domingo, 21 de noviembre de 2021

Linares de la Sierra y Alájar. Los vecinos bonitos de Aracena.



En nuestro reciente viaje a la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, dos de los pueblos que visitamos fueron Linares de la Sierra y Alájar. Nos encantaron los dos, cada uno con sus peculiaridades. Nada más salir de Aracena hacia Linares de la Sierra, por la carretera que los une, nos vamos adentrando en un paisaje precioso,  en el corazón de la Sierra de Aracena, diferente a la dehesa que habíamos visto con anterioridad.

Linares de la Sierra obtiene el tí­tulo de villa en tiempos de Fernando VI, por la Real Cédula de 27 de mayo de 1724. En el siglo XVIII, como en toda la comarca, se produce una fuerte expansión que conlleva un incremento de la población y es cuando se construye la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista. En el siglo XIX conoce su esplendor económico y llega a tener más de 1.000 habitantes, gracias a sus exportaciones de frutas que son demandas por su gran calidad. A partir de ese momento empieza su decadencia, debido primero a la emigración a las minas, y después, a la masiva de los años 60. Hoy en día su población es de 262 habitantes, aunque tiene un cierto resurgimiento con el turismo rural, contando con varios bares, un mesón, alojamientos rurales y hasta un hamman. Es un pueblo precioso y con una arquitectura popular  muy bien conservada. 






Una de las peculiaridades de Linares de la Sierra son los felpudos mosaico, hechos de guijarros, que encontramos delante de la mayoría de las puertas de la villa. Estos mosaicos se denominan "llanos", hay más de 300 por la localidad y algunos datan del siglo XIX.






Hay otras construcciones que destacan en la localidad,  la primera es su Iglesia Parroquial de San Juan Bautista,  que fue levantada a finales del siglo XVIII sobre las ruinas de otra anterior, su prominente torre es seña de identidad del municipio que se ve desde prácticamente todos los puntos del mismo. Junto a ella encontramos la "Plaza de Toros", una explanada adosada a la iglesia y que sirve en el día a día como plaza local en la que encontramos varias cafeterías. Durante las fiestas patronales de San Juan Bautista se desarrolla un Festival Taurino. Otras citas interesantes que brinda el pueblo son la Noche de los Poetas en último sábado de julio, o la Romería de San Juan Bautista el último sábado de mayo en el paraje de La Pájara. También en Navidad se puede disfrutar de un Belén Viviente realizado por los habitantes del pueblo aprovechando la singularidad del entorno en que se encuentra Linares de la Sierra.

Linares de la Sierra y el agua están estrechamente ligadas, su paisaje escarpado, por el que discurren numerosos arroyos, ha ido configurando una senda conocida como “Camino rutas del agua”, con una dificultad moderada, y una longitud de 8,72 kilómetros. Comenzando por la Fuente Nueva de comienzos del siglo XX, una estructura de tres partes que está compuesta por la fuente con cuatro caños, el abrevadero y el lavadero circular con 18 fregaderos,  y terminando en la Fuente Vieja que se usó desde antaño  como lavadero, podremos hacer una preciosa ruta alrededor de dos riberas que configuran una canalización que sirve de riego a las huertas de los vecinos por medio de las acequias. Un relajante paseo que no debemos perdernos si visitamos con tiempo Linares de la Sierra. En nuestra visita la meteorología no acompañó, por lo que nos limitamos a la ruta por la localidad y disfrutar sus preciosas calles de casas blancas adornadas con macetas, los llanos y su magnífica gastronomía que disfrutamos en el mesón Arriero. 


Fuente vieja.


Después de comer nos desplazamos al vecino pueblo de Alájar, donde el primer lugar que visitamos es su famosa Peña. La Peña de Arias Montano y Cuevas de Alájar es un lugar formado por una enorme masa de roca caliza que culmina en una especie de meseta (a 746 metros de altitud) sobre el valle donde se asienta la población de Alájar. En las entrañas de la Peña, el agua ha ido formando un conjunto de cavidades revestidas de estalactitas y estalagmitas, de lagos y de rocas con las formas más dispares colonizadas por hepáticas, musgos y líquenes que dan los característicos tonos de sus paredes. Cuevas como El Palacio Oscuro, La Fuente, La Sillita del Rey o El Salón de los Machos, testimonian la hermosura subterránea del lugar que llega a contar con hasta 24 cavidades catalogadas. Para solicitar información sobre la visita a las cuevas podéis escribir a  "centro.visitantes@alajar.es" o llamar al  teléfono 959 125 710, el centro de visitantes estaba cerrado el día de nuestra visita, ya que las condiciones atmosféricas eran algo adversas, con mucha niebla. 




La figura de Arias Montano, teólogo preceptor de Felipe II y miembro honorable de la corte y vinculado al Escorial, está ligada a la Peña hasta el punto de haber asignado su nombre. Él intentó recrear en la Peña la visión que los artistas flamencos tenían del retiro de San Jerónimo, figura muy seguida en la Europa del siglo XVI. En la Peña de Arias Montano y Cuevas de Alájar, cada 8 de septiembre, se celebra la romería de la Reina de los Ángeles. Una de las peculiaridades de esta romería es el mercado artesanal en el que, según un documento del año 1807, ya se reunían comerciantes, de los que cien procedían de distintos puntos de la provincia.

También nos encontramos en la Peña la Ermita de la Reina de los Ángeles. Data del siglo XVI y consta de nave, presbiterio y camarín, además de sacristía, vivienda y anexos. Un sencillo edificio de gran belleza, que llama poderosamente la atención al visitante, sobre todo cuando la conoces por dentro. Además podemos ver la Portada Almohadillada, delante de la Ermita, que consta de dos semi-columnas y un arco. Es conocido como Arco de los Novios ya que, según la tradición, la pareja que pase por debajo cogidos de la mano, termina casándose. Otra pintoresca construcción que nos encontramos, es la Espadaña, que consta de dos niveles y la acompañan dos garitas de planta circular. Al lado de una de las garitas hay una placa conmemorativa de la visita que hizo el rey Felipe II a su consejero.



Por último vemos el mirador, protegido por una barandilla y que ofrece una de las vistas más espectaculares de la sierra onubense. 




Después de la visita a la Peña, bajamos hasta el actual núcleo urbano de Alájar, conocido antes como Alájar bajo, para diferenciarlo de Alájar alto que estaba situado en la peña. Se trata de una bonita localidad de casitas blancas donde destaca la Plaza de España. Esta plaza está situada en el centro neurálgico del pueblo y es el lugar de reunión de los habitantes de este municipio. En ella tienen lugar eventos, ferias y mercadillos. En esta plaza destacan principalmente dos edificios: el Ayuntamiento y una casa señorial diseñada por Aníbal González, el arquitecto que mejor representa la arquitectura regionalista andaluza.

También destaca la Iglesia de San Marcos, Iglesia alrededor de la cual se aglutina todo el pueblo de Alájar. Está situada en la calle del mismo nombre. Está fechada a finales del siglo XVIII y es de estilo barroco. Consta de tres naves, presbiterio, sacristía y capillas. Destacan en la iglesia las esculturas de San Marcos y la de San Antonio, dos púlpitos de forja, la pila bautismal de mármol blanco y el coro.





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