viernes, 27 de diciembre de 2019

Lago de Como. Ruta de un día por los pueblos del lago.





Este año hemos aprovechado el Puente de la Constitución para hacer una escapada a Italia. La zona escogida es la Lombardía, en el norte del país. El primer día lo dedicamos a visitar la localidad de Bérgamo y el siguiente traspasamos la frontera suiza para visitar Lugano. Tras esto tomamos un tren hacia Como, donde pasaremos dos noches para tener la oportunidad de visitar esta bella localidad y hacer una ruta por algunos de los pueblos de su espectacular lago. El lago de Como tiene forma de "Y" invertida, siendo las localidades de Como y Lecco las que coronan las dos ramas cortas de la "Y". Es uno de los más profundos de Europa y  el tercer lago más grande de Italia, después del lago de Garda y el lago Maggiore. 

Llegamos a Como en tren, procedentes de Lugano, y bajamos desde la estación, recorriendo las calles adornadas con motivos navideños,  hasta llegar a una de las plazas cercanas al lago. Allí nos encontramos con un mercadillo navideño y con el espectáculo de la proyección de luces en las fachadas del centro histórico. Esto crea una atmósfera muy navideña. Las luces y las proyecciones son muy elegantes y se acompañan con una música de villancicos muy bonita, creando un ambiente precioso. Tras dejar el equipaje en el alojamiento, un bed and breakfast muy céntrico, decidimos dar una vuelta nocturna para disfrutar este ambiente navideño.








Al día siguiente habíamos pensado hacer una ruta en barco por el lago, pero al ser invierno los horarios de los barcos son muy limitados, o muy temprano en la mañana o ya a partir de las doce, por lo que optamos por tomar un autobús hacia Bellagio. Los pueblos del lago están muy bien comunicados entre sí por autobús y el coste de este es barato. En poco más de una hora llegamos a Bellagio. 

El autobús nos deja en las afueras del pueblo, a la orilla del lago y desde allí tenemos una preciosa vista de esta localidad, una de las más famosas del lago, aunque a nosotros no fué la que más nos gustó, pero, no adelantemos acontecimientos...




Nos dirigimos hacia la plaza de la localidad, donde también hay algunos puestos navideños y un Papa Noel muy logrado haciéndose fotos con los niños del pueblo, o ellos con él. Caminamos hacia el Grand Hotel Villa Serbelloni, pero se encuentra cerrado en esta época del año, por lo que nos dedicamos a pasear tranquilamente recorriendo las calles del pueblo. Además de sus pintorescas calles destacan en la localidad la Basílica de San Giacomo, de estilo románico y la iglesia de San Giorgio, del siglo XII. En nuestro recorrido pasamos también por delante de la que fue casa del compositor Liszt.




Bajamos de nuevo hasta la plaza para ir paseando por la orilla del lago hasta Villa Melzi, pero desgraciadamente también está cerrada. Este es el inconveniente de visitar el lago de Como en invierno, algunas villas o emblemáticos hoteles se encuentran fuera de temporada, la ventaja es disfrutar el lago sin aglomeraciones, no en soledad pero sí con mucha calma. Lo que más llama la atención de esta villa son sus magníficos jardines, que permiten un agradable paseo a orillas del lago. Muy apreciado es su camino de los plátanos, un sendero a lo largo del lago que conduce a la villa y está flanqueado por una hilera de plataneras, magníficamente podadas en forma de paraguas con ramas muy extendidas horizontalmente para garantizar sombra y frescura. El mismo tipo de poda había sido adoptado a lo largo de las carreteras de Francia para proteger la marcha de los ejércitos  de Napoleón, del Sol y el calor. 

Dado que no podemos visitar la villa, cuyo jardín fue premiado en Julio de 2016 con el título de jardín más bello de Italia, volvemos hacia el pueblo con  intención de tomar un barco y cruzar a la orilla opuesta del lago para visitar Tremezzo. Esperamos la llegada del barco en una coqueta cafetería de su plaza.


El recorrido en barco es de apenas 20 minutos, pero los disfrutamos mucho, ya que la belleza del lago se intensifica cuando lo aprecias desde el agua. El paseo nos regala imágenes preciosas de los pueblos costeros con el telón de fondo de los Alpes y sus primeras nieves. 











Llegamos al embarcadero de Tremezzo y vamos paseando por el paseo que bordea el lago, desde el que se intuye el lujo y glamour que derrocha esta zona con sus magníficas villas. Pasamos por delante del Gran Hotel, también cerrado en esta época y llegamos a la famosa Villa Carlotta. 






Esta conocida villa fue construida por el banquero milanés Giorgio Cierici a finales del siglo XVII. En el año 1843 fue adquirida por la princesa Marianna de Nassau como regalo de boda para su hija Carlotta, de la que toma su nombre. Realizamos la visita a la famosa villa y después de hacerlo tengo que decir que está sobrevalorada. Sin despreciar la belleza de sus jardines, algo deslucidos al ser invierno, los 10 euros que cuesta la entrada no se justifican, ya que la decoración interior de la villa es nula o inexistente, está musealizada y prácticamente vacía. Nos decepcionó bastante, y más teniendo en cuenta que es posible visitar una villa con bastante mejor decoración interior y totalmente gratís, Villa Olmo, en la localidad de Como. 

Después de la visita a Villa Carlotta volvemos en dirección al embarcadero y sobrepasamos este en dirección al bonito parque de Teresio Olivelli, situado a orillas del lago. Enfrente del parque se encuentra la iglesia de San Lorenzo, que no visitamos al estar cerrada.  


Parque Teresio Olivelli.

Después de pasear un poco más por la zona nos vamos a la parada del autobús, en la misma Via Regina, para tomar un autobús hacia Menaggio, al que llegamos en apenas 10 minutos. Esta pueblo sin ser feo no nos parece gran cosa, por lo que tras comer en una pizzería  decidimos tomar otra vez un barco y cruzar de nuevo el lago hasta Varenna. 


Menaggio.



Llegamos al atardecer y quedamos totalmente prendadas por la belleza de la villa,  nos encanta. Vamos paseando desde el embarcadero hacia la zona del puerto, disfrutando la vista de esta pintoresca localidad y sus casitas de colores.  Subimos hacia la plaza de la Iglesia,  donde vemos una iglesia románica y la iglesia parroquial. Se nos hace de noche callejeando entre sus bonitas calles. 







Para volver a Como decidimos hacerlo en barco, por lo que tomamos uno de los barcos rápidos, que en apenas 50 minutos nos dejará en esta localidad. Al ser de noche, en invierno anochece sobre las cinco de la tarde, no nos permite disfrutar tanto la travesía. 




Al llegar a Como damos una vuelta por su casco histórico disfrutando nuevamente de su ambiente navideño, al día siguiente nos dedicaremos a visitar en más profundidad esta localidad. Esto os lo relataré en otra entrada del blog. 

jueves, 19 de diciembre de 2019

Lugano, una ciudad suiza con acento italiano.



En la segunda jornada de nuestra escapada a la Lombardía italiana decidimos cruzar la frontera hacia la vecina Suiza para conocer la localidad de Lugano, situada a orillas de un precioso lago de su mismo nombre.

Habíamos iniciado nuestra andadura en la localidad italiana de Bérgamo, y desde allí tomamos un tren temprano en la mañana, que después de hacer escala en Milán, nos conducirá a Lugano. Llegamos a la estación de tren, situada en el centro de la localidad y dejamos nuestras maletas en consigna, ya que nuestra intención es dormir en la cercana localidad italiana de Como. 

Desde la estación descendemos hasta la cercana Catedral de San Lorenzo, que será nuestra primera visita. La Catedral fue fundada en la Alta Edad Media, pero reconstruida en el siglo XV, con la fachada terminada en 1517 en estilo renacentista temprano. Su ubicación  permite disfrutar unas vistas panorámicas muy bonitas de la ciudad, el lago y los alrededores montañosos.







Después de la visita a la catedral seguimos descendiendo en dirección al lago, atravesando las bellas calles y plazas de esta ciudad, entre las que destaca  via Pessina con sus soportales y su ambiente comercial. Llegamos hasta la Piazza Riforma, engalanada con un gran árbol de navidad y continuamos caminando por la orilla del lago. Aquí podemos disfrutar con la vista del monte San Salvatore, conocido como el pan de azúcar de Lugano, por su semejanza en forma con el brasileño.


Tomamos dirección hacia el parque Cívico-ciani por el que damos un agradable paseo. Este parque situado a orillas del lago de Lugano, tiene un área de 63.000 metros cuadrados y es el pulmón verde de la ciudad. Con sus caminos peatonales, entre árboles y arriates de flores, siguiendo la orilla del lago, constituye un agradable lugar para pasear y disfrutar la naturaleza. 




Nuestra intención es tomar el funicular que sube hasta el Monte Bre, para disfrutar la vista de la localidad y de los Alpes. Para llegar hasta allí anduvimos unos 20 minutos aproximadamente desde el Parque Cívico, pero como el día está soleado se convierte en un agradable paseo. Llegamos hasta la indicación del funicular. Este tiene dos partes, una primera gratuita que nos sube a un primer nivel, residencial, desde donde parte el otro funicular.



Al llegar a la taquilla descubrimos que el coste de subir y bajar del monte es de 25 euros por persona, lo que nos parece excesivo, por lo que optamos por no hacer el recorrido.  Damos un corto paseo por la carretera de subida disfrutando de las vistas y emprendemos el regreso hacia el centro de Lugano. Allí paramos en una de las cafeterías con vistas al lago para comer. Lugano es una ciudad bastante cara, pero el coste del funicular nos ha parecido desorbitado, habida cuenta de que tampoco teníamos demasiado tiempo para disfrutar en la cima del monte Bre.

Monte Bre


Monte San Salvatore desde Parque Cívico.


Tras la comida anduvimos en dirección contraria al parque Civico,  por la orilla del lago, hasta llegar a la iglesia de Santa María de los Ángeles.  En esta iglesia podemos ver el fresco más famoso del Renacimiento en Suiza. Este impresionante fresco cubre una pared entera en la nave central de la iglesia . La obra "Pasión y crucifixión de Cristo" fue creada en 1529 por Bernardino Luini,  discípulo de Leonardo da Vinci. En la pared izquierda hay otro fresco, este con motivo de la última cena,  de Luini, que muestra también una gran influencia de Leonardo Da Vinci.




Tras la visita a la iglesia tomamos la lujosa Via Nassa para volver al centro y después callejear un ratito más disfrutando los mercadillos navideños. Nos encaminamos a la Plaza Cioccaro, desde donde tomamos el funicular que nos subirá a la estación de tren. Allí recogemos nuestras maletas y tomamos un tren con destino Como, donde pasaremos dos noches para conocer esta bonita ciudad y los pueblos del hermoso Lago de Como.

jueves, 12 de diciembre de 2019

Bérgamo.



Nuestra primera etapa en la ruta por la Lombardía italiana fue la ciudad de Bérgamo. Fue una parada pensada por la cercanía del aeropuerto Orio al Serio, que está a pocos kilómetros de esta, y que al final nos terminó encantando.

Bérgamo es una ciudad en la que se pueden distinguir dos zonas, la Cittá Alta o ciudad medieval y la Cittá Baja o ciudad más moderna y comercial. Para nuestra estancia escogimos un bed and breakfast situado en la parte baja, pero a poca distancia del funicular que sube a la ciudad alta.


Plaza de la ciudad baja.


Llegar desde el aeropuerto hasta Bérgamo es fácil y barato, nada más salir del aeropuerto hay unas marquesinas donde unos autobuses urbanos conectan con la ciudad, con mucha frecuencia y un coste de 2.40 euros el trayecto. El billete se compra en una máquina en la misma parada, es bastante sencillo, y luego hay que picarlo al entrar en el autobús. Esto es bastante importante porque no basta con comprar el billete, ya que muchos no tienen caducidad y son reutilizables, por lo que hay que picarlos para evitar multas. 

El autobús nos dejó en la estación de tren de Bérgamo, que estaba a 15 minutos caminando de nuestro hotel. Tras dejar las maletas y explorar la coqueta placita en la que este se encontraba nos dispusimos a subir a la ciudad alta. En el hotel nos recomendaron subir en autobús en lugar de en el funicular. El coste es el mismo y el autobús te dejará en la parte más alta del casco antiguo, mientras que el funicular te deja en la plaza de abajo de este. Es más cómodo empezar la visita desde arriba e ir descendiendo. La línea que sube hacia la ciudad alta es la uno, y se puede tomar en la estación de tren o a lo largo de la avenida que parte de esta. 

Llegamos  en autobús a la ciudad alta y justo al bajar nos topamos con tres policías locales en la puerta el autobús haciendo un control de billetes, menos mal que lo habíamos picado y todo estaba en regla, si no hubiera tocado empezar con multita. Entramos  a la ciudad alta por la Plaza de la Ciudadela. Allí encontramos un coqueto restaurante donde comimos unas deliciosas pizzas. Como viajamos en el mes de diciembre anochecía temprano, sobre las cinco de la tarde, por lo que quisimos comer ligero para no perder mucho tiempo y que nos diera tiempo a visitar Bérgamo, ya que a la mañana siguiente nos marchábamos hacia Como. El centro histórico de Bérgamo tiene el tráfico restringido, por lo que es una delicia pasear por sus calles, en nuestro viaje engalanadas con la decoración navideña a la que tanto partido saca la elegancia italiana. Era un verdadero placer ver la decoración de escaparates y las calles tan coquetas. Paseando, paseando, llegamos a la Plaza Vecchia, lugar de gran belleza en la que destaca su fuente central, con un aire a la fuente de los leones de la Alhambra de Granada.





En esta plaza encontramos también el Palazzo della Ragione y la torre Campanone, a la que se puede subir.




El Palazzo della Ragione fue edificado a finales del siglo XII. Al igual que otros palacios comunales italianos de época medieval, tiene una planta baja abierta por tres lados mediante pórticos. El palacio nació como uno de los primeros palacios comunales de Italia, construido hace casi mil años para acoger las asambleas públicas de la ciudad. Su denominación procede  de la época en la que se utilizó como tribunal. Aquí los jueces escuchaban y decidían utilizando su "razón", en italiano "ragione".




La Torre Civica o Campanone, se alza sobre la plaza con sus 52,72 metros de altura. En su cumbre se encuentra la campana más grande de Lombardía. Cada noche a las diez, el Campanone toca sus 100 tañidos, como recuerdo del antiguo cierre de las puertas de la ciudad. 

Detrás del Palazzo della Ragione  encontramos la Capilla Colleoni, con una fachada de gran belleza, aunque su interior no es muy interesante. Es esta una capilla/mausoleo construida entre 1472 y 1476. La fachada se caracteriza por el uso de decoraciones en forma de rombo realizadas con mármol policromado de colores rojo, blanco y negro. Tiene un gran rosetón, flanqueado por dos medallones con los retratos de Julio César y Trajano.




Al lado de la capilla está una de las puertas de entrada de la Basílica de Santa María la Mayor, franqueada por cuatro leones rojos. Una peculiaridad de esta basílica es la falta de una entrada central, de hecho los cuatro accesos a la iglesia son todos laterales. En el lado norte, la puerta de los Leones Rojos, en la plaza del Duomo. En cambio, en el lado sur mira hacia Piazza Rosate con la puerta de los Leones Blancos. La coloración se debe al tipo de mármol utilizado.  El exterior de la basílica conserva la estructura arquitectónica original de estilo lombardo-románico.




Su interior conserva la planta original de cruz griega, la decoración sin embargo es fruto de la renovación barroca realizada en el siglo XVII. Las paredes están decoradas con bellos tapices del siglo XVI y XVII.




El conjunto de la Plaza Vecchia es de gran belleza y proporcionalidad y un estilo italiano muy definido, a mi personalmente me encantó.  

Rodeando la Cittá Alta están las murallas venecianas, más de seis kilómetros de largo y lugar ideal para románticos paseos y para observar la ciudad al atardecer. Las murallas están formadas por 14 baluartes, dos plataformas, 100 aberturas para cañones, dos polvorines, cuatro puertas y un complicado sistema subterráneo de salidas.




Tras la visita nos bajamos andando hacia nuestro alojamiento, situado en una coqueta plaza de la zona comercial, también elegantemente decorada para las fiestas navideñas. Nos disponemos a descansar para continuar al día siguiente nuestra ruta por Lombardía, siguiente parada Como y su lago. 


sábado, 30 de noviembre de 2019

Alcaudete. Castillo Calatravo







Alcaudete es una localidad de la provincia de Jaén, forma parte de la comarca Sierra Sur, en la parte occidental de la provincia.  Jaén es  la zona de Europa con más densidad de castillos. Esto ha propiciado el desarrollo de la ruta turística Castillos y Batallas, que discurre por las provincias de Ciudad Real, Jaén y Granada, sin bien la mayoría de esta se sitúa en Jaén. El castillo de Alcaudete se encuentra dentro de esta ruta, y es este el objetivo principal de nuestra excursión a esta localidad. 

Llegamos a Alcaudete tomando la A-316 desde Jaén, tomamos la primera entrada a la localidad y seguimos las indicaciones hacia el castillo. Siguiendo estas indicaciones llegamos hasta la iglesia de Santa María la Mayor, a cuyos pies hay una zona de aparcamiento. En este mismo lugar se encuentra la oficina de turismo.


La iglesia de Santa María la Mayor es la iglesia principal de Alcaudete. Se edificó en la primera mitad del siglo XVI y en ella encontramos dos estilos claramente diferenciados, un cuerpo gótico de tres naves y una capilla mayor renacentista. La Iglesia tiene dos portadas situadas en orientación oeste y sur. Ambas están basadas en la iconografía mariana y mezclan elementos renacentistas figurativos y heráldicos. La portada más espectacular es la Sur, se sitúa sobre una escalinata doble y es de estilo plateresco.





Adosada a la iglesia se construyó una Torre-campanario. El conjunto fue declarado bien de interés cultural en 1931. Desde la Iglesia y tras un corto trayecto, eso sí cuesta arriba, llegamos al recinto del castillo-palacio. Desde su parte exterior podemos observar sus murallas defensivas.

Las construcciones defensivas de Alcaudete fueron construidas tras la conquista musulmana. Dentro del castillo-palacio podemos distinguir como elementos principales los aljibes, las caballerizas, el cuerpo de guardia, los lienzos y torres, la sala capitular y la torre del homenaje.




De ellos los que más nos llaman la atención son las caballerizas, de planta rectangular y bóveda de cañón de ladrillo. Actualmente se utiliza como sala para realización de comidas y cenas de temática medieval. 



La sala capitular o reflectorio. Es una gran sala de forma rectangular, actualmente está musealizada, y trata de mostrar cómo era en la época medieval, cuando servía como zona de comedor. En la época en la que el castillo se transformó en palacio, la sala fue dividida en diferentes estancias. En la actualidad se ha recuperado un único espacio.




Sin duda el elemento que más destaca del conjunto es la torre del homenaje, de perfil troncocónico y planta rectangular. Está estructurada en tres niveles, un almacén inferior, la puerta de acceso a la torre con su sala y  el dormitorio del cabildo, encima de este hay una terraza con unas vistas magníficas.






Después de la visita al castillo descendemos de nuevo hacia la iglesia de Santa María para tomar una calle que a través del Arco de la Villa nos conduce a la Plaza 28 de Febrero, donde se encuentra el ayuntamiento.

El Arco de la Villa  era una de las puertas a  través de las que se accedía al recinto amurallado de la ciudad medieval. Es un arco de medio punto sustentado por pilastras y rematado por una hilera de almenas.

Destaca también en esta plaza la fachada del ayuntamiento. Es un edificio del la segunda mitad del Siglo XVIII. Su interior está muy modernizado, pero la fachada es un magnífico ejemplo del clasicismo barroco.



Otros edificios destacables de la localidad son; el mercado de abastos, que data de finales del siglo XIX, el convento de Jesús María, del siglo XVI, el convento Fuente de la Villa, del siglo XIX, el convento de Santa Clara, del siglo XVI, la iglesia de San Pedro Apóstol, edificio renacentista del siglo XVI  y la casa de los leones, conocida así por las esculturas de leones que coronan su fachada.

Y si por algo es conocida también Alcaudete, además de por sus monumentos, es por sus mantecados y conservas, y es que en la localidad se producen dos marcas muy famosas de estos, Productos Mata y Doña Jimena.

El segundo fin de semana de julio se celebran en Alcaudete las Fiestas Calatravas, declaradas acontecimiento de interés turístico andaluz. Son unas fiestas ligadas a la historia de la villa en las que se regresa a la época medieval con un mercadillo, pasacalles de las escuadras de moros y cristianos y  recreación del asalto a la villa, entre otros actos.

Saliendo de la villa en dirección a Martos, por la carretera JA-4308, encontramos el edificio de la antigua estación de tren de Alcaudete. Hoy es una estación abandonada que tiene un jardín alrededor que puede servir como área recreativa.


Antiguos depósitos de agua de la estación.


Al lado de esta estación y utilizando el trazado del ferrocarril, discurre una via verde de gran encanto. Siguiendo esta se llega a las Reservas naturales de Laguna Honda y del Chinche, declaradas reserva natural en 1989 y lugar de descanso de aves como la malvasía o los flamencos.