca de la Sierra de Segura, en la zona noreste de la provincia de Jaén, es una villa que no pilla de paso, a Segura hay que ir a propósito, pero sin duda la visita merece la pena.

Coronada por su castillo, la villa se presenta como un enclave de gran belleza, con su trazado de callejuelas árabes. Destacan dentro de su casco histórico, que en realidad es todo el pueblo, su iglesia parroquial, la monumental y espectacular fuente de Carlos V, la casa de Jorge Manrique, los baños árabes y su peculiar plaza de toros.

Una vez en Segura, además de disfrutar de la belleza de la villa nos veremos rodeados por la Sierra de Segura donde sin duda encontraremos muchas rutas y zonas para disfrutar la naturaleza, como el bello enclave del pantano de las Anchuricas y una magnífica oferta gastronómica con el plato estrella del cordero segureño.


La Iruela





Es este un pequeño pueblo situado muy cerca de Cazorla, por lo que es posible visitarlos los dos en la misma ruta, ruta que por otro lado nos acerca al Parque natural de Cazorla, imprescindible visita si habéis llegado hasta estas tierras.

La Iruela es un tranquilo y pintoresco pueblecito de calles encaladas con fachadas cubiertas por sus típicos emparrados. En la parte más alta se sitúa su Castillo, cuya figura da forma a la localidad. De origen musulmán, construido en varias etapas durante la época prebereber y bereber y con una torre del homenaje ya de época cristiana. Fortaleza inexpugnable por su situación geográfica. Su torre-puerta de construcción medieval sirvió de campanario a la contigua iglesia de Santo Domingo de Silos. El conjunto que forman las ruinas de la iglesia y el castillo están declarados conjunto histórico-artístico.

Dentro del recinto del Castillo encontramos las ruinas de la Iglesia de Santo Domingo. Una bella iglesia desgraciadamente casi derruida de la que solo quedan un par de paredes, testigo mudo de su pasado esplendor.  El estado ruinoso se debe al saqueo e incendio de las tropas francesas en la Guerra de Independencia del siglo XIX. La iglesia se construyó en la época de la Reconquista. En el siglo XVI el viejo templo medieval fue reemplazado por uno nuevo, de estilo renacentista y atribuida a la escuela de Vandelvira. Solo quedan restos de la bóveda del altar mayor, de medio cañón con casetones y restos de pinturas. Conserva la portada de acceso, de modelo renacentista.

Canena.





Canena es un bonito pueblo situado en el centro de la provincia de Jaén, bastante cerca de las monumentales villas de Úbeda y Baeza. Destaca al acercarnos su bella estampa derramada sobre una loma y coronada por su castillo-palacio renacentista, atribuido al arquitecto más destacado del renacimiento en esta zona, Andrés de Vandelvira. Otros monumentos destacados de la localidad son su iglesia parroquial y su ermita. 

Es bastante conocido también el balneario que se encuentra en la parte baja del pueblo  y que constituye un buen lugar de refugio frente al calor estival, ya que su densa vegetación ofrece un oasis donde refugiarse cuando el sol del verano aprieta por la zona. 

jueves, 10 de enero de 2019

Elizondo. Siguiendo los pasos del guardián invisible.




Como parte de nuestra ruta por Navarra, realizamos una visita a esta bella localidad situada en el corazón del Valle del Baztán. Esta población ha visto aumentado el número de visitantes en los últimos años al ser el escenario de la famosa novela  "el guardián invisible", de la escritora Dolores Redondo. 

Nosotros pernoctamos dos noches en Elizondo, pero solo dedicamos un día a visitarla en profundidad, ya que fue también nuestra base para visitar otras localidades cercanas como Zugarramurdi o Maya, de las que ya os he hablado en anteriores entradas. En nuestra visita a Elizondo decidimos ver aquellos lugares que reconocíamos de "el guardián invisible", más de la película,  los niños no habían leido el libro ni visto la película, ya que es algo oscura para ellos, pero si ciertos fotogramas, ya que les resulta divertido reconocer escenarios cinematográficos.

El primer escenario nos lo encontramos sin buscarlo y fue casi lo que determinó el hacer la ruta turística por el pueblo buscando los demás. Nos alojábamos en el hotel Elizondo y al salir por una de sus calles cercanas nos encontramos de frente un edificio que yo rápidamente reconocí como el Obrador Salazar. 



Desde aquí salimos por una calle lateral a la iglesia parroquial de Elizondo, iglesia de Santiago Apostol. El templo fue construido entre 1916 y 1925, sustituyendo a la anterior iglesia que se encontraba situada en la Plaza de los Fueros y que fue muy dañada en la gran inundación de 1913. Tal fue el nivel de devastación que se optó por construir una nueva en lugar de reconstruir la antigua. La iglesia fue financiada por un indiano, oriundo del pueblo, que fue el fundador de la cerveza coronita. Como homenaje a este y a su aportación podemos ver una corona y una espiga en una de sus torres. 




Proseguimos desde la iglesia en dirección a la Plaza de los Fueros y pasamos por delante de la chocolatería Malkorra Gozotegia, pastelería en la que la inspectora Salazar solía parar. Entramos y se nos hace la boca agua al contemplar todas las especialidades de chocolate y demás dulces que ofrece. No compramos la famosa torta Txantxigorri, una de las protagonistas de la novela, ya que la habíamos probado en nuestra estancia en Ochagavía. Pero no nos pudimos resistir a otras especialidades de dulces que parecían saltar desde los mostradores directos a nuestras papilas gustatívas. Llegamos pues saboreando estos hasta la Plaza de los Fueros, donde se encuentra el edificio del ayuntamiento. Es este un noble edificio barroco de finales del siglo XVII de planta rectangular, con piso inferior porticado con tres arcos de medio punto y piso superior recorrido por un largo balcón. Cerca de una de sus esquinas  se haya la piedra Botil Harri, que se utilizaba antiguamente para apuntar los tanteos de la pelota vasca. Esta piedra era acariciada por la inspectora Salazar cada vez que pasaba por esta plaza y le hacía transportarse a momentos vividos en su tumultuosa infancia. 




Seguimos camino paseando por la calle Jaime Urrutia, una de las más antiguas del pueblo, hasta llegar al punto donde debemos cruzar un puente sobre el rio  Bidasoa.



Así llegamos en nuestro paseo al punto más bello del pueblo y sin duda el más fotografiado, el puente de Txokoto con vistas a la presa del mismo nombre. Si hay un punto imagen de un pueblo, sin duda este lo es de Elizondo, te podrías quedar horas mirando desde este puente hacia la presa, tal es la belleza del paraje, acompañado de la música del agua.  Muy cerca de este puente se encuentra el bar Txokoto, frecuentado en la novela por varios personajes. 




Seguimos nuestro paseo por la orilla del rio hasta llegar a la casa de la tia Engrasi, casa número 38 de la calle Braulio Uriarte. Es esta la casa donde se aloja la inspectora Salazar durante su estancia en Elizondo. Es actualmente una vivienda rural, así que tenéis la posibilidad de vivir la experiencia completa. LLegados a este punto proseguimos por la orilla del rio hasta cruzar un nuevo puente y volver sobre nuestros pasos hasta nuestro hotel. 



No visitamos en esta ruta otros dos escenarios como son la comisaría de policía foral de Navarra y el cementerio de Elizondo, al estar más alejados del centro y porque queríamos aprovechar el resto de la jornada para hacer la ruta hacia la cascada del Xorrotín. 


Es este un bonito enclave en el que podemos ver dos cascadas de gran belleza, aunque todo el paraje lo es en realidad. La ruta parte de la localidad de Erratzu, muy cercana a Elizondo. Está diseñada como una ruta circular de diez kilómetros. Nosotros hicimos un poco de trampa, ya que los niños no querían hacerla entera, quizás culpa nuestra por la paliza que les dimos en la anterior ruta en la Selva de Irati. El caso es que el dueño del hotel donde nos alojábamos en Elizondo nos comentó que había la posibilidad de tomar un pequeño atajo para llegar a la cascada, algo que mis hijos parecieron entusiasmados de escuchar, con lo cual nos decidimos por este. Para tomar este atajo hay que entrar en Erratzu y tomar el camino, muy rural, que conduce al barrio, o aldea, de Golaspegui. 





Esta es una aldea muy pequeña y con poco sitio para dejar el coche, desde aquí parte un sendero descendente, con una salida poco señalizada al lado de unos contenedores y que a nosotros nos indicó amablemente un vecino. Desde este punto y en un recorrido lineal de poco más de media hora de ida y otro tanto de vuelta se accede a las cascadas. Si decidís hacer esta ruta en cualquiera de sus dos modalidades, circular o lineal, merece la pena, no solo por la cascada, sino por la belleza y serenidad de todo el camino. 




La visita a Elizondo y la belleza salvaje y a la vez serena que trasmite el valle hace de esta zona un destino más que recomendable.