Gijón es considerada la capital de la Costa Verde, situada en la zona central-septentrional de Asturias, por ella discurre el Camino de Santiago en su ruta costera. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Desde su fundación en el siglo V a.C, ha sido una población eminentemente industrial, lo que favoreció su desarrollo a lo largo del siglo XX. En los últimos años y debido a la crisis de la siderurgia, la ciudad ha tenido que reinventarse, pasando a transformarse en un centro turístico, universitario y comercial.
Es Gijón una ciudad preciosa que merece disfrutarse con tranquilidad, pero a veces nuestros planes de viaje no nos permiten dedicar más de una jornada a un lugar y este fue el caso en Gijón. Fue digamos el fin de fiesta de un viaje maravilloso. Dedicamos nuestra última jornada de una ruta por Cantabria y Asturias oriental a visitar esta bonita localidad.
Llegamos muy temprano en la mañana y nos dirigimos a la universidad laboral de Gijón, un impresionante edificio que merece la pena visitar por sí solo. Se encuentra situada a unos tres kilómetros del centro urbano. Fue construida entre 1949 y 1956, es la obra arquitectónica más importante realizada en el siglo XX en Asturias y el edificio más grande de España. Fue declarada bien de interés cultural con la categoria de monumento en 2016. La universidad tiene visitas guiadas y la opción de verla por libre, con subida a la torre. Esto último fue lo que hicimos ya que la visita guiada era más tarde y perderíamos mucho tiempo. La visita a la Torre nos permitió ver unas bonitas vistas, pero no pudimos entrar a la iglesia ni al teatro, ya que estaban preparando un evento en el patio y ambos edificios estaban cerrados, esto sin duda deslució un poco esta visita y nos decepcionó.
Tras la visita nos dirigimos hacia el centro de Gijón y aparcamos en las inmediaciones del estadio del Molinón. Desde allí cruzamos el bonito parque de Isabel la Católica y tomamos dirección a la playa de San Lorenzo. El paseo marítimo es muy bonito y se presta a un agradable paseo. Disfrutamos también con una exposición fotográfica al aire libre que había en una plaza cercana al paseo.
Comimos en uno de los restaurantes del paseo marítimo y como no, una comida espectacular y a muy buen precio, como viene siendo la tónica en Asturias.
Dejamos el paseo marítimo para visitar Cimadevilla, antiguo barrio de pescadores y casco histórico de Gijón. Aquí nos detenemos en la Plaza Mayor, donde hay un gran ambiente de sidrerias y visitamos el puerto deportivo, además de pasar por delante del ayuntamiento y del bello edificio del Palacio de Revillagigedo y la contigua colegiata de San Juan Bautista.
El Palacio de Revillagigedo es una notable muestra de arquitectura palaciega asturiana del siglo XVIII. Su construcción se inició en 1704, aprovechando un torre medieval de estilo gótico del siglo XV. El edificio es de estilo barroco, compuesto por dos torres almenadas y un cuerpo central. Contrasta la austeridad de las torres con la abundancia decorativa del centro. La capilla contigua, con categoría de colegiata, se concluyó quince años más tarde que el palacio.
Proseguimos en dirección a la cercana iglesia de San Pedro. Pasamos por encima de las termas romanas, la entrada es subterránea, que a estas horas estaban cerrados y tomamos la calle que asciende hacia el cerro de Santa Catalina. Las termas romanas comenzaron a edificarse en el siglo I y fueron reformadas en el siglo II. Se descubrieron accidentalmente tras unas obras de alcantarillado realizadas en 1903. Tras el fin de la Guerra Civil, en la que se destruyó la antigua iglesia de San Pedro, edificada sobre estas, se discutió si volver a levantar el templo en su emplazamiento original. Esto se llevó a cabo, ocultando una parte del yacimiento para siempre. Las excavaciones para exponer parte de las ruinas al público comenzaron en 1990 y finalizaron en 1995 con la inauguración del actual museo.
Iglesia de San Pedro. |
Es el cerro de Santa Catalina un lugar de esparcimiento para los gijoneses, donde además de unas preciosas vistas podemos ver unos refugios de la guerra civil y la obra Elogio del Horizonte.
Elogio del Horizonte es el nombre de una escultura de hormigón, obra del escultor Eduardo Chillida. Se trata de una pieza de grandes proporciones erigida en el año 1990. Desde su construcción se ha convertido en el símbolo de la ciudad.
Después de un rato de esparcimiento y disfrute visual en este espacio, descendemos de nuevo hacia la iglesia de San Pedro, dudamos si visitar las termas romanas, ya abiertas a esta hora, pero tenemos un viaje de regreso a Madrid y no queremos terminar muy tarde, por lo que decidimos tomar un autobús urbano de regreso al estadio del Molinón y comenzar nuestro viaje de regreso.
Despedimos este recorrido con una imagen en blanco y negro que da el punto de contraste a este colorido y maravilloso viaje, lleno de luz y de sabor, en el que hemos disfrutado de preciosas playas, pueblos marineros, buena sidra y mejor comida. Hasta pronto Asturias......
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