miércoles, 4 de agosto de 2021

Qué ver y hacer en Monforte de Lemos.



Capital de la comarca de la Tierra de Lemos y de la Ribera Sacra,  la ciudad de Monforte de Lemos destaca en la lejanía por la silueta de la colina de San Vicente en la que se alzan orgullosos el monasterio de San Vicente del Pino, actual parador de turismo y la torre del homenaje, resto de su antiguo castillo. Esta figura central le hace distinguible en la lejanía cuando es observada desde alguno de los miradores más altos que se alzan sobre el rio Sil, y es que Monforte, situada en la provincia de Lugo, es un magnífico punto de partida para explorar la Ribera Sacra. 

Como monumentos más importantes de la ciudad destacan el monasterio de San Vicente del Pino, los restos de las antiguas murallas y la Torre del homenaje de su castillo, el colegio de Nuestra Sra. de la Antigua y el puente viejo sobre el rio Cabe, llamado puente romano, aunque su origen es medieval. 

Nuestra estancia en Monforte se enmarca en una ruta de cinco días por la Ribera Sacra, escogimos esta ciudad como base. Nos alojamos en un apartamento denominado Lenda Sacras, situado cerca del Hospital de Monforte, pero a unos escasos diez minutos andando del centro de la ciudad. 

En nuestra estancia en la Ribera Sacra tuvimos tiempo de explorar esta ciudad a ratitos en las diferentes jornadas y os relatamos lo que más nos gustó de ella. 

Sin duda destaca la figura de su colina central, en la que se encuentra el Parador de Turismo. Este magnífico edificio data del siglo XVI, si bien existen referencias a sus orígenes en el siglo X. Posee un estilo neoclásico y cuenta con tres alturas, destacando en su fachada las columnas de tipo dórico. En el interior del monasterio nos encontramos con un patio que a través de canales y de su inclinación se diseñó para recoger el agua de la lluvia y almacenarla en un aljibe subterráneo, facilitando el suministro de agua en todo el complejo. El monasterio fue abandonado durante la desamortización y a principios del siglo XX volvió a ser habitado por monjes procedentes del monasterio de Samos, abandonándolo en los años ochenta. Más tarde se reconvirtió en Parador Nacional de Turismo.




La iglesia presenta una fachada renacentista con un interior gótico de transición. En su interior encontramos elaboradas bóvedas y también un órgano barroco, actualmente fuera de servicio. El altar mayor es de estilo barroco.

Al lado del Parador de Turismo se encuentra la Torre del Homenaje de Monforte, resto de lo que en su día fue el magnífico castillo de San Vicente,  de los poderosos Condes de Lemos. Monforte, Montis Forte, nació a los pies de la fortaleza medieval del siglo XII, erigida sobre el Castro Dactonio (poblado de antiguos moradores del valle de Lemos), donde se encontraba el convento de San Vicente del Pino, del siglo X. Estamos ante una de las mayores fortalezas de Galicia, en la que la Torre del Homenaje recuerda la época en la que la ciudad era un icono del poder feudal de la Edad Media.

La Torre es uno de los elementos arquitectónicos más característicos de la ciudad del Cabe. Construida entre los siglos XIII y XV, era el edificio más importante dentro del castillo, acogía las Ceremonias de Homenaje, rito que unía al señor con su vasallo. La Torre tiene 30 metros de altura dispuestos en cuatro pisos, 13 metros de lado y muros de 3 metros de grosor. Vista desde su pie, impresiona, y desde las almenas ofrece un excelente mirador del Valle de Lemos. Se accede ella por unas escalinatas, ya que la puerta de entrada se yergue 8 m del nivel del suelo, para facilitar la defensa.

El interior está musealizado y cuenta con armaduras, muebles, objetos, dibujos y maquetas que recuerdan la época de su esplendor. En la primera planta se construyó un aljibe para almacenar el agua de la lluvia, en la tercera planta se encuentra la Ventana de la Reina, que parece pedir al visitante que tenga un reposo en la subida y se siente entre la piedra para viajar en el tiempo. El ascenso constante tiene su principal recompensa en la parte superior almenada que ofrece unas espectaculares vistas de la ciudad y de su entorno.

Alrededor de esta colina central, que es el origen de la ciudad medieval, se sitúa el barrio judío, que podemos considerar como el casco antiguo de esta localidad. Aunque los judíos de Monforte nunca estuvieron confinados y vivían mezclados con la población, probablemente el hecho de que muchos fueran artesanos y hombres de letras, sea el motivo de que las referencias más claras que tenemos de judíos viviendo en Monforte, nos hablen de personas que habitaban en las calles Zapaterías, Falagueira y Pescaderías o en la actual Plaza de España, hoy ligazón con el centro comercial de la ciudad. En un paseo por la judería podrás ver aún las casas de algunos ilustres judíos como los Gaibor. En la calle Pescaderías encontrarás otra de las torres de la muralla. Desde ella se observa una estupenda vista de la ciudad, del convento de La Régoa y de la muralla. Un poco más abajo, en la misma calle, está la antigua cárcel; en su parte superior tenemos una nueva vista panorámica del casco antiguo y ya, muy cerca de este edificio, la Plaza de España. El casco antiguo se completa con dos de las puertas de la Antigua muralla que aún se conservan, la Puerta de la Alcazaba y La Porta Nova.

Ya fuera de este casco antiguo, en lo que en el momento de su construcción se consideraban las afueras, y ahora se ha convertido en el centro de Monforte, se localiza el que sin duda es el edificio más monumental, espectacular y emblemático de Monforte, el Colegio de Nuestra Sra. de la Antigua, popularmente conocido  como colegio de los escolapios. 





El colegio fue fundado por el Cardenal Don Rodrigo de Castro, hijo de la III Condesa de Lemos Doña Beatriz de Castro y de Álvaro Osorio, confesor de Felipe II y por tanto figura bastante cercana a este.  Las obras comenzaron en el año 1593, inspiradas por el edificio del Escorial,  y terminaron en el año 1913, financiadas con  la polémica venta del cuadro "La Adoración de los Reyes" del pintor Van der Goes. Esta venta trató de ser impedida por las gentes de Monforte, que se organizaron incluso haciendo guardias frente al colegio, pero no pudieron evitarla. Hoy hay una copia de este cuadro en la iglesia, en el lugar en el que se situaba el original.

El edificio es de estilo renacentista y de traza herreriana, con un gran templo en el centro y dos cuerpos laterales, completamente simétrico. La fachada está realizada en granito del país y mide 110 metros. Coronan la fachada de la iglesia el escudo de España y el escudo del Cardenal.  Es conocido como “El Escorial gallego”.

En el interior llama la atención, por su amplitud, la escalera, realizada en granito compacto con peldaños de una sola pieza, que apenas acusaron el paso de los años. Posiblemente fue construida entre 1594 y 1603. Consta de tres tramos, sin visible apoyo en el central, que se sostiene mediante un juego de fuerzas que actúan apoyadas en potentes muros.

El claustro es de estilo dórico-romano. El cuerpo inferior está abierto, cubierto con bóveda de arista y presenta rosetones en las intersecciones de los nervios. El cuerpo superior consta de una galería cerrada. En los arcos centrales encontramos cuatro escudos relacionados con la historia del edificio.




La iglesia es de estilo jesuítico y está inspirada en el Gesú de Roma. Tiene  planta  de cruz latina con los brazos del crucero poco desarrollados. En el crucero se sitúa una cúpula de media naranja, con linterna. La cúpula y  la linterna sufrieron deterioros por el paso del tiempo y sobre todo a causa del terremoto de Lisboa del año 1755 y se encuentran actualmente en restauración. 

El retablo, dedicado a la Virgen María fue comenzado por el  escultor gallego Francisco Moure y terminado por su hijo, ya que el escultor muere antes de terminar la obra. Preside el retablo la imagen de la Virgen de La Antigua. En la cabecera, mirando a hacia el retablo, se encuentra el sepulcro del Cardenal, atribuido al escultor Juan de Bolonia.

En una de las capillas laterales, encontramos una obra de importante valor: el Santo Cristo, obra del escultor italiano Valerio Cioli, realizado en mármol. Fue encargado por Felipe II para la iglesia de El Escorial pero no le gustó mucho por considerarlo demasiado musculoso y se lo regaló al Cardenal por su amistad con él.

La antigua sacristía de la iglesia, obra de 1699, alberga el museo. Conserva obras interesantes como dos pinturas de El Greco y cinco tablas atribuidas al taller del pintor italiano Andrea del Sarto, además de objetos que pertenecieron al propio Cardenal. Las dos obras del Greco pertenecen respectivamente a su etapa inicial como pintor y a sus últimos años, y podemos apreciar a través de ellas la evolución pictórica del artista. 









En la actualidad el edificio sigue siendo colegio, gestionado por los Padres Escolapios y el patronazgo de la Casa de Alba, heredera en el siglo XVIII del Condado de Lemos. Se puede visitar en la modalidad de visita guiada, para lo cual hay que reservar la visita en el teléfono 687359008. Las visitas son de martes a domingo, aunque los domingos solamente abren por la mañana. Es un recorrido bastante interesante. Ya solamente con ver el museo merece la pena, sin contar con la grandiosidad del resto del edificio. Las explicaciones sobre la historia del edificio y las diferentes expoliaciones de sus obras de arte durante la ocupación francesa también nos parecieron muy interesantes. 

Monforte está atravesada por el río Cabe, por lo que tiene un agradable paseo fluvial por sus orillas, incluso hay posibilidad de alquilar barquitas para dar un paseo por el río. Uno  de los puentes que atraviesan este río es el bonito puente romano. Se denomina así por su aspecto, aunque su origen es medieval. 




Muy cerca de este puente se encuentra el convento de Santa Clara, fundado en el siglo XVII. Es un edificio sencillo, al ser de clausura no se puede visitar. Lo que sí se puede visitar es su antigua enfermería, que hoy es un museo de arte sacro, con una de las colecciones más importantes de España. 



Desde que en 1883 el rey Alfonso XII inauguró la línea Madrid-A Coruña, Monforte de Lemos se convirtió en un importante nudo de conexión ferroviaria que sirvió a la ciudad como motor de desarrollo hasta su decadencia a mediados del siglo XX.  Por este motivo el museo del ferrocarril en Galicia se encuentra en Monforte de Lemos y también es una visita interesante en esta ciudad, sobre todo si viajáis con niños.

Además de sus monumentos y museos, otra de las actividades que no os podéis perder en Monforte es el disfrute de la gastronomía gallega, en los numerosos restaurantes de su centro. A nosotros nos habían recomendado uno llamado  "La Polar", y sin duda el sitio no nos defraudó. 

 

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