martes, 22 de mayo de 2018

Palacio del Viso del Marqués.




Hay un palacio en un pueblo manchego que nos transporta a la Italia renacentista, es el Palacio del Viso del Marqués, llamado Palacio del Marqués de Santa Cruz. Mucha gente se pregunta el por qué de esta localización, siendo el Marqués además un importante marino de su época. A esto los lugareños responden "El Marqués de Santa Cruz hizo un palacio en el Viso porque pudo y porque quiso".

El Palacio del Viso es una de las más importantes obras del arte italiano en España. Fue el Marqués Don Alvaro de Bazán un importante militar y almirante español que sirvió a Felipe II y cuya participación fue clave para el triunfo en la Batalla de Lepanto. Ganó todas las batallas en las que participó, y fueron muchas. Este eminente marino viajó mucho y pasó mucho tiempo en Italia, admirador del arte renacentista, cuando decidió construir su palacio en el Viso, se trajo a importantes pintores italianos para decorar sus techos y paredes. Fue construido en la segunda mitad del siglo XVI y está inspirado en el palacio genovés de Andrea Doria, aunque su aspecto exterior no demuestra la magnificencia y riqueza artística que guarda en su interior.






Las pinturas al fresco del palacio constituyen el conjunto pictórico español en que mejor y mayor cantidad se encuentra representada la mitología clásica. El edificio consta de dos plantas y la mayoria de sus salas, así como las galerias alta y baja, incluida la escalera, están pintadas al fresco. En la actualidad está gestionado por la armada española y algunas de sus piezas decorativas han sido cedidas por el museo naval. Además de sus salas bellamente decoradas, el palacio alberga el archivo-museo de la marina "Don Álvaro de Bazán", a cuyos documentos se tiene acceso bajo cita previa. 





Para realizar nuestra visita al palacio tomamos la autovía A-4 en dirección Madrid, ya que nosotros veníamos desde Jaén, y nos desviamos a la altura de Almuradiel, tomando dirección al Viso del Marqués. El acceso a la plaza en la que se encuentra el Palacio es bastante sencillo el aparcamiento en las calles cercanas también es fácil. Llegamos poco después de las 11 y tuvimos la suerte de que justo en ese momento comenzaba una de las visitas guiadas, por lo que fuimos directamente a la puerta principal para iniciarla. La visita es muy interesante, ya que además de la impresión que causa la belleza del edificio y de sus frescos, el guia nos introduce en la historia del Palacio, en la de su creador y explica anécdotas sobre las pinturas y otros elementos decorativos de forma muy completa y amena. Nos llamó especialmente la atención una de las historias mitológicas contada en los frescos del palacio que narra como Zeus se enamoró de una ninfa de nombre Calisto  quedando esta embaraza, Hera (esposa de Zeus) celosa de Calisto la transformó en osa, cuando el hijo de Calisto creció se topó con la osa e intentó cazarla, para evitar esto y que pudieran estar juntos, Zeus transformó a su hijo en oso y los envió a ambos al cielo, formando desde entonces las constelaciones de la osa mayor y menor. 



Cuenta el Palacio también con una pequeña y bella capilla donde se encuentra enterrado el primer Marqués del Viso, Don Alvaro de Bazán. Otro de los elementos decorativos que podemos encontrar en el edificio son los fanales, estos eran los faroles de los barcos vencidos en batalla naval por el marqués, que no perdió ninguna batalla por lo que tiene muchos en su colección. A la salida de la capilla se haya también el fresco del torico que llama mucho la atención a los niños por su efecto visual, el cuál tendréis que descubrir por vosotros mismos. 

Ataúd de enterramiento del Marqués.


Fresco en el que se encuentra el torico que siempre te mira.

La visita al Palacio tiene un coste de tres euros para los adultos y es gratuita para los niños. La visita se realiza en la modalidad de visita guiada a puerta cerrada, por lo que si llegáis con una visita ya iniciada hay que esperar hasta el siguiente pase, para más información sobre horarios podéis consultar esta página www.fundacionmuseonaval.com. El palacio es también la sede de las veladas de música y gastronomía que con la denominación "noches de tierra y mar" se celebran en el mes de junio.

Una vez finalizada la visita al palacio, nos dirigimos a la cercana iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción, edificio del siglo XV y estilo gótico en cuyo interior se encuentra el "lagarto del Viso", un cocodrilo de cuatro metros de longitud que se cree Don Álvaro trajo de una de sus batallas.





Tras la visita a la iglesia nos dirigimos al museo de ciencias naturales-AVAN, situado en la calle Real, en lo que fue la antigua sede del Ayuntamiento. El museo cuenta con una serie de exposiciones permanentes en salas de minerales, fósiles, botánica, micología, zoología y una sala con más de 1500 mariposas de todo el mundo. Nos pareció bastante interesante y a los niños les encantó. La visita es gratuita y aunque el edificio está muy necesitado de una restauración, la colección de minerales y fósiles es impresionante y el resto muy interesante. Sin duda un buen complemento en nuestro viaje a esta localidad.





En el mismo edificio se encuentra la oficina de turismo. En esta nos informan sobre los distintos restaurantes y bares de la localidad en los que poder disfrutar la rica gastronomía de la zona como las migas manchegas, los galianos, el moje de harina las gachas o la caldereta de cordero. También nos hablan del área recretiva del valle de los Perales,  ya la que decidimos dirigirnos. El valle de los perales es una zona de gran belleza natural que alberga, además de un área recreativa con merendero, fuentes y barbacoas, un complejo de ocio formado por una casa rural, un restaurante, un aula de la naturaleza y dos piscinas. Hay también en la zona una pequeña ermita en lo que fue en origen un depósito de agua. Sin duda un precioso sitio para disfrutar una comida en plan picnic o en su restaurante. Nosotros escogimos en este caso la opción del restaurante, ya que hacía bastante frio por lo que comer fuera no era muy agradable.



Después de la comida tomamos la carretera comarcal hacia Calzada de Calatrava y paramos a ver el enclave de la presa de Fresneda. El embalse tenía un nivel de agua muy elevado en el momento de nuestra visita, gracias a las abundantes lluvias de los últimos meses. El paisaje de la carretera entre el Viso del Marqués y Calzada de Calatrava es de gran belleza en esta primavera en la que la naturaleza se muestra en todo su esplendor por las abundantes precipitaciones. 

En los alrededores del Viso hay otros muchos enclaves que merecen la pena visitar como son la Hoz de Peñarrubia, la Fuente del Hontanar y el rincón cervantino de Los Chorros. Otra opción es la visita a la Ermita de San Andrés, situada a 15 km de la localidad en plena Sierra Morena. La romería de San Andrés es una fiesta de gran arraigo en la localidad que se celebra en el segundo domingo de mayo. 

Nosotros decidimos tomar dirección a Calzada de Calatrava para visitar el castillo de Calatrava la Nueva, otra de las joyas que nos ofrece esta zona y que os contaremos en otra entrada. 








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