Este año hemos aprovechado el Puente de la Constitución para hacer una escapada a Italia. La zona escogida es la Lombardía, en el norte del país. El primer día lo dedicamos a visitar la localidad de Bérgamo y el siguiente traspasamos la frontera suiza para visitar Lugano. Tras esto tomamos un tren hacia Como, donde pasaremos dos noches para tener la oportunidad de visitar esta bella localidad y hacer una ruta por algunos de los pueblos de su espectacular lago. El lago de Como tiene forma de "Y" invertida, siendo las localidades de Como y Lecco las que coronan las dos ramas cortas de la "Y". Es uno de los más profundos de Europa y el tercer lago más grande de Italia, después del lago de Garda y el lago Maggiore.
Llegamos a Como en tren, procedentes de Lugano, y bajamos desde la estación, recorriendo las calles
adornadas con motivos navideños, hasta llegar a una de las plazas cercanas al lago. Allí nos encontramos con un mercadillo navideño y con el espectáculo de la proyección de luces en las fachadas del centro histórico. Esto crea una atmósfera muy navideña. Las luces y las proyecciones son muy elegantes y se acompañan con una música de villancicos muy bonita, creando un ambiente precioso. Tras dejar el equipaje en el alojamiento, un bed and breakfast muy céntrico, decidimos dar una vuelta nocturna para disfrutar este ambiente navideño.
Al día siguiente habíamos pensado hacer una ruta en barco por el lago, pero al ser invierno los horarios de los barcos son muy limitados, o muy temprano en la mañana o ya a partir de las doce, por lo que optamos por tomar un autobús hacia Bellagio. Los pueblos del lago están muy bien comunicados entre sí por autobús y el coste de este es barato. En poco más de una hora llegamos a Bellagio.
El autobús nos deja en las afueras del pueblo, a la orilla del lago y desde allí tenemos una preciosa vista de esta localidad, una de las más famosas del lago, aunque a nosotros no fué la que más nos gustó, pero, no adelantemos acontecimientos...
Nos dirigimos hacia la plaza de la localidad, donde también hay algunos puestos navideños y un Papa Noel muy logrado haciéndose fotos con los niños del pueblo, o ellos con él. Caminamos hacia el Grand Hotel Villa Serbelloni, pero se encuentra cerrado en esta época del año, por lo que nos dedicamos a pasear tranquilamente recorriendo las calles del pueblo. Además de sus pintorescas calles destacan en la localidad la Basílica de San Giacomo, de estilo románico y la iglesia de San Giorgio, del siglo XII. En nuestro recorrido pasamos también por delante de la que fue casa del compositor Liszt.
Bajamos de nuevo hasta la plaza para ir paseando por la orilla del lago hasta Villa Melzi, pero desgraciadamente también está cerrada. Este es el inconveniente de visitar el lago de Como en invierno, algunas villas o emblemáticos hoteles se encuentran fuera de temporada, la ventaja es disfrutar el lago sin aglomeraciones, no en soledad pero sí con mucha calma. Lo que más llama la atención de esta villa son sus magníficos jardines, que permiten un agradable paseo a orillas del lago. Muy apreciado es su camino de los plátanos, un sendero a lo largo del lago que conduce a la villa y está flanqueado por una hilera de plataneras, magníficamente podadas en forma de paraguas con ramas muy extendidas horizontalmente para garantizar sombra y frescura. El mismo tipo de poda había sido adoptado a lo largo de las carreteras de Francia para proteger la marcha de los ejércitos de Napoleón, del Sol y el calor.
Dado que no podemos visitar la villa, cuyo jardín fue premiado en Julio de 2016 con el título de jardín más bello de Italia, volvemos hacia el pueblo con intención de tomar un barco y cruzar a la orilla opuesta del lago para visitar Tremezzo. Esperamos la llegada del barco en una coqueta cafetería de su plaza.
El recorrido en barco es de apenas 20 minutos, pero los disfrutamos mucho, ya que la belleza del lago se intensifica cuando lo aprecias desde el agua. El paseo nos regala imágenes preciosas de los pueblos costeros con el telón de fondo de los Alpes y sus primeras nieves.
Llegamos al embarcadero de Tremezzo y vamos paseando por el paseo que bordea el lago, desde el que se intuye el lujo y glamour que derrocha esta zona con sus magníficas villas. Pasamos por delante del Gran Hotel, también cerrado en esta época y llegamos a la famosa Villa Carlotta.
Esta conocida villa fue construida por el banquero milanés Giorgio Cierici a finales del siglo XVII. En el año 1843 fue adquirida por la princesa Marianna de Nassau como regalo de boda para su hija Carlotta, de la que toma su nombre. Realizamos la visita a la famosa villa y después de hacerlo tengo que decir que está sobrevalorada. Sin despreciar la belleza de sus jardines, algo deslucidos al ser invierno, los 10 euros que cuesta la entrada no se justifican, ya que la decoración interior de la villa es nula o inexistente, está musealizada y prácticamente vacía. Nos decepcionó bastante, y más teniendo en cuenta que es posible visitar una villa con bastante mejor decoración interior y totalmente gratís, Villa Olmo, en la localidad de Como.
Después de la visita a Villa Carlotta volvemos en dirección al embarcadero y sobrepasamos este en dirección al bonito parque de Teresio Olivelli, situado a orillas del lago. Enfrente del parque se encuentra la iglesia de San Lorenzo, que no visitamos al estar cerrada.
Parque Teresio Olivelli. |
Después de pasear un poco más por la zona nos vamos a la parada del autobús, en la misma Via Regina, para tomar un autobús hacia Menaggio, al que llegamos en apenas 10 minutos. Esta pueblo sin ser feo no nos parece gran cosa, por lo que tras comer en una pizzería decidimos tomar otra vez un barco y cruzar de nuevo el lago hasta Varenna.
Menaggio. |
Llegamos al atardecer y quedamos totalmente prendadas por la belleza de la villa, nos encanta. Vamos paseando desde el embarcadero hacia la zona del puerto, disfrutando la vista de esta pintoresca localidad y sus casitas de colores. Subimos hacia la plaza de la Iglesia, donde vemos una iglesia románica y la
iglesia parroquial. Se nos hace de noche callejeando entre sus bonitas calles.
Para volver a Como decidimos hacerlo en barco, por lo que tomamos uno de los barcos rápidos, que en apenas 50 minutos nos dejará en esta localidad. Al ser de noche, en invierno anochece sobre las cinco de la tarde, no nos permite disfrutar tanto la travesía.
Al llegar a Como damos una vuelta por su casco histórico disfrutando nuevamente de su ambiente navideño, al día siguiente nos dedicaremos a visitar en más profundidad esta localidad. Esto os lo relataré en otra entrada del blog.
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