Villaviciosa es la capital del concejo asturiano del mismo nombre y es principalmente conocida por la producción de sidra. Esta actividad se realiza gracias a la abundancia de pumaraes, nombre con el que se conoce en Asturias a las arboledas de manzanos.
Además de sus muchas e interesantes fábricas de sidra, Villaviciosa tiene la mayor ria de Asturias, el concejo tiene un importante puerto pesquero en Tazones y su cercana playa de Rodiles es aclamada por su calidad y belleza.
La capital tiene un gran atractivo para el visitante, con un casco histórico muy agradable en el que encontramos iglesias, palacios y casas centenarias.
Para nuestra estancia en la zona reservamos un apartamento en una casa rural, denominada Apartamentos rurales la Cirigüeña, esta se encuentra a unos 9 km de Villaviciosa y a 6 de Tazones. El pequeño complejo de apartamentos estaba anexo a un bar-restaurante donde disfrutamos de una de las mejores cenas de nuestra ruta asturiana.
Realizamos una visita de dos dias a la zona y el primer dia lo dedicamos a conocer Villaviciosa y su ria. Llegamos al pueblo y aparcamos cerca del ayuntamiento. Este edificio data de 1906 y destaca por su estilo sencillo y refinado. Tras este se encuentra el Parque Ballina y al frente la Plaza del Ayuntamiento, conocida popularmente como Plaza del Güeru.
Desde aquí iniciamos un recorrido que, tras pasar por delante del edificio del Ateneo obrero que fue inaugurado en 1917 como sede de la Sociedad Casino Obrero, nos llevó hasta la Plaza José Caveda y Nava donde podemos ver varios edificios destacables; El teatro Riera, inaugurado en 1945, es uno de los espacios públicos de mayor importancia para la localidad. Enfrente se encuentra la escultura de la manzanera. Esta es obra del escultor Mariano Benlliure y representa una campesina portando manzanas. Se inauguró en 1932 para homenajear a D. Obdulio Fdez, un indiano generoso con su pueblo natal y que además fue gerente de la empresa "Sidra el Gaitero".
El palacio de los Valdés que data de 1806 y destaca por el gran corredor que recorre toda la fachada.
El Palacio de los Caveda, de finales del siglo XVII, fue la casa natal de José Caveda (1796-1882), ilustre personaje que ocupó importantes cargos políticos y editó en 1839 el primer libro en asturiano.
Cruzando la calle Agua nos encontramos otros dos edificios destacables; La casa de los Hevia, de finales del siglo XV, famoso por ser el lugar en el que se dio acogida en 1517 al emperador Carlos I de España y V de Alemania en el que fuera su primer viaje a la península para hacerse cargo de los reinos de Castilla y Aragón. Hoy acoge la oficina de turismo. El Palacio de los Peón, antiguo colegio franciscano de mediados del siglo XVIII. La casa del Arcediano o de la Fábrica, antigua fábrica de chocolate, demolida en los años 20 en los que se levantó la mansión actual. Fue residencia del dramaturgo y poeta Alejandro Casona, en la actualidad es un hotel.
Casa del Arcediano. |
Seguimos paseando hasta llegar a la iglesia románica de Santa María de la Oliva. Esta data de finales del siglo XIII y es una obra de transición entre el estilo románico y gótico. Destaca la portada principal por su rica ornamentación. En los capiteles aparecen temas simbólicos, religiosos y profanos de la iconografía románica.
Otro edificio destacable es la Plaza de Abastos, construida en 1904. Pertenece a la arquitectura del Hierro, y en su interior destaca la minuciosa decoración de las columnas. Llegamos a visitarla cerca de su hora de cierre por lo que se encontraba poco transitada.
Aprovechamos nuestra ruta por Villaviciosa para comer en uno de los restaurantes de su centro histórico. La gastronomía local está muy influenciada por la Ría y la Mar, con exquisitos platos de fabes con almejes, fabes con llámpares (lapas) y fabes con marisco. La presencia del mar aporta una gran variedad de pescados y mariscos. Tienen también fama en Villaviciosa los cachopos. En cuanto a los postres, el rey es el arroz con leche junto con la tarta de manzana y para acompañar la comida la sidra natural, que está en su mejor momento cuando sale del tonel donde se fermentó.
Tras la comida tomamos la carretera del Puntal que va bordeando la ria. En esta se encuentra el centro de interpretación de la Ria de Villaviciosa, localizado en lo que antaño fue una casa de camineros. Entre los atractivos de la Ria destaca el avistamiento de aves. Un recorrido por esta nos lleva hasta los pantalanes de la fábrica del Sidra el Gaitero, una de las más antiguas de Asturias y que al igual que otras bodegas o llagares es visitable.
Continuamos nuestro recorrido hasta el Puerto de Tazones, lugar en el que desembarcó Carlos I en su primer viaje a España. Es por ello que forma parte de las rutas imperiales de Carlos V en Europa. Muchas crónicas sobre la época del desembarco resaltan lo gratamente sorprendido que se quedó el emperador con aquellas gentes y su paisaje, y es que Tazones sigue siendo hoy un amable pueblo pesquero con sus casitas de pescadores, coloristas y con aroma de mar. El marisco de Tazones es famoso y mucha gente acude a sus restaurantes para degustarlo.
Obligada también una visita a su faro, desde el que hay una magnífica vista, si la niebla no lo impide, como nos sucedió a nosotros.
Sin duda una comarca digna de reseñar monumentalmente, paisajísticamente y sobretodo gastronómicamente.
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