Nuestra visita a Tudela es la primera parada en tierras navarras en la ruta que vamos a realizar por esta región, en nuestro camino hacia aquí hemos visitado las localidades de Medinaceli y Tarazona., de las que ya os he hablado en anteriores entradas.
Tudela fue residencia habitual de los reyes navarros, en especial Sancho el Fuerte, quién nació y murió allí. Participó en la batalla de las Navas de Tolosa junto a los reyes de Castilla y Aragón, y alcanzó merecida fama cuando acometió el palenque del califa Miramamolín obligándolo a huir. De esta lucha dicen que procede la esmeralda que está en el centro de las cadenas del escudo de Navarra, que fue arrebatada por el rey Sancho del turbante de Miramamolín. Imagino que Miramamilín huyó espantado al ver a tan alto rey y es que el rey Sancho medía 2,20 metros, algo inusual para la época. Vivió sus últimos años en su castillo de Tudela, sin apenas salir de él, aquejado y enfermo. Tal fue su larga y solitaria estancia que terminaron por llamarle "el encerrado".
Llegamos a Tudela y aparcamos en una zona azul cercana al puente medieval sobre el rio Ebro, desde aquí hay un corto paseo hasta la Plaza de los Fueros, donde se encuentra la oficina de turismo. Esta plaza es el lugar de encuentro y descanso de los tudelanos y la puerta de entrada al Casco Viejo de la ciudad. Fue construida extramuros del recinto medieval en el siglo XVII sobre el cauce del rio Queiles. Sobresale sobre la uniformidad de sus fachadas la Casa del Reloj que preside la plaza. Cuando se construyó se celebraban allí corridas de toros que hasta entonces se habían hecho en la Plaza Vieja, por eso aparecen en algunas fachadas cerámicas con escenas taurinas.
Desde allí vamos caminando hacia la Plaza Vieja, donde se encuentran el ayuntamiento y la Catedral. El Ayuntamiento se asienta sobre un edificio del siglo XV, y esta situado allí desde entonces, aunque muy reformado a lo largo de su historia. La Catedral se construyó en el lugar que ocupaba la Mezquita Mayor de Tudela, tras su reconquista en 1119. La primitiva construcción con título de colegiata fue nombrada catedral en 1783. Tiene tres portadas, la portada Sur de estilo románico, la norte o de Santa María y la puerta principal o Puerta del Juicio, llamada así por la temática de sus dovelas. Aunque su interior es muy interesante no disponíamos de tiempo para la visita, ya que queríamos visitar el parque natural de las Bardenas Reales.
Tiene tambíén Tudela otros edificios muy interesantes, iglesias como la de San Jorge, San Nicolás y la de la Magdalena, precioso edificio de estilo románico. También palacios como el que ocupa el museo de Tudela (palacio decanal) de estilo gótico mudéjar, el museo Muñoz Sola de arte moderno (casa-palacio) de los Beráiz o el palacio Marqués de Huarte con sus magníficas pinturas al fresco en su fachada, actual archivo municipal y biblioteca. Pero sin duda lo más conocido de Tudela son sus magníficas verduras que tienen merecida fama. Tal vez por el clima benigno, por la cercanía del caudaloso Ebro o por las prácticas hortícolas que se remontan a la época de dominación musulmana, el hecho es que la excelencia de sus productos alcanza su más alta cota gastronómica en la menestra de verduras. Es este el plato estrella de Tudela. Anualmente se celebran las jornadas y fiestas de la verdura. Se inician con actos en el mes de marzo hasta el mes de junio, pero es la primera semana de mayo cuando se realizan los actos centrales, recorridos gastronómicos, con menús especiales, degustaciones y concursos.
Partimos de Tudela en dirección a Arguedas para visitar el paraje de las Bardenas Reales. Estas constituyen un parque natural tras cuya apariencia desnuda e inhóspita se esconde un paraje poblado de barrancos, mesetas planas y cerros solitarios con caprichosas formas creadas por la erosión del agua. Se distinguen dentro de este parque tres zonas, la Bardena Blanca es la depresión central, de suelos a menudo blanquecinos y desnudos y de aspecto desértico, el Plano, una terraza fluvial elevada y casi llana y la Bardena Negra, una zona caracterizada por la existencia de grandes planas con taludes cubiertos de pinos y coscojas y tierra oscura. En total son unas 42.500 hectáreas donde abundan la flora y fauna esteparia. Se han detectado la presencia de 24 especies de aves rapaces y 28 especies de mamíferos como zorros, gato montés, ginetas y jabalíes.
Llegamos al centro de información de las Bardenas reales donde nos dan un plano del parque y nos explican las rutas que se pueden realizar. Existen varios itinerarios para realizar en bicicleta, trayectos peatonales y también caminos autorizados para vehículos. Nuestra visita es en el mes de Julio a media tarde y la temperatura en esta zona es alta por lo que nosotros vamos a realizar el recorrido en coche. Desde el centro de información nos vamos hacia el cuartel militar, punto en el que se inicia el recorrido circular por la parte conocida como Blanca Baja. Comenzamos el recorrido partiendo del cuartel y siguiendo la pista que está perfectamente indicada, la velocidad máxima es de 40 km por hora pero vamos incluso más lentos para poder disfrutar de las caprichosas formas que encontramos en nuestro camino.
El recorrido circular que se suele realizar en coche son unos 25 km y a lo largo de él vamos encontrando puntos interesantes donde merece la pena parar y dar un pequeño paseo para disfrutar el curioso paisaje de relieve abrupto, lleno de cabezos, planas y barrancos encajados.
En nuestro paseo nos vamos encontrando también algunos animales, casi todo reptiles y algún ave, pero también nos encontramos un precioso zorrillo, que se aventura cerca de la pista, bastante escurridizo y que no se dejó fotografiar.
Casi al final del recorrido se encuentra la formación de arenisca más famosa del parque y sin duda más fotografiada por su peculiaridad, el Cabezo de Castildetierra, nos detenemos para inmortalizarlo con nuestra cámara. La verdad es que su forma es bastante curiosa y no nos sorprende que sea tan conocido porque es realmente llamativo.
Desde este punto se puede terminar el recorrido circular de nuevo hacia el cuartel y tomar el camino hacia el centro de información o tomar un camino alternativo directo al centro de información, esta fue nuestra opción ya que el dia había sido intenso y aún nos quedaba llegar hasta Olite donde vamos a realizar nuestra primera noche en nuestra ruta de nueve dias por Navarra.
Dentro de las Bardenas está uno de los más importantes polígonos de tiro de las fuerzas aéreas españolas y de la OTAN, en el está absolutamente prohibido entrar. Está perfectamente señalizado y no hay riesgo de confundirse con la ruta turística. Las Bardenas han sido también escenario del rodaje de anuncios de televisión, series y películas como "el hombre que mató a Don Quijote", "el mundo nunca es suficiente", "acción mutante" y otras. Ha sido también tierra de bandoleros, como el llamado "Sanchicorrota", cuyo caballo llevaba las herraduras puestas al revés para que no le pudiesen seguir. Es además territorio de leyendas, como la de Doña Blanca, esta cuenta como la hija del rey de Navarra se negó a contraer matrimonio con el príncipe de Aragón, su padre la encerró a pan y agua en la torre del castillo situado en el Vedado de Eguaras. Todas la noches un pastor de Valtierra le llevaba queso y leche. Cuentan que cuando al fin doña Blanca fue liberada, le regaló las tierras que rodeaban el castillo y por eso hoy pertenecen al municipio de Valtierra. Sin duda un paraje peculiar y muy atractivo para los aficionados a la fotografía.
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