jueves, 20 de octubre de 2022

Ruta por las tierras del Burgo de Osma.



Hemos realizado una escapada de dos días por tierras sorianas, concretamente por las tierras del Burgo de Osma, un lugar lleno de historia, con magníficos monumentos y un entorno natural increíble. En esta zona se encuentran algunas de las principales atracciones turísticas de la provincia de Soria, como el Cañón del Río Lobos o el pueblo de Calatañazor. 

Nuestra ruta empieza con la visita al Cañón del río Lobos, al que accedemos por la localidad de Ucero, la más cercana a la entrada hacia la ermita de San Bartolomé, que era el objeto de nuestra visita. Para acceder a la ermita hay habilitados una serie de aparcamientos, el más cercano se encuentra a unos 800 metros de la ermita, con un agradable paseo al lado del río. La ruta se puede hacer a ambos lados del río, pero es más bonita por el sendero estrecho que por la pista forestal, también se puede hacer circular, yendo por la pista y volviendo por el otro lado del río. El aparcamiento está regulado en temporada alta, por lo que hay que pagar 4 euros por vehículo, el tiquet da acceso también a la visita del centro de interpretación "casa del parque" del Cañón del río Lobos. 

Al llegar nos sobrecoge la hermosa imagen de la ermita a los pies del cañón, con los buitres sobrevolando la zona.  Esta ermita, fechada en siglo XIII, que conserva prácticamente intactas las formas románicas, formó parte de lo que fue un monasterio que la tradición ha atribuido al Temple.  Ocupa lugar preferente en el ágora que el río traza entre los farallones kársticos y las buitreras de leonados. Es una hermosa construcción románica armoniosa, equilibrada y trazada con líneas puras. Cuenta con una elegante puerta de entrada, canecillos ilustrados con originales motivos y  rosetón con ornamentación de fina celosía. En el exterior le acompañan olmos centenarios y el río remansado. La entrada al interior cuesta un euro, y hay que comprobar los horarios, por la tarde abre a las cinco, en época estival. 


Después de la ermita continua una senda, nada más tomarla nos encontramos con una impresionante cueva de paredes calizas en las que hay algunas pinturas rupestres, aunque difíciles de apreciar. Para los amantes del senderismo es posible seguir recorriendo el cañón en sus 24 kilómetros de recorrido, pero al ser una ruta lineal después hay que volver. Nosotros tras ver la ermita y disfrutar un rato del entorno, volvimos al aparcamiento para seguir ruta hacia Burgo de Osma. 

Burgo de Osma es una preciosa localidad, con un casco antiguo fortificado, perfectamente conservado, y una magnífica catedral gótica. Sin duda la Catedral es la joya del Burgo, por lo que os recomiendo la visita a su interior, y a ser posible la visita guiada. Cuando nosotros llegamos ya no había opción de hacer la visita guiada, por lo que cogimos la audioguía.  Burgo de Osma y Ciudad de Osma son ahora la misma localidad, pero en la edad media eran dos núcleos diferentes, siendo el Burgo la parte religiosa y Ciudad de Osma la civil. 




Además de la Catedral, otros edificios interesantes dentro del recinto fortificado del Burgo son; la oficina de turismo, ubicada en el antiguo hospital de San Agustín, el edificio del ayuntamiento, el hotel Castilla Termal, situado en el edificio de la antigua universidad de Santa Catalina, con su magnífico claustro renacentista. Imprescindible deleitarse con el recorrido de la Calle Mayor porticada y fijarse en sus distintas columnas y en la arquitectura popular de sus casas con sus entramados de madera.  Fuera del recinto del Burgo,  se encuentran los restos del castillo y la iglesia de Santa Cristina, entre ambos el puente romano. 






Nosotros elegimos Burgo de Osma para pasar la noche, por lo que pudimos disfrutar esta bella localidad con tranquilidad. Además del paseo por su casco antiguo, saliendo del recinto fortificado  por la puerta cercana a la catedral, cruzamos el puente medieval y pudimos dar un agradable paseo a la orilla del río Ucero. Aquí encontramos  un bonito parque en el que además del agradable frescor proporcionado por las copas de sus plataneros, que se unen para formar un techo vegetal, encontramos algunos restos interesantes como unas columnas, restos de una antigua iglesia, o una estela medieval. 

Nuestra siguiente jornada nos acerca a la preciosa localidad de Calatañazor, con uno de los mejores ejemplos de arquitectura popular castellana que se conservan en la provincia. Para aparcar hay habilitadas algunas plazas al lado de la carretera de ascenso al casco histórico, hay también un pequeño descampado un poco más adelante, al lado de los restos de una antigua ermita románica. 




Destaca en Calatañazor todo su conjunto urbano, por su gran belleza y vistosidad. Es un pueblo medieval en el que parece que el tiempo se ha detenido. Presenta un entramado de calles empedradas con casas de arquitectura popular con la parte inferior de piedra y planta superior de encestado de barro y madera de sabina. El pueblo se haya coronado por un castillo y rodeado por una muralla de los siglos XII y XIII.




Hay una ermita románica justo a la entrada del pueblo, que se encontraba cerrada cuando la visitamos y una bonita iglesia, la Iglesia de Nuestra Sra. del Castillo. Elevada sobre la base de un templo del siglo XII, el cuerpo principal del templo fue renovada por completo en época gótica. Del periodo románico permanece la portada, con tres arquivoltas, de las cuales, la del medio lleva un extraño festón. Los capiteles exhiben animales. Por encima veremos tres ventanillas ciegas, de las cuales el arco de la central es lobulado. En su interior, un retablo policromado manierista del siglo XVIII preside el ábside, rematado con una bóveda gótica.  



La iglesia alberga un pequeño museo parroquial que reúne pintura, orfebrería, escultura y fondos del archivo histórico de la villa. Se encontraba también cerrada en nuestra visita, y tampoco vimos ningún cartel  que indicara horarios. 

Seguimos ascendiendo por la Calle Real hasta llegar a la Plaza Mayor, muy trasformada desde la Edad Media, aunque conserva la picota medieval. Hay también una curiosa roca con un fósil vegetal muy interesante. Desde esta plaza accedemos a los restos del castillo, de los que se conserva la torre del homenaje, a la que se puede subir y desde la que hay una preciosa vista del paisaje circundante y de los tejados del pueblo con sus características chimeneas cónicas. 




Desde Calatañazor dos excursiones imprescindibles son la visita al Sabinar y a la Fuentona de Muriel. Ambos se encuentran en la misma dirección y a poca distancia del pueblo, por lo que los amantes del senderismo pueden visitarlos haciendo una ruta. 

A unos 3 km de Calatañazor se encuentra la reserva natural del Sabinar, la importancia de este enclave la da la reducida presencia de este tipo de árbol en el mundo. Solo se encuentran en la Península Ibérica, sur de Francia y Norte de África. Las sabinas son árboles prehistóricos, auténticos fósiles vivientes que dominaron en el Terciario y aún viven entre nosotros. 




Después de un pequeño paseo por el sabinar, seguimos camino para llegar a nuestro siguiente objetivo, la Fuentona de Muriel. Apenas unos 4 km separan el Sabinar del pueblo de Muriel de la Fuente, desde donde se inicia la ruta hacia la Fuentona. Antes de entrar al pueblo hay una pequeña carretera que nos conduce hasta la casa del Parque, un centro de interpretación de la Fuentona, la entrada cuesta un euro y puede ser bastante interesante para conocer la fauna y flora de la zona. Desde aquí tenemos varias opciones para llegar a la Fuentona. La primera es aparcar aquí e ir andando, son apenas dos km por un bonito recorrido al lado del río. La señalización para este recorrido está justo enfrente de la carretera de acceso a la casa del parque, vamos por la margen derecha del río en dirección a la Fuentona. Otra opción, también dejando el coche en la casa del parque, es cruzar unas pasarelas de madera que salen justo enfrente de esta y llegan a Muriel de la Fuente, desde aquí coger la pista forestal que va a la Fuentona por la margen izquierda del río. La distancia es la misma, nosotros fuimos por la pista y volvimos por la otra orilla. 

Otra opción para los que no tienen ganas de andar es seguir en coche por la pista forestal y aparcar en uno de los dos aparcamientos habilitados, el primero a 1,2 km y el segundo a 800 metros, el acceso en temporada alta cuesta 4 euros, en otras épocas es libre. Desde el último aparcamiento comienza una pasarela de madera que junto a senderos al lado del río nos acerca a este precioso paraje. A lo largo del camino hay algunos rincones con mucho encanto en los que parar y disfrutar del entorno. 

La Fuentona  es uno de los enclaves más importantes de Soria, y es conocida por  ‘Ojo de Mar’, debido a que este precioso capricho de la naturaleza, donde nace el río Abión, tiene forma de ojo de color turquesa. La parte visible es solo la punta del iceberg, ya que en realidad es la salida de una gruta subterránea sumergida que solo ha sido explorada parcialmente. 




Nosotros tras estas excursiones volvimos a comer a Calatañazor, concretamente al restaurante "La casa del Cura", ya que en esta localidad hay varias casas rurales y restaurantes en los que comer. 

Tras la comida pusimos rumbo a Soria. Es esta una capital no especialmente atractiva turísticamente, ya que no tiene un centro histórico bien conservado, hay algunas perlas perdidas entre edificios sin ningún interés, que hay que buscar, son algunos palacios como el palacio de los Río y Salcedo, del siglo XVI o el impresionante palacio de los Condes de Gómara. 

También merece una visita su Plaza Mayor, donde destacan los edificios del Ayuntamiento, el Palacio de la Audiencia, la fuente de los leones y  la Iglesia Mayor, donde se casaron Antonio Machado y Leonor y donde cinco años después se celebró el funeral de la novia.  

Hay dos edificios que por sí solos pueden justificar la visita a Soria para los amantes del románico, la Iglesia de Santo Domingo, con su impresionante portada principal, llamada la "Biblia de piedra" por representar en su arquivoltas parte de la historia sagrada, y la Concatedral de San Pedro. 

Fachada de la Catedral de Soria. 

Iglesia de Santo Domingo.

La iglesia de Santo Domingo nos encantó, y afortunadamente estaba abierta en el momento de nuestra visita, no así la  Concatedral que fue una decepción, ya que su mayor atractivo el el claustro románico, único elemento que perdura de la primitiva catedral, ya que tanto la fachada como el resto de la iglesia son resultado de remodelaciones posteriores y no tienen gran atractivo. El ver el claustro es bastante complicado, dado su reducido horario de visitas. En el momento de nuestro viaje, principios de septiembre de 2022, solo era visitable entre semana de 18 a 19 horas, los sábados de 11 a 13,30 y de 18 a 19 y horas y domingos y festivos de ll a l3,30. A nosotros nos decepcionó ya que era uno de los motivos de ir a Soria, la ubicación de la Concatedral también  nos pareció extraña, como a las afueras del núcleo urbano y un poco abandonada en su exterior. 

Después de la corta visita a la capital, proseguimos viaje, ya en retorno a nuestra localidad de origen, Alcalá de Henares, no sin antes hacer una última parada en el pueblo de Almazán, que cuenta también con un pequeño, pero interesante casco histórico. De este destacan los edificios de su Plaza Mayor, la Puerta de la Villa, la iglesia de San Miguel y el Palacio de los Hurtado de Mendoza. Hay también una bonito recorrido en pasarelas de madera sobre el río Duero. 

Con esta visita nos despedimos de la provincia de Soria, pero amenazamos con volver, para visitar localidades que se nos han quedado fuera de programa por falta de tiempo, como Berlanga de Duero, San Esteban de Gormaz, Vinuesa y por supuesto el impresionante paraje de la Laguna Negra. 

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