lunes, 1 de octubre de 2018

Qué ver en Sos del Rey Católico.




Sos del Rey Católico es una bellísima localidad situada en la zona norte de la provincia de Zaragoza, muy cerca de la comunidad foral de Navarra, en la llamada "comarca de las cinco villas",  por lo que aprovechamos nuestra ruta por tierras navarras para acercarnos a visitarla. El municipio debe su nombre en parte a estar situado sobre una peña, de aquí Sos, y la segunda parte a ser el lugar de nacimiento del rey Fernando el Católico.  Su localización sobre la peña, su recinto amurallado y el estar coronado por un castillo constituye una bella estampa a los ojos del visitante que se acerca a conocerlo.



Nosotros decidimos pasar una noche en esta localidad  para tener la oportunidad de conocerlo tanto a la luz del dia como con la iluminación nocturna, esta arranca matices a sus calles medievales que de otra forma no podríamos disfrutar. Llegamos al atardecer y dejamos el equipaje en el hotel. En esta ocasión optamos por alojarnos en un hotel bastante nuevo situado fuera del casco histórico pero lo suficientemente cerca para ir andando a este, el hotel Vinacua, un dos estrellas que para mi gusto se merece una más por comodidad y decoración,  con fácil aparcamiento en la puerta. 

Tras descansar un poco, porque el día había sido intenso, decidimos ir a cenar a un bar-restaurante llamado Lada, con una bonita terraza y situado bajo uno de los arcos de entrada del recinto amurallado, el Portal de Zaragoza.  

Tras la cena damos un paseo nocturno recorriendo las principales calles de Sos y enamorándonos de su ambiente medieval y su buen estado de conservación. No nos extraña que haya sido escenario de tantas películas y series de ambientación medieval, ya que la atmósfera lo propicia. Sus bellas casas de piedra, sus aleros de madera, fachadas con sillares y escudos, sus ventanas góticas y renacentistas y sus calles empedradas, en cada paso hay un rincón del que enamorarse. Tras el paseo nocturno nos vamos a descansar para reponer fuerzas para nuestra siguiente jornada. 

Al siguiente dia nos acercamos a la oficina de turismo situada en el Palacio de Sada. Este palacio fue el lugar de nacimiento de Fernando el Católico y es uno de los edificios más emblemáticos de la villa. En la fachada principal podemos ver sobre la puerta el escudo de la familia Sada. Adherido al palacio se encuentra la iglesia de San Martín de Tours, del siglo XIII, en la que se conservan pinturas murales de estilo gótico lineal. Esta iglesia en principio independiente fue adosada al palacio en forma de cripta. En el palacio contratamos una visita guiada a la villa, como parte de esta ruta guiada entra la visita a la cripta donde proyectan un audiovisual con la explicación de las pinturas murales. El resto de palacio se ha convertido en un centro de interpretación sobre la vida de Fernando el Católico, sin duda con interés desde el punto de vista histórico pero sin interés arquitectónico porque las salas están totalmente restauradas como centro de interpretación. 





Comienza la visita y partimos hacia la  judería, recorriendo sus intrincadas calles en las que nos van explicando la vida cotidiana de la época y apreciando detalles como  las  marcas de las puertas de los judíos conversos. Una de estas marcas se puede apreciar en la llamada Plaza de la Sartén, eran huecos situados en  una de las jambas de la puerta para colocar la mezuzá judía. Con el decreto de expulsión de los judios estos eran obligados a convertirse o marcharse. Los que decidieron quedarse grabaron encima de este hueco una cruz cristiana para demostrar su adhesión a la nueva fé. Con la expulsión  Sos perdió a casi un sexto de su población y a todos sus artesanos.

Plaza de la Sartén.


Bajamos por la calle Fernando el Católico hasta el palacio de los "Español de niño", es este un palacio de estilo renacentista de finales del siglo XVI. Actualmente se está acondicionando como palacio de congresos. Seguimos por la calle Fernando el Católico, calle principal de la localidad donde se ubican la mayoría de restaurantes y algunas tiendas que no le restan un ápice de autenticidad medieval a su trazado. Llegamos a la Plaza de la Villa, donde estaba el antiguo mercado. En la unión de los dos arcos interiores del soportal de la Plaza de la Villa se conserva el hueco triangular donde colgaban la balanza romana y la hendidura vertical correspondiente a la medida de la vara aragonesa o jaquesa, elementos esenciales para que el "almutazaf", el oficial del mercado, pudiera ejercer su función de control y vigilancia.


Plaza de la Villa.


En esta misma plaza se ubica el imponente edificio renacentista del Ayuntamiento, es un edificio de finales del siglo XVI. Sobre la puerta de acceso se encuentra el escudo de la villa y tiene una galería de arcos de medio punto en la planta superior y el gran alero de madera, característicos de los palacios aragoneses. Enfrente se haya el edificio del colegio Isidoro Gil de Jaz, edificio del siglo XVIII que en la actualidad sigue siendo el colegio de la villa.





Bajamos después hasta una de las puertas del recinto amurallado, el portal de Jaca. Es esta una de las siete puertas del primitivo recinto amurallado que aún se conservan. En la parte exterior de esta es posible apreciar una inscripción que un soldado francés, bastante cabreado con los guerrilleros españoles que luchaban por la independencia, hizo sobre uno de sus muros. La inscripción a pesar de estar en francés refleja muy bien el estado de ánimo del soldado, "merde pour les volantiers de Mina".




Desde aquí subimos hasta la Lonja medieval, lugar de mercado y espacio de reunión del concejo en la Edad Media. En el soportal de arcos apuntados se mantienen los dos orificios excavados para guardar el hielo, necesario para la conservación de alimentos. El edificio de la lonja acoge actualmente la biblioteca municipal.



Proseguimos hasta la iglesia de San Esteban, donde visitamos cripta e iglesia. Antes de acceder al pasaje que da acceso a la cripta vemos una estatua de Luis García Berlanga, director de cine muy querido en el pueblo ya que allí rodó "la vaquilla".



La iglesia de San Esteban está situada junto al castillo, la parte más primitiva es la cripta de Santa María del Perdón, cuya construcción  comienza a mediados del siglo XI y donde se conservan pinturas murales góticas. Para pasar a la cripta y a la iglesia hay un pasaje un poco oscuro con unos asientos laterales, en él se practicaban enterramientos en época medieval, era también lugar de reunión. Accedemos después a la iglesia por su portada románica, en la actualidad está protegida por un porche de construcción posterior que se realizó para su preservación frente al viento imperante en esta zona. En el interior de la iglesia destacan la pila bautismal del siglo VIII,  la talla románica del Cristo del Perón, la sillería del coro y el órgano barroco.





Desde el exterior de la iglesia se observa la torre del homenaje del castillo, vestigio más importante de este edificio edificado en el siglo XII sobre la preña Feliciana. La torre no es visitable en su interior por lo que nos ahorramos la subida.



Tras concluir la visita guiada nos vamos en coche al monasterio de Valentuñana, situado a pocos kilómetros de la localidad y desde el que obtenemos una bella panorámica del pueblo. Este monasterio fue construido en el siglo XVII por los padres Carmelitas Descalzos en el lugar donde, según la tradición, había aparecido en el medievo la virgen de Valentuñana.




Después de esta visita proseguimos nuestra ruta hacia Ochagavía, ruta que nos hará atravesar impresionantes paisajes como los de la Foz de Lumbier y la Foz de Arbayún hasta internarnos por fin en el precioso Valle de Salazar.




No hay comentarios:

Publicar un comentario