miércoles, 29 de noviembre de 2017

Ruta del Rio Borosa. Parque Natural Cazorla.



El Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas es una zona protegida situada en la provincia de Jaén. Este entorno natural cuenta con una gran infraestructura turística, para algunos demasiada teniendo en cuenta que es un espacio protegido. Dentro del parque hay hoteles, apartamentos, restaurantes, pero también un museo, en el lugar conocido como Torre del Vinagre, un jardín botánico, y sobretodo cientos de rutas para poder disfrutar plenamente su belleza. 

Hoy os quiero hablar de una de estas rutas, quizás la más conocida y frecuentada del parque, la ruta del rio Borosa. Para iniciar esta ruta hay que desviarse de la carretera principal del parque a la altura del museo de la Torre del Vinagre y coger la carretera que sale en dirección a la piscifactoría. Es a la altura de la piscifactoría donde encontramos la zona de aparcamiento para iniciar nuestra ruta a pie.

La ruta completa tiene una longitud de 22 km ida y vuelta, pero la parte más bella y de menor dificultad son los primeros cinco km, hasta la zona conocida como la Cerrada de Elias. Esta parte discurre paralela al rio Borosa y nos ofrece un paisaje de gran belleza, con numerosos saltos de agua. Después de la cerrada de Elias la ruta se aleja del rio y comienza un ascenso más pronunciado que, sin perder su encanto, es quizás menos recomendable para hacerla con niños pequeños. El final de la ruta es la laguna de Valdeazores, momento en el que hay que iniciar el regreso.




La primera parte de la ruta, una vez dejado el coche, discurre por una pista forestal junto al cauce del rio Borosa, esta parte es tan accesible que es fácil encontrarse gente paseando incluso con carritos de bebé.  A unos tres km atravesamos el primero de los varios puentes sobre el Borosa.




La zona más bella es la de la Cerrada de Elias, este es un encañonamiento natural del rio por la que transcurre una antigua senda de pescadores. Hay unas pasarelas de madera  enmarcadas en paredes de roca por encima de las aguas del Borosa. En esta zona hay también una fuente en la que podemos aprovisionarnos de agua, puesto que a partir de aqui la ruta se aleja del rio, al llegar a la central eléctrica comienza un tramo en ascenso.




El continuar la ruta tiene su recompensa, puesto que nos va a llevar a contemplar el Salto de los Órganos, una cascada donde el rio Borosa se precipita en caida. La ruta sigue hasta unos túneles que son de fácil acceso. El segundo túnel desemboca cerca de la Laguna de Aguas Negras, a unos 10 km del inicio de ruta. En este punto la ruta se divide en dos, a la izquierda sale una senda que lleva al nacimiento del rio Borosa, es una distancia corta, menos de 500 metros, si optamos por atravesar la presa llegaremos en un km a  la Laguna de Valdeazores. A partir de este punto iniciamos el descenso.

Esta ruta es de gran belleza y fácil recorrido, por lo que la hemos hecho en varias ocasiones. En el pasado hemos aprovechado incluso para tomar un baño, ya que a lo largo del recorrido hay zonas en las que el agua se embalsa y hay un baño agradable, pero no sé si esto es posible en la actualidad, ya que las restricciones van cambiando y haciéndose más severas. Las últimas veces que hemos ido no hemos completado el tramo final, porque aunque es bonito, es duro para los niños, llegando solo hasta la cerrada de Elías.



La ruta se puede completar con una visita a la piscifactoría, en la que hay un centro de interpretación sobre el rio Borosa bastante interesante y de entrada gratuita. Este cierra temprano por la tarde así que si tenéis intención de verlo os recomiendo comprobar los horarios en este enlace turismoencazorla.

Otra visita interesante es la del centro de interpretación de la Torre del Vinagre y el Jardín Botánico. Al poco de dejar la carretera principal que va desde Arroyo frío hacia el pantano del Tranco, a la altura de la Torre del Vinagre, y coger la que conduce a la piscifactoria, hay un chiringuito bastante agradable para comer. En primavera y verano abre todos los días, pero es posible que el resto del año solo esté abierto los fines de semana. Allí al anochecer no es difícil observar jabalíes que bajan a beber cerca del rio.

domingo, 26 de noviembre de 2017

Tesoros egipcios en territorio europeo.



Siempre me ha apasionado el antiguo Egipto, pero no he tenido oportunidad de viajar a este fascinante país. No obstante mi fascinación no merma, alimentada por todos los mitos, películas y libros que he devorado sobre esta cultura. Por todo ello siempre llama mi atención cualquier pieza perteneciente a este periodo que tengo oportunidad de ver.

A lo largo de mis viajes por distintos paises europeos he encontrado algunas de estas piezas, la mayoría obeliscos en plazas, piezas en museos, pero también algunos templos.

Hoy quiero hablar de las que más han llamando mi atención. La primera de ellas es el templo de Debod en Madrid. Este templo fue un regalo del gobierno egipcio al gobierno español en 1968 como agradecimiento por su ayuda en el traslado de los templos nubios, el más famoso el templo de Abu Simbel. La construcción de la presa de Asuan amenazó ese templo, ya que quedaba por debajo del nivel de las aguas. Con la ayuda de algunos países entre los que estaba España, se consiguió trasladar este a una ubicación más elevada. La tarea no fue fácil ya que el templo estaba excavado en una montaña, esta se cortó literalmente y se traslado creando una montaña artificial para alojarlo. Como agradecimiento hoy podemos disfrutar del magnífico Templo de Debod situado en el parque del cuartel de la montaña, cerca de la Plaza de España en Madrid. Además de este templo, Egipto donó otros tres templos a otros países colaboradores, Dendur a Estados Unidos (Metropolitan Museum), Ellesiya a Italia (museo egipcio de Turín) y Taffa a los Países Bajos (Leiden)




Debod es especialmente bello al anochecer, por el reflejo del templo iluminado sobre el lago artificial que lo rodea. El interior del templo se puede visitar de forma gratuita aunque por motivos de conservación está limitada a 30 personas durante  un tiempo máximo de 30 minutos. Tiene dos niveles y en una de las salas podemos ver una maqueta de los templos Nubios. Podéis ver más información sobre este y su interior en este enlace Templo de Debod.

En España además de este templo se pueden ver algunas piezas egipcias en museos, las más importantes en el museo arqueológico nacional.

Uno de los países con más piezas egipcias en museos es Gran Bretaña. En el British Museum hay infinidad de sarcófagos, momias, estatuas y piezas de gran interés, entre ellas la famosa piedra roseta que fue la clave para descifrar los jeroglíficos egipcios. Más allá de la polémica sobre si estas piezas deberian estar en su país de origen o si es más seguro su conservación en este museo, lo que está claro es que en una visita a Londres este museo no puede faltar.

Piedra Roseta



Además de las piezas exhibidas en el British Museum, en Londres podemos ver también un obelisco situado a la orilla del Támesis, en la zona de Embarkment. Este obelisco forma parte de una pareja conocida como las agujas de Cleopatra. Se trataba de dos obeliscos idénticos de 21 metros de altura construidos para el faraón Tutmosis III en el siglo XV a.C. Esta pareja fue dividida, una  está en Central Park en Nueva York y la otra en la capital británica. Fue un regalo hecho en el siglo XIX por el gobierno egipcio. 



Si hablamos de obeliscos tenemos que fijarnos en una capital europea, Roma. En sus plazas encontramos trece obeliscos, cinco fueron construidos por los romanos y los otros ocho proceden de Egipto. Supongo que serían tomados prestados por el ejército del antiguo imperio romano cuando Egipto pasó a ser una de sus provincias. Llamó mi atención por su gran tamaño el que se encuentra  en la Plaza de San Pedro del Vaticano. El origen de este obelisco no es fácil de conocer al  carecer de inscripciones. Parece provenir de la antigua capital egipcia de Heliópolis, Octavio, después emperador César Augusto, ordenó su traslado a Alejandría en el año 30 antes de Cristo. Fue el emperador Calígula el que lo trasladó a Roma para adornar su circo. En 1586 el papa Sixto V ordenó su traslado a la plaza de San Pedro ya que según decía había sido testigo mudo del martirio de San Pedro que tuvo lugar cerca del antiguo circo de Calígula.  El traslado e instalación fue todo un reto, imaginemos el que supuso su traslado de Egipto a Roma en la época de Calígula, aunque no creo que los romanos estuvieran faltos de mano de obra  a bajo coste. Además de este, destacan también el obelisco Flaminio situado en la plaza del Pópolo y el obelisco de Letrán situado frente a la Archibasílica de San Juan de Letrán, este es el más antiguo que aún se conserva en pie y procede del templo de Amón.

Plaza San Pedro del Vaticano.


Además de los obiliscos de sus plazas, en los museos vaticanos es también posible ver una gran colección de arte, esculturas, momias y otros objetos del Antiguo Egipto, estos sin llegar al nivel del museo Británico, forman una colección bastante impresionante.




Otra de las capitales europeas donde es posible ver obeliscos egipcios es París,  destaca el de la plaza de la Concordia. Este procede del templo de Lúxor. Llegó a París en 1830 después de una polémica donación del entonces Vali de Egipto Mehemet Alí. La donación era de dos obeliscos, el segundo de los cuales no llegó a salir de Egipto y cuya donación fue revocada por François Mitterrand en 1981. El obelisco está realizado con granito rosa de Asuán y mide 23 metros de alto. Entre los motivos que lo adornan está la figura de Ramsés II haciendo una ofrenda al dios Amón-Ra. El piramidón dorado que lo corona fue recubierto de láminas de bronce y oro, añadidas en mayo de 1998. Su base original con decoración de babuinos está expuesta en el museo del Louvre.





Estas piezas son magníficos testigos de una cultura fascinante que no deja de sorprendernos y deslumbrarnos a pesar del paso del tiempo. 

miércoles, 22 de noviembre de 2017

City of London. El origen de Londres.




Dentro de nuestro viaje de seis dias a Londres, este es el  día dedicado a la City, la  zona más moderna y a la vez más antigua de Londres, al ser el centro financiero y también el núcleo originario de la ciudad. El origen de Londres lo tenemos que buscar en la Londinium romana, un asentamiento a la orilla del rio Támesis, del que se conservan algunos restos de muralla dentro de la Torre de Londres. El núcleo antiguo de la urbe romana, la City de Londres mantiene básicamente su perímetro medieval de una milla cuadrada. Hoy esta zona conserva edificios medievales como la Torre de Londres, pero destaca su arquitectura moderna al ser el centro financiero, con muchos edificios punteros en arquitectura

La Londres medieval fue prácticamente devastada por el gran incendio de 1666, el fuego destruyó el centro de la ciudad medieval dentro de la vieja muralla romana. Este es el motivo por el que se conservan pocos edificios de esta  época.  Solo se salvaron algunos, como la Torre de Londres o la iglesia del Temple. Nada más salir del metro en Monument, nos encontramos con el monumento al gran incendio de Londres. Es posible subir a este, pero nosotros no lo hicimos, ya que teníamos una visita concertada en el cercano edificio del Skygarden. 





El Skygarden es un moderno rascacielos fácilmente reconocible, su última planta es un gran jardín interior desde cuyas paredes acristaladas es posible tener una fantástica visión de Londres desde las alturas. Esta visión rivaliza en belleza con la que se puede obtener desde el London Eye, si bien la vista es ligeramente diferente, puesto que desde aquí se aprecian mejor los modernos edificios de la City, la Torre de Londres y el Puente de la Torre, mientras que desde el London Eye hay una mejor visión de las Casas del Parlamento. La gran ventaja del Skygarden es que la visita es gratuita y además todo lo relajada que uno quiera. Ademas al ser reservada la cola es mínima ya que se respeta escrupulosamente el horario. El London Eye es bastante caro y además hay bastante cola, mínimo una hora para subir.






El acceso al Skygarden está limitado,  hay que reservar las entradas en su página oficial skygarden.london. Están disponibles  entre una y tres semanas antes de la fecha elegida, por lo que hay que estar atentos porque se agotan rápido. Otra opción para subir si no has conseguido el pase gratuito es hacer una reserva en uno de sus restaurantes, pero esta opción no es nada económica. 

Nosotros llegamos al Skygarden poco antes de las 10 de la mañana, ya que teníamos reserva para las 10,15. Subimos al edificio y estuvimos un rato paseando por el interior y disfrutando de la maravillosa vista que nos ofrece. El dia estaba lluvioso asi que para nuestra decepción la terraza exterior estaba cerrada, afortunadamente paró de llover y la abrieron.



Tras la visita fuimos andado hasta la Torre de Londres. Aconsejo llevar las entradas compradas con antelación para evitar colas en las taquillas. En la página discount-london.com es posible comprar entradas combinadas de las principales atracciones de Londres con descuento. Nosotros compramos la entrada de la Torre de Londres junto con el London Eye y ahorramos un 20% sobre el precio de estas dos atracciones solas. Al llevar la entrada ya desde casa solo hay que cambiarla por la entrada oficial en una taquilla diferente que no tiene cola. Llegamos a la Torre de Londres y nos dirigimos  directamente a ver las joyas de la corona, al ser la parte  más concurrida. Esto fue un gran acierto, puesto que prácticamente no esperamos ni diez minutos para entrar y al salir vimos que la cola era ya importante. Tras ver las joyas de la corona, donde desafortunadamente no se pueden tomar fotos, nos dedicamos a ver tranquilamente el resto del complejo. 




La  Torre de Londres es una fortaleza medieval construida en el siglo XI, bajo el reinado de Guillermo I. A lo largo de su historia ha servido como residencia real, arsenal, fortaleza y prisión. Durante mucho tiempo fue el lugar donde eran encarcelados todos aquellos que ofendían al monarca. Hoy es posible aún ver graffitis en las paredes de las celdas donde vivieron estos presos. Hubo muchos personajes relevantes entre estos prisioneros, algunos fueron ejecutados en la Torre, como la reina Ana Bolena.

Dentro de la Torre podemos ver, además  del eficicio donde se custodia  la colección de las Joyas de la corona, la Torre Blanca que es el edifico central y más antiguo de esta. Construida entre los años 1078 y 1100.





Hay una leyenda sobre la Torre y sus famosos cuervos, esta dice que si los cuervos desaparecen se desplomaría la Torre y con ella el reino. Para evitar esto uno de los guardias de la Torre, conocido como Ravenmaster (maestro de los cuervos) cuida de estos y les corta los extremos de una de las alas para evitar que se escapen.



Podemos visitar también la zona del palacio medieval que servía de residencia para los miembros de la realeza. En este se conservan algunos restos de mobiliario de la época.



La puerta de los traidores que era por donde entraban estos prisioneros desde el rio.



Además se puede visitar también el museo de los fusileros, distintas torres del perímetro de la fortaleza como la bloody Tower, una recreación de una sala de torturas y otras estancias donde hay una exposición de más joyas y coronas que sin ser tan impresionantes como las famosas joyas de la corona también merecen una visita y que no suelen tener cola. 

Dentro del recinto hay también servicios, cafetería y restaurante además de varios puntos de información. Se ofrecen visitas guiadas gratuitas pero son en inglés. La visita completa no os llevará mucho menos de tres horas. 


Al salir nos dirigimos al Puente de la Torre, no confundir con el Puente de Londres. Atravesamos este disfrutando de la visión de uno de los monumentos más emblemáticos y conocidos de la ciudad. Una vez al otro lado del rio, paseamos en dirección al puente de Londres.




Este área está muy ambientada, con numerosos restaurantes y locales de ocio y puesto que el dia había mejorado había mucha gente disfrutando esta zona.



Paseamos por la orilla del Támesis hasta el puente de  Londres y  Borough Market  y comimos allí. Borough Market ofrece la posibilidad de comer en sus muchos puestos multiculturales, nosotros elegimos comida india.  Tras la comida nos dirigimos hacia la  Southwark Cathedral, que también visitamos. Es curioso ver como la moderna ciudad ha engullido este impresionante edificio al que nos costó encontrar el acceso ya que se encuentra a un nivel inferior al de la calle principal.



Seguimos en dirección al  Globe, el Teatro de  Shakespeare, este es una fiel reproducción del teatro original de 1599 que se ha situado a solo 200 metros de la ubicación primitiva de este. No fue posible ver el interior debido a su horario tan limitado, así que seguimos en dirección a la Tate Modern. Este es un museo de arte moderno, como todos los museos británicos es de entrada gratuita. Desafortunadamente la hora de cierre es las seis de la tarde, por lo que solo pudimos estar una hora en su interior. 




Desde aquí cruzamos el magnífico puente del milenio hacia  Saint Paul Cathedral. Nuestra intención era asistir a la misa de las cinco de la tarde para poder acceder de forma gratuita al interior, pero salimos de la Tate Modern después de las seis por lo que no fue posible. Esta es una buena opción si queréis ver el interior. También se puede hacer en la Abadia de Westmister, en este caso si que lo hicimos en uno de los dias anteriores de nuestro viaje a Londres y la verdad es que además de ahorrarte el importe de la entrada, la misa por el rito anglicano es bastante curiosa, a mi me pareció una grata experiencia.



Volvimos paseando por la orilla del Támesis  hasta llegar a la zona conocida como Temple Garden. Allí nos adentramos en las estrechas callejuelas de la zona de Temple. Esta es la zona de los abogados y es totalmente diferente al resto de la ciudad, son calles muy tranquilas, ajardinadas, algunas con entrada a través de puertas que dan acceso a pasajes que parecen privados pero no lo son. En esta zona visitamos la iglesia del Temple, llamada así por ser construida por los templarios en el siglo XII. Lo más curioso de esta iglesia, además de su forma redonda,  son las tumbas de templarios con sus efigies que hay en el interior. En la actualidad además de para visitas turísticas, el edificio se puede reservar para diversos actos, en esta ocasión había un evento privado por lo que no tuvimos acceso al interior.



Seguimos paseando por la orilla del Támesis hasta la zona de Embarkment,  donde se puede ver un obelisco y unas figuras de esfinges.




El obelisco forma parte de una pareja conocida como las Agujas de Cleopatra, esculpidas en el siglo XV antes de Cristo. En el siglo XIX fueron transportados a Londres y Nueva York respectivamente. La aguja de Londres fue un regalo que se hizo en 1819 para conmemorar las victorias de Lord Nelson.

Seguimos paseando hacia Westmister, pasando por delante de la sede de Scontland Yard, que no podemos dejar sin fotografiar.



Finalizamos nuestra jornada en Westmister donde tomamos el metro en dirección a Earl Court que es la zona donde se encuentran nuestro hotel en Londres. 



Podéis ver el itinerario completo de nuestro viaje a Londres en este enlace.misplanesdeviaje. Londres

domingo, 19 de noviembre de 2017

Catedral de Jaén.




Cuando pensamos en el renacimiento nos viene a la mente un país, Italia, y una ciudad, Florencia. Pero muchos no saben que en el Sur de España hay una zona con una gran concentración de edificios renacentistas de gran belleza, esta zona es Jaén, donde se encuentran las ciudades patrimonio de la humanidad de Úbeda y Baeza. Y si hablamos de un grandioso edificio renacentista tenemos que dirigirnos a la Catedral de Jaén. 

La Catedral de Jaén es una de las más bellas catedrales renacentistas del mundo. Fue diseñada por Andrés de Valdelvira, uno de los grandes arquitectos del renacimiento español. La catedral se ubica en la Plaza de Santa María, en la capital jiennense. Enfrente se encuentra el Palacio del Ayuntamiento y a su lado el Palacio Episcopal.



Su construcción es un largo proceso en el que, sobre el suelo de una anterior mezquita, se construye un templo de estilo gótico que debe que ser parcialmente derribado por problemas estructurales. En 1551 se inician las obras de la catedral actual según los planos de Andrés de Vandelvira. Se aprovecha parte del anterior templo  como los basamentos y algunos lienzos de muros. El  proyecto  renacentista tal como lo diseñó Vandelvira sería respetado por los sucesivos arquitectos que dirigieron las obras hasta el final, aunque la decoración final se barroquizara. Su construción se vió afectada por la crisis económica del final del reinado de Felipe II,  siendo consagrada en 1660. El estar consagrada no supuso el fin del proyecto, sino que este continuó, en 1688 se culminó la fachada, durante el siglo XVIII se finalizó del coro, a finales del XVIII se decoraron las capillas y fue erigido el tabernáculo y el ostentorio del altar mayor y también se iniciaron las obras del sagrario. Fue en 1801 cuando se dió por finalizada la construcción de este templo.







Dentro de la catedral es posible distinguir perfectamente la mano de Vandelvira, en la cúpula, en los arcos , en sus columnas corintias de fustes estriados con bastones a distintas alturas, típico de Vandelvira. Esto es especialmente visible en la sala capitular y la sacristía, que son la obra cumbre de Vandelvira y una de las más importantes del renacimiento español. Su fachada principal es de estilo barroco, construida tras la consagración del templo en 1660 a partir del diseño de Eufrasio López de Rojas. Es una fachada única por el hecho de poseer balcones, estos estaban en el proyecto inicial de Vandelvira, fueron diseñados para poder exhibir la reliquia del Santo Rostro.  El coro es uno de los más grandes de España, fue finalizado en el siglo XVIII,  fue motivo de polémica en su construcción por exceder el tamaño inicialmente previsto. A consecuencia del terremoto de Lisboa, en 1775, fue necesario realizar obras de consolidación en la fachada norte y reconstruir la capilla del Sagrario.






La Catedral está dedicada a la Asunción de la Virgen desde que en 1246 fuera consagrada la antigua Mezquita sobre la que está edificada esta. En el interior de la Catedral se custodia la reliquia del Santo Rostro o "Verónica" considerada por muchos el auténtico rostro de Jesucristo, que quedó plasmado en el lienzo con el que la Verónica le secó la cara durante su pasión. Sobre como llegó esta reliquia a Jaén hay varias versiones y sobre su autenticidad numerosos artículos a favor y en contra, pero sin duda no te puedes ir de la Catedral sin verla.




En 2008 se inició el proceso para que la catedral de Jaén fuese declarada Patrimonio de la Humanidad.

Nosotros visitamos la Catedral de Jaén con una visita guiada que me pareció muy interesante, pues nos indicaron detalles que de otra forma me hubieran pasado desapercibidos.  La entrada a la Catedral tiene un coste de 5 euros para los adultos y 1,50 para los menores de 16 años, incluye audioguia. La entrada da acceso , además del templo, a la sacristía, sala Capitular, sillería del coro, antiguo panteón de Canónigos, que actualmente alberga la Exposición de Arte Sacro, y también las Galerías altas. El horario varía según la época del año y el día, para consultarlo ir a catedraldejaen.horarios.

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Para los amantes del arte renacentista y los que quieran tener una visión más global de la arquitectura de Vandelvira, recomiendo visitar otras obras suyas como la Catedral de Baeza o la Capilla del Salvador de Úbeda, así como el centro de interpretación de Vandelvira situado en los sótanos del Palacio Vazquez de Molina de Ubeda.