miércoles, 10 de noviembre de 2021

Un día visitando el Parque minero de Riotinto.




El río Tinto, con sus aguas rojas cargadas de minerales, recorre esta tierra minera, excavada durante siglos en busca de sus tesoros, oro, plata, cobre, plomo, zinc. Desde época de los romanos esta tierra ha estado ligada a su actividad minera y esta actividad lo ha definido todo, su paisaje, su geografía, su flora y el estilo de vida de sus habitantes. Hoy esta cuenca, que ha pasado momentos duros, parece renacer de nuevo con la actividad minera y el turismo. La visita a las Minas de Riotinto no os dejará indiferentes. 


En nuestro viaje por la Sierra de Aracena, no podíamos dejar de acercarnos al municipio de Minas de Riotinto. Nos habían hablado de su curioso paisaje, en algunos lugares tan parecido a parajes de otros planetas, que hasta la Nasa está investigando allí. Lo primero que nos llama la atención al llegar es lo nueva que parece la localidad de Riotinto, o más exactamente Minas de Riotinto, ya que la antigua Riotinto fue engullida por la excavación de la mina adyacente, quedando de este antiguo poblado minero solamente el barrio de Bellavista. En este bonito barrio podemos observar las casas levantadas para los ingenieros británicos. Pero esta es un historia que os contaré más adelante. 

La visita al Parque Minero de Riotinto es una visita densa, ya que son muchas las cosas que hay que ver, por lo que os resumo sus principales atracciones. 

* Museo Minero de Riotinto. 

* Mina de Peña de Hierro. 

* Ferrocarril Minero.

* Mina Corta Atalaya.

* Casa 21, Barrio Inglés. 

Para visitar todo esto puedes sacar una entrada completa o combinarlas según te apetezca, la entrada al museo minero solo es la más básica y sobre esta puedes sumar todas las demás atracciones. Nosotros las visitamos todas, y creo que merece la pena hacerlo, pero hay que llegar con tiempo, porque os llevará todo el día. El museo minero abre a las 10.30 de la mañana y deberíais estar allí a esa hora, allí es donde os validan las entradas compradas por internet o donde podéis comprarlas físicamente. Es un museo bastante interesante, cuya visita os llevará entre una o dos horas, dependiendo de vuestro ritmo. Paso a relataros cómo organizamos nuestra escapada para poder verlo todo y no morir en el intento. 

Como viajamos en el puente de Todos los Santos, decidimos sacar las entradas previamente por internet para evitar sorpresas, sobre todo en el ferrocarril minero, que es la atracción estrella. Estábamos parando en Aracena, por lo que teníamos unos 30 minutos de coche, llegamos al museo minero un poco antes de la hora de apertura. Antes de llegar a Riotinto pasamos por el embalse de Gossan-Cobre (su nombre son dos minerales de la zona). Al pasar por la carretera que cruza el embalse nos llamaron la atención estas figuras. 


Foto cortesía de Antonio Pérez.

El embalse ha recogido durante muchos años los residuos de las minas de Riotinto. Al desecarse, por efecto de la evaporación, han surgido estas formas, creadas por los cristales precipitados que crecieron sobre la vegetación del fondo del pantano. Debido a que el nivel del pantano está tan bajo se podían ver en el momento en el que nosotras hicimos esta escapada. 

Otra de las cosas que llama la atención justo antes de llegar a Minas de Riotinto, es la nueva zona de excavación de Cerro Colorado, la mina a cielo abierto que se está explotando ahora y que es atravesada por la carretera. No os extrañe que dentro de poco se coma esa carretera como la anterior mina se tragó a Riotinto, "todo por el mineral".

Por el momento, la carretera sigue ahí, así que llegamos al museo sin dificultad. Allí canjeamos las entradas y estuvimos dando una vuelta, no nos dio tiempo a verlo entero ya que teníamos entradas a las 11,30 para visitar la mina Peña de Hierro y esta se haya a 10km del museo. 





La visita a Peña de Hierro es por libre, por lo que no es necesario llegar a la hora justa. La visita en sí a la mina no es larga, una media hora, pero hay un paseo interesante para verla también desde arriba, por lo que os aconsejo dejar al menos dos horas entre la entrada a esta mina y el ferrocarril minero. Nosotras teníamos Peña de Hierro a las 11.30 y el ferrocarril a las 13.30, así que fuimos tranquilas a la visita. 

La visita a Peña de Hierro nos permite adentrarnos  en una auténtica mina, atravesando una galería minera de unos 200 metros, sin problemas para los claustrofóbicos, ya que es bastante ancha, alta y llanita. Para la visita nos ataviamos con cascos de minero y llegamos hasta la salida de la galería, donde desde un mirador se observa la impresionante corta a cielo abierto de Peña de Hierro, enclave donde nace el río Tinto. 





Desde Peña de Hierro nos fuimos hasta la zona de recepción del Ferrocarril minero. Unos antiguos talleres del ferrocarril, a medio camino entre Peña de Hierro y Minas de Riotinto. El tren recorre unos 11km de la antigua línea que unía el parque minero con Huelva. Va circulando a la orilla del Rio Tinto, y en su camino podemos observar un bonito paisaje, al principio fruto de la explotación humana y después ya el cauce más natural. 




Atención, y esto es IMPORTANTE,  sentaos en el lado izquierdo del tren a la ida, porque es desde este lado desde el que se ve el río, si no lo hacéis estaréis todo el viaje viendo solo las escombreras de las minas. No suele haber dificultad, ya que el tren no se llena del todo, pero si no lo conseguís, al menos sentaos a la derecha en la vuelta para no estar otra vez en el lado equivocado. En el tren no se permite comer ni levantarse durante el trayecto. 






La duración total del viaje es de hora y media, unos treinta y cinco minutos de trayecto de ida y otro tanto de vuelta y 20 minutos de parada en la estación final para que la locomotora de la vuelta. En esta parada te podrás bajar y llegar hasta la orilla del río. 




Llegamos a la estación de vuelta a las tres de la tarde y volvimos rápidamente hacia la localidad de Minas de Riotinto, concretamente de vuelta al museo porque desde allí sale la visita guiada a Corta Atalaya. Esta Corta es la más impresionante que veréis en esta zona, y para mí, junto al tren minero, un imprescindible del Parque Minero. Llegamos a las tres y media así que al tener tan solo media hora para comer, lo hicimos en un restaurante que hay justo enfrente del minero. La comida no es gran cosa pero en relación calidad/precio está bien. Son bastante rápidos sirviendo el menú, así que nos dio tiempo justito a comer para estar a las cuatro con el coche preparado para seguir al guía. 




La visita a Corta Atalaya es guiada, tenéis que seguir al coche guía en vuestro propio vehículo, hasta las afueras de la localidad, donde se encuentra esta impresionante explotación. Corta Atalaya fue una explotación minera a cielo abierto, principalmente de cobre, que en su día fue la mina a cielo abierto más grande de Europa. Fue en su época uno de los proyectos más ambiciosos de la británica Rio Tinto Company Limited (RTC), que puso en marcha su explotación a cielo abierto en 1907. Las labores de extracción de mineral se mantuvieron hasta su cierre a la actividad en 1992.

Tras la visita a Corta Atalaya nos vamos al barrio de Bellavista, allí se puede visitar la casa 21. Es un museo etnográfico en el que se ha cuidado hasta el más pequeño detalle para hacernos viajar a finales del siglo XIX y mostrarnos como vivían los ingenieros ingleses en esa época. 







Además de la casa, merece la pena dar una vuelta alrededor para ver las casitas del resto del personal, que hoy son una bonita urbanización que mantiene el estilo minero de época. También hay una capilla presbiteriana. 

Como el museo cierra media hora después que la Casa 21, nos da tiempo de volver a este y ver las salas que nos faltaban. A estas horas apenas queda nadie, por lo que  la visita es un auténtico lujo. A destacar del museo la sala donde se encuentra el vagón del Maharajah, el más lujoso del mundo en vía estrecha. Construido en Birmingham en 1892 para que la Reina Victoria realizara un viaje entre Inglaterra y la India. Pero, ¿Qué relación tiene este vagón con la Cuenca Minera? Pues mucha, puesto que, posteriormente, fue utilizado por la Regente María Cristina –aunque según las fuentes apuntan a Alfonso XIII- en su visita a la comarca minera onubense. Y, después, fue utilizado para el transporte de los directivos ingleses de la mina, de la Riotinto Company Limited. 



Otra visita imprescindible del museo minero es la reproducción a escala real de una mina romana. No recomendable para claustrofóbicos, ya que puede resultar un poco agobiante. También destaca la sala donde se reproduce la entrada a una mina interior y la maquinaria. 




Una visita super interesante en la que no podréis dejar de fotografiar el peculiar paisaje que el hombre y la naturaleza han creado.




No hay comentarios:

Publicar un comentario