lunes, 6 de agosto de 2018

Zugarramurdi y Amaiur. Visita a la Navarra embrujada.


Zugarramurdi ha entrado en la historia por los sucesos acaecidos hace unos 400 años, entre 1609 y 1614. En sus cuevas tuvieron lugar los supuestos aquelarres, estos hechos fueron denunciados a la inquisición, provocando el mayor proceso de brujería de nuestra historia. La inquisición no veía con buenos ojos aquella sociedad de costumbres y creencias diferentes. La incomprensión y el ansia de dominación transformó aquellos rituales y fiestas en aquelarres, los cánticos en conjuros, las palabras en sortilegios y las creencias paganas en magia negra. Durante estos años, mujeres, hombres y niños se vieron acusados y condenados por brujería. Si bien las enormes críticas suscitadas obligaron al Santo Oficio a cambiar sus métodos, el nombre de Zugarramurdi quedó vinculado a la brujería para la posteridad. 

En estos pueblos aún perduran los ecos de estas creencias, en estas tierras húmedas y escurridizas persiste un estado de ánimo un tanto especial. Así que no es extraño ver en las puertas de las viejas casonas una flor de cardo o eguzkilore, aquí aún se cree que sirve para espantar a los malos espíritus. 

Nuestra visita a esta zona se enmarca en nuestra ruta de 9 días por Navarra, nos hospedamos en distintos alojamientos para evitar realizar largas distancias en coche, una de las localidades elegidas fue Elizondo, de la que ya os hablaré en una próxima entrada ya que merece mención aparte. Partimos pues de esta localidad para realizar nuestra ruta del día y nuestra primera parada es el pueblo de Amaiur, Maya en castellano. Allí aparcamos al lado de la iglesia y tomamos la calle principal que comienza en su famoso arco. Este se construyó en el siglo XVII y constituye la entrada al núcleo urbano y uno de los puntos más fotografiados y característicos del pueblo. Antes del arco encontramos un crucero de finales del siglo XVII que señala la ruta del Camino de Santiago que atraviesa el Baztán.




Maya está situado en el valle del Baztán y es un pueblecito precioso que cuenta con poco más de 200 habitantes y algunas casas rurales, además de un hotel en el edificio de un antiguo palacio. Ya en el siglo XII aparece con el nombre de Amaiur, como una de las "tenencias" o distritos nobiliarios del reino de Navarra.



Las casas son preciosas y damos un agradable paseo en el frescor de la mañana, frescor que aumenta por las numerosas fuentes que hay a lo largo de la calle Mayor. A lo largo del recorrido vemos que algunas casas tienen la flor de cardo en la puerta para protegerse de los malos espíritus. En nuestro paseo llegamos hasta un palacio que ha sido recientemente convertido en hotel,  el Hotel Palacio Borda. Es un caserón del siglo XVII, edificio palaciego del Valle del Baztan  situado al final de la calle Mayor de Amaiur, con planta cuadrada, tejado a cuatro aguas y fachada de piedra rojiza.


Fachada de Amaiur con flor de cardo en ventana.

Flor de cardo protectora en puerta. Amaiur.


Seguimos nuestro camino por el sendero que conduce al monte Gaztelu, allí se encontraba el Castillo de Maya, hoy en ruinas. Este castillo fue el escenario de una de las últimas resistencias a la conquista de Navarra. En 1521-1522 los navarros partidarios de rey Enrique II de Navarra se hicieron fuertes en él, durante el último intento de reconquista del reino por parte de dicho rey, diez años después de la invasión de Navarra por Fernando el Católico (1512). Los navarros resistieron varios ataques hasta que capitularon en Julio de 1522, el 12 de agosto se ordenó destruir la fortaleza. Además de las ruinas y paneles explicativos sobre el castillo, hay un monolito de recuerdo a la batalla. Desde lo alto se pueden apreciar también unas magníficas vistas.





Volvemos sobre nuestros pasos hacia la iglesia, cerca de la cual habíamos aparcado y nos entretenemos un poco con los niños en un cercano canal de agua, y es que el agua parece sobrar en este hermoso lugar, es un entorno fresco y agradable. Al lado de este canal y frente a la iglesia se encuentra el molino de Amaiur,  situado en la planta baja de una casa rural, solo se puede visitar bajo reserva previa, así que no entramos.



Volvemos al coche y ponemos rumbo a  Zugarramurdi, allí paramos en la plaza de la iglesia en la que hay varios bares y restaurantes, a esta hora de la mañana aún no muy concurridos. La iglesia de la Asunción es un edificio neoclásico construido en el siglo XVIII. Fue parcialmente destruido por las tropas francesas en 1793 por lo que hubo que reconstruirlo durante el siglo XIX. No pudimos acceder a su interior al estar cerrado.



Seguimos camino hacia el museo de las brujas, situado en un antiguo hospital. Nosotros visitamos este museo porque pensamos que podía ser algo interesante para los niños, para conocer la historia de la brujería en esta zona antes de la visita a la cueva. Aunque pueda ser esclarecedor para ello, la visita es cara en relación a su interés, 4 euros por adulto y 2,50 los niños.  En mi opinión no merece la pena pagar este dinero para lo que ofrecen, una serie de salas con audiovisuales, pantallas interactivas y algunas pequeñas escenografías sobre la brujería. La visita al museo implica el descuento de un euro para la visita a la cueva, aún así es caro y no compensa.




Tras la visita al museo tomamos el camino que conduce a la cueva, nosotros aparcamos en el pequeño parking que hay a la entrada, pero suele estar bastante lleno. Hay otro parking más grande en la parte baja del pueblo, a unos 300 metros de la cueva. La cueva nos gustó mucho, también su entorno, cuesta 4,50 los adultos y 2,50 los niños, aunque con un descuento de un euro por persona si se visita el museo de la brujería también. La zona a la que da acceso la entrada es un complejo kárstico superficial  cuya cavidad principal ha sido creada durante siglos  por el arroyo conocido como Regata del Infierno.




En este paraje se han encontrado láminas de pedernal del periodo Magdaleniense, así como restos de cerámica prehistórica. Pero sin duda su fama se debe a haber sido la "Cueva de las Brujas" , lugar donde se celebraban los aquelarres que Álex de la Iglesia inmortalizó en su película " Las Brujas de Zugarramurdi" con escenas en este mismo lugar. En uno de los paneles de la cueva nos explican que el término aquelarre procede de el nombre del prado anexo a la cueva, prado del macho cabrío, ya que en euskera, macho cabrío es aker y delante es aurrean siendo pues akelarre "frente al macho cabrío".



Después de la visita a la cueva y a un paseo por el itinerario que hay a su alrededor, que a pesar del calor del mes de julio es muy fresco por la frondosidad de la vegetación que rodea a la cueva, salimos de esta para volver al pueblo. Dudamos si comer en uno de los locales que hay en la plaza de la iglesia, pero es un poco pronto para nosotros así que decidimos seguir camino.

Cerca de Zugarramurdi se encuentra la localidad de Urbazubi, donde puede visitarse su antiguo monasterio de San Salvador, el molino y las espectaculares cuevas de Ikaburu. Nosotros no realizamos esta visita ya que nuestra ruta seguía en otra dirección. Nos dirigimos pues hacia la localidad francesa de Sare para cruzar la frontera en dirección a San Juan de Luz.



No hay comentarios:

Publicar un comentario