martes, 30 de octubre de 2018

Tembleque. Puerta de la Mancha.



La Mancha, tierra de poéticas emociones y rincones mágicos, nos ofrece hoy otra de sus joyas, Tembleque . Es un pueblo pequeño, pero de sorprendente monumentalidad, en el que merece la pena parar y dedicar un tiempo al disfrute de sus muchos monumentos. Este precioso pueblo manchego lo encontramos a poco más de una hora de Madrid, con un fácil acceso desde la A-4. Es una ruta que nosotros realizamos con cierta asiduidad por lo que hemos parado aquí en varias ocasiones.

Sin duda la joya de la corona es su pintoresca Plaza Mayor, pero antes de hablar de ella nos vamos a centrar en otros monumentos que podemos encontrar en una ruta por esta villa manchega. En nuestra última visita paramos en Tembleque en el viaje de ida hacia Madrid, por lo que accedimos por la calle Convento y nos encontramos el primero de sus edificios destacados, la ermita de la Purísima Concepción. Este edificio fue construido  en la primera mitad del siglo XVII. Se accede por un pequeño pórtico lateral. En su jardín está situado el Rollo Jurisdiccional, del siglo XVI, que servía como elemento emblemático de la jurisdicción de la villa.



Siguiendo esta misma calle llegamos ante la impresionante fachada del Palacio de las Torres. Magnífico edificio de estilo barroco construido en el siglo XVIII y hoy en franca decadencia. Aunque su fachada presenta buen aspecto, el interior se encuentra muy deteriorado, lo cual es una pena. Destaca en él su bella portada con profusa decoración y torneadas rejas.




Proseguimos camino hacia la Iglesia Parroquial Ntra Sra de la Asunción, frente a la cual aparcamos. Es esta una edificación del siglo XVI ampliada en el siglo XVII, en un estilo de transición entre el gótico y el renacentista.




Pasamos la Plaza de la Orden, con su fuente central con materiales de molino de una almazara  y llegamos a la impresionante Plaza Mayor, emblema del barroco popular del siglo XVII.  Es esta una típica plaza manchega con raíces taurinas. Tiene tres puertas de acceso de gran belleza, una de las cuales era el acceso al callejón de toriles. En la Plaza se encuentra también el edificio del Ayuntamiento y la oficina de turismo de Tembleque.



Creada con una doble función, la puramente urbanística como centro de la vida de la población y taurina. La plaza, de planta cuadrangular, tiene pórtico de columnas de granito de orden toscano  y corredores de madera bellamente decorados, siguiendo la moda de las construcciones de uso popular del siglo XVII. Los corredores superiores permiten recorrer todo el perímetro de la plaza gracias a unos puentes sobre el paso de las calles. Destaca el torreón que en las  celebraciones taurinas era el palco de autoridades. En 1624 se celebran los festejos taurinos a los que asisten Felipe IV y Quevedo, momento en el que muchos historiadores consideran que fue inaugurada esta plaza.  Aunque la mayor parte de las columnas y pilares originales fueron sustituidos a finales del siglo XX por otros nuevos, la plaza conserva su estructura original.



Saliendo de la Plaza se encuentra la ermita de la Veracruz, construcción del siglo XVIII de planta octogonal, convertida actualmente en biblioteca.

Otros edificios destacados que se encuentran algo más alejados del centro urbano y que no visitamos son; una casa de postas del siglo XVIII, las ermitas de San Antón, la del Cristo del Valle y la de la Virgen de El Loreto, y los molinos de viento. Aunque los dos molinos más vistosos son réplicas de reciente construcción, se conserva parte de la construcción primitiva que data de la segunda mitad del siglo XVI y primera mitad del siglo XVII. Todo ello convierte a Tembleque en una bonita escapada que no hay que dejar pasar.

martes, 23 de octubre de 2018

Estambul, Crucero por el Bósforo.



Un crucero por el Bósforo es uno de los imprescindibles si realizas  un viaje a Estambul y dispones al menos de tres días para ver la ciudad. Cuando digo tres días me refiero a tres jornadas completas, sin contar dia de llegada y vuelta puesto que el crucero te llevará casi una jornada, al menos si quieres disfrutarlo en condiciones y no hacer uno de esos cruceros rápidos que en dos horas te traen de vuelta sin poder parar en ninguno de los pueblos interesantes que se encuentran en la orilla. 

Sin menospreciar estos otros cruceros, si no tienes más que una mañana solo podrás tener esta alternativa, en mi opinión la mejor opción para realizar el crucero es hacerlo con los ferris de transporte público IDO que salen desde la terminal de Eminomu. Este es sensiblemente más barato que cualquier otro crucero que una agencia privada te ofrezca. En Octubre de 2018, que fue cuando realizamos nuestro viaje, el coste del billete de ida y vuelta era de 25 liras turcas, que al cambio en ese momento no llega a 4 euros. El viaje en el barco de IDO tiene una duración aproximada de seis horas,  una hora y media en cada trayecto y  tres horas de parada en el pueblo de Anadolu Kavayi.

Puerto de Anadolu Kavagi.


Anadolu Kavagi es el último pueblo en el que para el barco en el viaje de ida, está a las puertas del Mar Negro y es un encantador pueblecito de pescadores con una gran cantidad de restaurantes que ofrecen un magnífico pescado. En la parte alta del pueblo hay una fortaleza desde la que hay unas impresionantes vistas de la unión del estrecho del Bósforo con el Mar Negro. La subida a la fortaleza es un poco empinada pero merece la pena. 

Anadolu Kavagi.

Tras la salida desde Eminomu el barco realiza una primera parada en Besiktas, después cruza al lado asiático de Estambul para parar en Uskudar. Luego para en diversos pueblos tanto del lado asiático del Bósforo como del lado europeo, por orden son: Kanlica, Sariyer, R.Kavagi y finalmente Anadolu Kavagi, a las puertas del Mar Negro.

En verano hay varios horarios de salida, pero en invierno solo hay un barco, con salida a las 10,30 desde Eminomu y llegada a las 12 a Anadolu. El barco realiza una parada de tres horas en el pueblo, tiempo suficiente para subir a la fortaleza y después bajar y comer en uno de los restaurantes. La salida hacia Eminomu es a las tres. 

Sariyer.

Rumeli Kavayi.


En verano al haber varios horarios de salida tienes la posibilidad de parar en algún otro pueblo y luego tomar el siguiente barco hasta Anodolu, pero en invierno solo hay un barco por lo que si te bajas antes debes esperar el barco que regrese de Anadolu y ya no podrás continuar el viaje hasta el final del Bósforo.  Aunque es posible bajarte en cualquiera de los otros pueblos y luego coger el barco de regreso a Eminomu,  mi recomendación es llegar hasta Anadolu, ya que el pueblo es muy bonito, se come muy bien y las vistas desde la fortaleza son impresionantes. 

Nosotras realizamos el viaje en Octubre y había solo un barco y horario para hacer el crucero. El día amenazaba tormenta pero aún así decidimos sentarnos en la zona exterior para disfrutar mejor las vistas. Os recomiendo que llevéis ropa de abrigo, porque el viento puede ser bastante desagradable en algunos trayectos, según la orientación del barco. El viaje de ida se demoró unas dos horas, quizá por el viento en contra, porque a la vuelta tardamos solo una hora en el mismo trayecto. 

Al salir desde Eminomu nos sentamos para poder ver la orilla europea del Bósforo, ya que queriamos ver las mezquitas de Dolmabahçe, Ortaköy y el Palacio de Dolmabahçe, aunque fuera solo en su exterior, ya que no nos dio tiempo a visitarlos en los días anteriores. A las afueras de Estambul, también en el lado europeo, se encuentra la fortaleza Rumeli Hisari, también llamada castillo de Rumelia. Este a pesar de estar incluido en la museum pass no nos fue tampoco posible visitarlo, al estar bastante alejado del resto de monumentos que visitamos. 

Mezquita de Dolmabahçe.

Palacio de Dolmabahçe.

Mezquita de Ortaköy.


Entre los pueblos que más nos llamaron la atención al pasar esta Kanlica, en la orilla asiática y aproximadamente a la altura de la fortaleza de Rumeli Hisari,  con unas mansiones preciosas.




Tras el trayecto de ida llegamos a Anodolu y subimos a la fortaleza, hay opción de subir todo el rato por la carretera, es un buen tramo de ascenso aunque fácil de realizar, o acortar un poco por unas escaleras que van atravesando restaurantes. La vista desde estos restaurantes es espectacular por lo que incluso nos planteamos comer en uno de ellos y luego bajar al pueblo, pero el día amenazaba lluvia por lo que optamos por terminar de subir hasta la fortaleza y luego comer en el pueblo. 

Llegamos a la Fortaleza de Yoros, frente a la cual hay un panel explicativo sobre su historia. Este castillo se construyó para defender la entrada al Bósforo desde el Mar Negro. En la orilla opuesta se encuentra un área llamada Rumeli Kavagi, que antiguamente tenía una fortificación similar al Castillo de Yoros. Se cree que a esta altura del Bósforo se extendía una cadena masiva, cortando el paso a los barcos en caso de invasión, de forma similar a la usada en el Cuerno de Oro de Estambul para defender Constantinopla durante el último asedio otomano por el Sultán Mehmed II.




Bizantinos, genoveses y otomanos lucharon por esta fortificación estratégica durante años. Estuvo largo tiempo en manos de los genoveses, por lo que también se le conoce como Castillo Genovés. 

Al llegar a la fortaleza veréis una puerta metálica lateral por la que se accede a un terreno interior del castillo desde el que se disfrutan unas panorámicas increibles. Cuando nosotros lo visitamos esta puerta estaba cerrada y casi nos perdemos estas vistas, pero abrieron para dejar salir a otras personas y entramos, la entrada es gratuita así que si la encontráis cerrada no dudéis en llamar.



Después de la visita volvimos a bajar al pueblo y nos sentamos a comer en uno de sus restaurantes, la calidad del pescado es muy buena y se come por muy buen precio. A las tres tomamos el barco de vuelta y decidimos parar en Uskudar para ver el atardecer sobre la orilla europea de Estambul y después tomar uno de los muchos ferris que unen Uskudar con Eminomu.

Pescadores en Uskudar.

Torre de la Doncella


El barco te dejará en el puerto de Uskudar y desde allí hay un agradable paseo hasta la Torre de la Doncella. Aquí hay una pequeña cafetería donde te ofrecen un té mientras te sientas en una zona de alfombras habilitada en un espigón. Tras el bonito atardecer volvemos hacia el puerto de Uskudar para tomar uno de los ferris que cada 20 o 30 minutos lo conectan con Eminomu. En nuestro recorrido disfrutamos la llamada a la oración que se repite de una a otra mezquita con una coordinación alucinante, a mi me parece la banda sonora perfecta para disfrutar el bello escenario que ofrece Estambul de fondo.




jueves, 18 de octubre de 2018

Preparativos y consejos para viajar a Estambul.



Ya has decidido que vas a viajar a Estambul. Quizás no tienes aún los billetes de avión. Es mejor no dejarlo mucho, ya que se está convirtiendo en un destino muy popular, tanto por la devaluación de la lira turca, que lo hace muy asequible, como por su fama en implantología capilar, con sus paquetes vacacionales, y por la disminución del peligro terrorista que se percibe en la zona. Por todo ello yo te aconsejo que si quieres un precio realmente bueno que no supere los 150 euros ida y vuelta ( volando desde España) has de sacar los billetes al menos con cuatro meses de antelación. 

El tema del hotel es más fácil ya que hay muchísimos  en Estambul y los precios son muy competitivos, por lo que no hay urgencia a la hora de reservar. Mi recomendación es la zona de Sultanahmet porque es donde se encuentran la mayoría de los monumentos y porque es una zona con muchos restaurantes, tiendas y muy bien comunicada por la línea 1 de tranvía con otras zonas interesantes de la ciudad. 

Turquía no pertenece a la Unión Europea, por lo que tu cobertura sanitaria europea no te cubrirá aquí, así que es bastante recomendable un seguro de viaje.  Hay muchas compañías que ofrecen este servicio y el precio medio ronda los 30 euros para dos personas en un viaje de tres a cuatro dias. Hay algunos blogs de viajes que ofrecen descuentos del 5 o 10% con ciertas compañias, yo lo contraté a través del enlace de uno de ellos. 

Para viajar a Turquía necesitarás, además del pasaporte, un visado. Este es muy fácil de obtener en la página https://www.evisa.gov.tr/es/  está en español, así que no tendrás ninguna dificultad. El coste a fecha de 2018 es de 25 dólares USA. Tras solicitarlo y realizar el pago te envían un enlace para descargar el pdf e imprimir.  

La moneda en Turquía es la lira turca, en el momento de nuestro viaje en Octubre de 2018 el cambio oscilaba entre 6.7 a 6.5 liras por euro, según la casa de cambio. Es recomendable cambiar al llegar a Turquía ya que el cambio será mucho mejor que si lo haces en España o tu país de origen. Tienes mejor cambio incluso en el aeropuerto al llegar por lo que no tendrás problemas. El mejor sitio para cambiar es dentro del Gran Bazar que es donde se obtiene el mejor precio por tus euros. Aunque algunas tiendas aceptan euros siempre te saldrá más ventajoso pagar en la moneda local. 

Hay una tarjeta que es la museum pass que te permite ver los monumentos más importantes de Estambul a un mejor precio que sacando entradas individuales y evitar las colas para comprarla. Hay posibilidad de comprarla por internet, pero necesitas una dirección local para que te la envíen. Una opción es comprarla y enviártela a tu hotel, pero la mayoría de los hoteles en Estambul te ofrecen servicios turísticos, excursiones y te venden también la tarjeta museum pass, ojo a un precio superior al real, por lo que pueden ser reacios a que la compres y des su dirección para recogerla con la excusa de que ellos te la pueden ofrecer. Mi consejo es que no la compres en tu hotel a menos que te ofrezcan el precio oficial que a Octubre de 2018 es de 185 liras turcas. Nosotros la compramos en el Palacio de Topkapi el primer dia de nuestro viaje, eso si, nada más abrir a las nueve de la mañana para evitar las colas. Con solo ver la mitad de los museos que ofrece ya te saldrá rentable. 

Comer en Estambul es muy barato y te puedes permitir ir a buenos restaurantes por un bajo precio así que prepárate para disfrutar las exquisiteces de la comida otomana, eso sí si padeces de problemas digestivos prepara el Omeprazol, porque la comida es muy especiada y te puede resultar pesada de digerir. 

Para moverte por la ciudad hay una buena red de transporte público, tranvía, autobús y metro te llevarán prácticamente a donde quieras, por no hablar de la cantidad de taxis amarillos que hay por todas partes. Nosotros utilizamos sobretodo el tranvía y el autobús. Hay una tarjeta de transporte que te saldrá rentable si haces muchos viajes, en nuestro caso optamos por comprar los billetes individuales que se sacan en las máquinas que hay en cada parada de tranvía, en el autobús puedes pagar directamente al conductor,  lleva billetes pequeños. El coste del viaje en tranvía y metro era de 5 liras turcas y el autobús algo más de cuatro, son precios muy bajos al cambio en euros. Sultanahmet está muy bien comunicada por la linea 1 de tranvía con paso muy frecuente en ambas direcciones.

Espero que estos consejos te faciliten la preparación de  tu viaje, así que prepara tu cámara de fotos con una gran tarjeta de memoria y a disfrutar de tu escapada turca.



miércoles, 17 de octubre de 2018

Monasterio de Leyre y Castillo de Javier. Ruta por la Navarra Media Oriental.




Después de recorrer la Navarra media central con la visita a las localidades de Olite, Ujué y San Martín de Unx, nos vamos hacia el este para visitar dos magníficos monumentos, el Monasterio de Leyre y el Castillo de Javier. 

El monasterio de Leyre se yergue al final de una serpenteante carretera que atraviesa un bello paisaje y desde su elevada ubicación nos ofrece una magnífica vista del embalse de Yesa, también llamado mar del Pirineo. Es Leyre un lugar muy querido para los navarros y de gran importancia tanto histórica como religiosa, ya que es cuna de Navarra y panteón real. Es un monasterio que sigue en activo después de más de mil años de existencia, los monjes benedictinos que en él habitan hacen su vida según la regla  de San Benito del siglo VI "ora et labora", reza y trabaja. Las estancias dedicadas a los monjes no son visitables para el turismo, solo se permite su entrada a varones que quieran pasar unos dias de retiro espiritual compartiendo la vida de los monjes. Otra opción de alojamiento en Leyre es su hospedería exterior, que funciona como un hotel.

Hospederia del monasterio y jardines.


El monasterio se puede visitar por libre o con una visita guiada. En el exterior hay un pequeño centro de visitantes donde se compran las entradas. En el caso de hacer la visita por libre nos darán una llave para que entremos tanto a la cripta como a la iglesia. La entrada a la cripta está cerca de la cafetería, en la misma zona que el centro de visitantes, para entrar a la iglesia tendremos que rodear el monasterio, pasando por delante del hotel y sus jardines,  e ir hacia la Porta Speciosa.



El monasterio es de origen prerrománico, levantado sobre un antiguo templo visigodo del siglo IX. Una de las partes más antiguas del monasterio y que más nos impresionó fue la cripta. Levantada en el siglo XI, no es una cripta al uso, ya que ni es subterránea ni es un lugar de enterramiento. El lugar es un bosque de columnas de estilo románico que impresiona por su robustez y la paz que trasmite. Si tenéis la suerte de visitarla en soledad como nosotros entenderéis esta sensación. Junto a la cripta está el túnel de San Virila, este servía como salida del monasterio, en la actualidad está cegado y en su fondo hay una imagen de San Virila, abad del monasterio en el siglo X.



Tras salir de la cripta y rodeando el monasterio nos dirigimos hacia la Porta Speciosa, puerta preciosa, que hace honor a su nombre por su magnífico conjunto románico. Se trata de un ejemplar del románico pleno con claras influencias de la Puerta de las Platerías  de Santiago de Compostela, ya que en ambas trabajo el Maestro Esteban. Abrimos pues la puerta con nuestra llave, detalle que a los niños encantó, eso de ir abriendo puertas, se sentían los dueños del monasterio. 



Atravesando la Porta Speciosa pasamos al interior de la iglesia, a nuestra entrada nos sobrecogió el sonido de su espléndido órgano, y es que dentro se encontraba un pequeño grupo de personas, no sé si de la visita guiada o algún tour privado, y la guia había puesto a funcionar el órgano,¡desde una aplicación del móvil!, increible. Aunque la técnica era muy actual creedme,  el sonido era igualmente auténtico. Con esta magnífica banda sonora de fondo realizamos nuestra visita. 



La iglesia de San Salvador de Leyre constituye el elemento arquitectónico central del conjunto monástico. En ella podemos encontrar parte de la construcción románica del siglo XI como los ábsides, la torre , la nave principal y el pórtico con otros elementos góticos como la bóveda, el panteón de los reyes de Pamplona y una capilla. Entre las imágenes más destacadas está la de Santa María de Leyre. Las tumbas de los primeros reyes de Navarra han tenido una tumultuosa historia ya que fueron saqueadas tras el abandono del monasterio en la Desamortización de Mendizábal. Rescatados los restos por un párroco y conservados en la cercana iglesia de Yesa, fueron restituidos finalmente a su sitio tras la restauración del monasterio. Sus restos descansan hoy protegidos por una reja de hierro forjado de estilo gótico tardio y custodiados dentro de un arca neogótica de madera decorada con elementos metálicos.



Lateral de la iglesia.


Dejamos atrás el monasterio descendiendo por la carretera que se abre dentro de la sierra de Leyre y tomamos dirección Yesa para recorrer los apenas 12 km que separan el monasterio de nuestro siguiente destino, el castillo de Javier. En el camino vamos atravesando bellos campos de cereal ya cosechados en estos dias del mes de Julio.



Llegamos a una zona de aparcamiento habilitada para entrar al recinto donde se encuentra el castillo, en dicho recinto además de una oficina de turismo donde nos dan información muy completa de esta y otras zonas de Navarra, hay dos agradables hoteles y una zona arbolada que invita al descanso después del intenso dia de exploración en el caluroso julio. Aprovechamos pues para que los niños disfruten un poco de la zona con la impresionante figura de fondo del castillo.



La imagen actual de la fortaleza es muy distinta de la original ya que ha sido muy restaurada, prácticamente reconstruida. Tras esta reconstrucción el castillo ofrece una imagen típica de las construcciones defensivas medievales. La torre del homenaje, asentada sobre la roca viva, emerge del corazón del castillo. Fue este el lugar de nacimiento de San Francisco Javier, patrón de Navarra. En su honor se celebran las famosas Javieradas, peregrinaciones hasta el castillo,  en el mes de marzo. Junto al castillo se encuentra la basílica, de entrada gratuita, no así el castillo. Ya fuera del recinto se encuentra la pequeña parroquia con la pila donde fue bautizado San Francisco Javier. 

Interior de la iglesia.


Tras la visita al recinto y sin parar a visitar el pueblo de Javier puesto que queríamos proseguir la ruta, nos dirigimos a Sangüesa con la intención de abandonar por pocos kilómetros tierras navarras, ya que no podemos desaprovechar la cercanía de la bella localidad de Sos del Rey Católico  para visitar esta. 




lunes, 8 de octubre de 2018

Ujué y San Martín de Unx. Ruta por la Navarra media.




Hoy os queremos dar a conocer dos bellos pueblos navarros cuya visita está  un poco eclipsada por la cercanía a una población tan monumental y turísticamente conocida como Olite, pero que tienen un patrimonio histórico que justifica una escapada por si mismos. 

Nosotros conocimos estos pueblos en nuestra última ruta por Navarra. Planificamos el viaje de forma que tras visitar Olite pudiéramos disponer de tiempo suficiente para visitar ambas villas. Desde Olite pasamos primero por San Martín de Unx, pero puesto que por nuestro plan de viaje debíamos volver a pasar por aquí para ir al siguiente destino, decidimos visitar primero Ujué. Tomamos pues el desvio que va desde San Martín a Ujué y llegamos al pueblo. Ya antes de llegar hacemos una primera parada para disfrutar de la vista que ofrece desde la carretera. Enclavado en lo alto de una meseta y coronado por la magnífica figura del Santuario-Fortaleza de Santa María de Ujué la imagen del pueblo es impresionante. 

Si os adentráis con el coche en el pueblo en dirección centro histórico, encontraréis un pequeño aparcamiento habilitado cerca del Santuario-Fortaleza. El inconveniente es que la entrada y salida es la misma y es un poco estrecha por lo que si la visita es en verano o fin de semana puede ser complicado maniobrar por la cantidad de visitantes, por lo que os recomiendo intentéis aparcar algo más alejados. Ujué está situado sobre una meseta por lo que sus calles son  empinadas, coronando el pueblo se haya el edificio más destacado, el Santuario-fortaleza. Nosotros después de aparcar nos dirigimos a visitar el santuario.



Este impresionante edificio se edificó sobre una iglesia románica del siglo XI que a su vez se había edificado sobre otra prerrománica. Así, aprovechando parte de las anteriores edificaciones, en el siglo XIV se levantó una amplia nave de estilo gótico y se rodeó la iglesia de pasos de ronda y de torres almenadas, dándole el aspecto de fortaleza que tiene en la actualidad. 



El templo posee una  portada gótica con una decoración entre las más ricas de Navarra. En el interior un enrejado gótico separa la cabecera románica y la nave central de estilo gótico. En el ábside central se conserva la imagen de Santa Maria de Ujué, bello ejemplo de imaginería románica del siglo XII que en el siglo XIV el rey Carlos II "el Malo" ordenó cubrir con plata. A su lado, en una vitrina, reposa el corazón de dicho rey, apodado así por sus enemigos franceses.






Tras disfrutar de una visita a este impresionante edificio prácticamente en soledad, a pesar de ser el mes de julio, vamos a dar un paseo por las intrincadas y bellas calles de Ujué. Nos llama la atención que en un pueblo tan pequeño haya tres restaurantes con muy buena valoración, y es que Ujué tiene fama también por su gastronomía. Son muy celebradas sus migas de pastor, elaboradas con pan, agua, sal y sebo de oveja, son también muy conocidas sus almendras garrapiñadas. 




Tras la comida ponemos rumbo a San Martín de Unx, separado por poco más de siete kilómetros de Ujué y rodeado de viñedos de donde se obtiene su afamado vino rosado. Aparcamos fácilmente a la entrada del pueblo, en la misma carretera y aquí nos encontramos el primero de los edificios destacados de la localidad, la iglesia románica de San Martín de Tours. Desgraciadamente el horario de visitas es muy limitado y solo pudimos disfrutarla en su exterior. 



La villa tuvo un origen defensivo por lo que surgió en torno a un castillo hoy ya desaparecido. Este origen explica los restos de muralla y la cantidad de casas blasonadas que vamos encontrando en un paseo por el pueblo.



Vamos ascendiendo por sus bellas calles hasta llegar a la iglesia de Nuestra Señora del Pópolo, edificio de estilo gótico construido en el siglo XIV. Al igual que la anterior se encontraba cerrada.



Podemos visitar también la iglesia románica de San Miguel, que era la capilla del desaparecido castillo y que se encuentra actualmente en el interior del recinto del cementerio de la localidad. Nos despedimos de San Martín y continuamos nuestra ruta por Navarra en dirección al Monasterio de Leyre. 




lunes, 1 de octubre de 2018

Qué ver en Sos del Rey Católico.




Sos del Rey Católico es una bellísima localidad situada en la zona norte de la provincia de Zaragoza, muy cerca de la comunidad foral de Navarra, en la llamada "comarca de las cinco villas",  por lo que aprovechamos nuestra ruta por tierras navarras para acercarnos a visitarla. El municipio debe su nombre en parte a estar situado sobre una peña, de aquí Sos, y la segunda parte a ser el lugar de nacimiento del rey Fernando el Católico.  Su localización sobre la peña, su recinto amurallado y el estar coronado por un castillo constituye una bella estampa a los ojos del visitante que se acerca a conocerlo.



Nosotros decidimos pasar una noche en esta localidad  para tener la oportunidad de conocerlo tanto a la luz del dia como con la iluminación nocturna, esta arranca matices a sus calles medievales que de otra forma no podríamos disfrutar. Llegamos al atardecer y dejamos el equipaje en el hotel. En esta ocasión optamos por alojarnos en un hotel bastante nuevo situado fuera del casco histórico pero lo suficientemente cerca para ir andando a este, el hotel Vinacua, un dos estrellas que para mi gusto se merece una más por comodidad y decoración,  con fácil aparcamiento en la puerta. 

Tras descansar un poco, porque el día había sido intenso, decidimos ir a cenar a un bar-restaurante llamado Lada, con una bonita terraza y situado bajo uno de los arcos de entrada del recinto amurallado, el Portal de Zaragoza.  

Tras la cena damos un paseo nocturno recorriendo las principales calles de Sos y enamorándonos de su ambiente medieval y su buen estado de conservación. No nos extraña que haya sido escenario de tantas películas y series de ambientación medieval, ya que la atmósfera lo propicia. Sus bellas casas de piedra, sus aleros de madera, fachadas con sillares y escudos, sus ventanas góticas y renacentistas y sus calles empedradas, en cada paso hay un rincón del que enamorarse. Tras el paseo nocturno nos vamos a descansar para reponer fuerzas para nuestra siguiente jornada. 

Al siguiente dia nos acercamos a la oficina de turismo situada en el Palacio de Sada. Este palacio fue el lugar de nacimiento de Fernando el Católico y es uno de los edificios más emblemáticos de la villa. En la fachada principal podemos ver sobre la puerta el escudo de la familia Sada. Adherido al palacio se encuentra la iglesia de San Martín de Tours, del siglo XIII, en la que se conservan pinturas murales de estilo gótico lineal. Esta iglesia en principio independiente fue adosada al palacio en forma de cripta. En el palacio contratamos una visita guiada a la villa, como parte de esta ruta guiada entra la visita a la cripta donde proyectan un audiovisual con la explicación de las pinturas murales. El resto de palacio se ha convertido en un centro de interpretación sobre la vida de Fernando el Católico, sin duda con interés desde el punto de vista histórico pero sin interés arquitectónico porque las salas están totalmente restauradas como centro de interpretación. 





Comienza la visita y partimos hacia la  judería, recorriendo sus intrincadas calles en las que nos van explicando la vida cotidiana de la época y apreciando detalles como  las  marcas de las puertas de los judíos conversos. Una de estas marcas se puede apreciar en la llamada Plaza de la Sartén, eran huecos situados en  una de las jambas de la puerta para colocar la mezuzá judía. Con el decreto de expulsión de los judios estos eran obligados a convertirse o marcharse. Los que decidieron quedarse grabaron encima de este hueco una cruz cristiana para demostrar su adhesión a la nueva fé. Con la expulsión  Sos perdió a casi un sexto de su población y a todos sus artesanos.

Plaza de la Sartén.


Bajamos por la calle Fernando el Católico hasta el palacio de los "Español de niño", es este un palacio de estilo renacentista de finales del siglo XVI. Actualmente se está acondicionando como palacio de congresos. Seguimos por la calle Fernando el Católico, calle principal de la localidad donde se ubican la mayoría de restaurantes y algunas tiendas que no le restan un ápice de autenticidad medieval a su trazado. Llegamos a la Plaza de la Villa, donde estaba el antiguo mercado. En la unión de los dos arcos interiores del soportal de la Plaza de la Villa se conserva el hueco triangular donde colgaban la balanza romana y la hendidura vertical correspondiente a la medida de la vara aragonesa o jaquesa, elementos esenciales para que el "almutazaf", el oficial del mercado, pudiera ejercer su función de control y vigilancia.


Plaza de la Villa.


En esta misma plaza se ubica el imponente edificio renacentista del Ayuntamiento, es un edificio de finales del siglo XVI. Sobre la puerta de acceso se encuentra el escudo de la villa y tiene una galería de arcos de medio punto en la planta superior y el gran alero de madera, característicos de los palacios aragoneses. Enfrente se haya el edificio del colegio Isidoro Gil de Jaz, edificio del siglo XVIII que en la actualidad sigue siendo el colegio de la villa.





Bajamos después hasta una de las puertas del recinto amurallado, el portal de Jaca. Es esta una de las siete puertas del primitivo recinto amurallado que aún se conservan. En la parte exterior de esta es posible apreciar una inscripción que un soldado francés, bastante cabreado con los guerrilleros españoles que luchaban por la independencia, hizo sobre uno de sus muros. La inscripción a pesar de estar en francés refleja muy bien el estado de ánimo del soldado, "merde pour les volantiers de Mina".




Desde aquí subimos hasta la Lonja medieval, lugar de mercado y espacio de reunión del concejo en la Edad Media. En el soportal de arcos apuntados se mantienen los dos orificios excavados para guardar el hielo, necesario para la conservación de alimentos. El edificio de la lonja acoge actualmente la biblioteca municipal.



Proseguimos hasta la iglesia de San Esteban, donde visitamos cripta e iglesia. Antes de acceder al pasaje que da acceso a la cripta vemos una estatua de Luis García Berlanga, director de cine muy querido en el pueblo ya que allí rodó "la vaquilla".



La iglesia de San Esteban está situada junto al castillo, la parte más primitiva es la cripta de Santa María del Perdón, cuya construcción  comienza a mediados del siglo XI y donde se conservan pinturas murales góticas. Para pasar a la cripta y a la iglesia hay un pasaje un poco oscuro con unos asientos laterales, en él se practicaban enterramientos en época medieval, era también lugar de reunión. Accedemos después a la iglesia por su portada románica, en la actualidad está protegida por un porche de construcción posterior que se realizó para su preservación frente al viento imperante en esta zona. En el interior de la iglesia destacan la pila bautismal del siglo VIII,  la talla románica del Cristo del Perón, la sillería del coro y el órgano barroco.





Desde el exterior de la iglesia se observa la torre del homenaje del castillo, vestigio más importante de este edificio edificado en el siglo XII sobre la preña Feliciana. La torre no es visitable en su interior por lo que nos ahorramos la subida.



Tras concluir la visita guiada nos vamos en coche al monasterio de Valentuñana, situado a pocos kilómetros de la localidad y desde el que obtenemos una bella panorámica del pueblo. Este monasterio fue construido en el siglo XVII por los padres Carmelitas Descalzos en el lugar donde, según la tradición, había aparecido en el medievo la virgen de Valentuñana.




Después de esta visita proseguimos nuestra ruta hacia Ochagavía, ruta que nos hará atravesar impresionantes paisajes como los de la Foz de Lumbier y la Foz de Arbayún hasta internarnos por fin en el precioso Valle de Salazar.