Situado en el sudeste de la Comunidad de Madrid y recientemente nombrado uno de los pueblos más bonitos de España, Nuevo Baztán es una localidad singular. Esta singularidad se la confiere su origen como pueblo industrial, perfectamente planificado desde cero, en un lugar en el que no había previamente ningún asentamiento. Su fundación se remonta a principios del siglo XVIII, cuando Juan de Goyeneche, un industrial procedente del valle navarro de Baztán, se decidió por este emplazamiento para construir una serie de fábricas y las viviendas de los obreros que en estas trabajarían, dando origen a este poblado industrial. Para su construcción contrató a uno de los mejores arquitectos de la época, José Benito de Churriguera.
En el conjunto urbano destacan el palacio de Goyeneche y la iglesia de San Francisco Javier, también son destacables la plaza de dicha iglesia, el ayuntamiento y las antiguas casas del pueblo. Se convirtió, tras su fundación, en el complejo industrial más avanzado de su tiempo, imitando el estilo de la Francia de Luis XVI.
Por desgracia el proyecto de Goyeneche sobrevivió poco tiempo a su autor, sin embargo, a pesar de su decadencia, quedó este espléndido trazado urbano como testigo de la voluntad y el genio de unos pocos que se atrevieron a iniciar un progreso industrial en una época decadente, quedando como testigo de esa época 300 años después.
Estatua de Juan de Goyeneche. |
El conjunto urbano se articula en torno a tres plazas, la más importante es la plaza de la iglesia, en esta encontramos el Palacio de Goyeneche y la iglesia de San Francisco Javier. La fachada del palacio presenta una imagen monumental sobria y austera para su estilo barroco. Fue diseñado por José de Churriguera, autor del estilo churrigueresco, quien se apartó de las pautas arquitectónicas de esta corriente, más recargadas, para imprimir al conjunto un aire austero, con notables influencias herrerianas. La fachada de la iglesia está anexa la palacio y es de un estilo barroco más clásico.
Destacan en el interior de la iglesia el retablo de Churriguera y una exposición de figuras talladas en colmillo de elefante que se pueden observar en una vitrina en uno de sus laterales.
En la plaza de la iglesia tenemos unos pinos que han sido declarados árboles singulares de la Comunidad de Madrid, debido a su altura y antigüedad. Además de estos, hay también un Olmo, cerca de la gasolinera situada a corta distancia de la Plaza, es el único ejemplar superviviente de una hilera de olmos que se plantaron en la fundación de la localidad. En Nuevo Baztán, los olmos llegaron a ser tan grandes y de tal espesor su copa, que formaban un túnel al juntarse los árboles de uno y otro lado de la vía. Esto provocaba que el viajero caminara por este túnel vegetal de sombra y frescor y que, justo a la entrada del Palacio, se abriera la luz y quedara patente el esplendor del complejo. Esto fue así hasta los años 70-80, momento en el que una plaga de grafitosis, procedente de Asia, atacó todos los olmos de Nuevo Baztán, como ocurrió en toda Europa. Este que queda hoy en pie es el único superviviente de dicha plaga, fue afectado, pero se recuperó. Forma parte del catálogo de árboles singulares de la Comunidad de Madrid.
Contigua a la Plaza de la iglesia se encuentra la plaza del secreto o del mercado, lugar donde se celebraba este, y en su origen porticada en uno de sus lados, donde aún podemos apreciar las basas de las columnas, que al ser de madera, no se han conservado. Un arco situado en una de sus esquinas se abre a otra plaza, la plaza de las fiestas, era el lugar de los festejos como corridas de toros, teatros... Esta plaza ha sido plató de muchas películas, ya que por sus características lo mismo podría imitar a la Francia del siglo XVIII como al Méjico colonial.
En otro de los lados del Palacio encontramos el centro de interpretación, donde explican la historia de la fundación de la localidad en un audiovisual, está situado en unos antiguos almacenes de paños y bodegas. En el interior del palacio se encuentra la oficina de turismo, desde donde organizan visitas guiadas, ahora restringidas en grupos muy limitados con motivo del Covid, por lo que los fines de semana es complicado conseguir una plaza. La visita guiada es la única forma de acceder al interior del palacio. La iglesia se puede visitar en la visita guiada o en las horas previas al culto.
Saliendo de la Plaza del Palacio por la calle del Palacio llegamos a la Plaza de la Cebada, lugar en el que vivían los agricultores y se guardaban los aperos de labranza. A medida que nos alejamos de la Plaza del Palacio, las casas pasan de tener doble altura y balconadas a ser más modestas, esto indicaba que los trabajadores más importantes y especializados se alojaban cerca del palacio y cuanto más lejos de este menor era su cualificación así como el tamaño y calidad de sus viviendas.
La localidad cuenta con algunos restaurantes donde se puede degustar una cocina típicamente castellana, con migas, sopas de ajo, cocido madrileño, sin olvidar las carnes a la brasa o asados castellanos.
Para los amantes del senderismo existen una serie de rutas que parten de la localidad, que al estar situada en la conocida como Alcarria madrileña, atraviesan un paisaje singular. La senda de Valmores es la primera opción. Se trata de un camino circular, de trazado suave y con escasos desniveles. Son unos 7 kilómetros, el terreno se caracteriza por amplios páramos o alcarrias de cima, que encontraremos entre los valles que los rios Henares, Tajuña y Jarama, han horadado. La segunda recomendación es la Senda Galiana, vía pecuaria histórica que ha servido de ruta de trashumancia desde los tiempos de la Mesta.
A cuatro kilómetros de Nuevo Baztán se encuentra la localidad de Olmeda de las Fuentes, conocido también como el pueblo de los pintores, por la gran cantidad de pintores que han elegido esta pintoresca localidad para residir. Se trata de un bonito pueblo de estilo andaluz, con sus calles empinadas y fachadas blancas que constituye una bonita visita para completar la excursión a esta zona.
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