sábado, 23 de septiembre de 2023

Qué ver en Florencia.



Dentro de nuestra ruta de 10 días por el norte de Italia, una de las ciudades que visitamos fue Florencia. Ya os hemos hablado en una anterior entrada de los consejos e itinerario de este viaje, para leer más de ese tema podéis hacerlo aquí.
 
Florencia fue la tercera ciudad de nuestra ruta, después de Venecia y Bolonia. Estuvimos tres noches en la localidad. La llegada a la ciudad la realizamos por tren desde Bolonia. La estación Santa María Novella está bastante céntrica y te permite llegar hasta la Plaza del Duomo en apenas 15 minutos andando. Muy cerca de la estación se encuentra la oficina de turismo de Florencia, justo al lado de la Iglesia Santa María Novella, uno de los imprescindibles a visitar en la ciudad. 
 
Para nuestra estancia elegimos un apartamento muy céntrico, situado a dos minutos andando de la Plaza del Duomo y a otro par de minutos de la Galería de la Academia, museo en el que se encuentra la famosa escultura del David de Miguel Ángel.  El  tener un alojamiento céntrico os permitirá aprovechar mejor el tiempo para conocer la ciudad si solo disponéis de tres días, como era nuestro caso. Además permitirá que vayáis a visitar los lugares más destacados de Florencia andando, para así disfrutar mejor su bonito centro histórico. 

En nuestra estancia aprovechamos para hacer también un tour en autobús por algunos pueblos de la Toscana, algo que os contaré más adelante. 
 
En cuanto a los imprescindibles para visitar en Florencia, el primero y más destacado es el Duomo de Florencia, su catedral. Es un edificio impresionante, en sus dimensiones, belleza y particularidades, como es el diseño y construcción de su cúpula. 



 
Como hemos visto en otras ciudades italianas, el conjunto de la catedral cuenta con tres edificios, la catedral en sí, el campanile o torre, que está situada al lado, pero no anexa, y el baptisterio. Cada uno de los edificios se ha de visitar aparte, con diferentes entradas. El acceso a la catedral es gratuito, aunque no exento de larga cola. Para subir a su cúpula o al campanile tendréis que comprar las entradas con antelación, nosotros  no lo hicimos y a pesar de viajar en septiembre, no fue posible adquirirlas allí, ya que estaban agotadas. También se puede visitar el baptisterio, en cuyo exterior destaca su magnífica puerta de orfebrería dorada, pero en este caso no hay dificultad para comprar las entradas sobre la marcha. 

El segundo imprescindible en una visita a Florencia es el Puente Vecchio, o puente viejo, símbolo de la ciudad y el único que sobrevivió a la voladura de puentes realizada por los nazis al abandonar Florencia. Es un puente medieval de gran belleza, con casetas de joyerías a ambos lados, que en su origen eran carnicerías pero fueron cambiadas por el fuerte olor que desprendían y que molestaba al Duque. Sobre un lateral del puente, y por encima de las casetas de los joyeros, se extiende una galería que comunica el Palacio Vecchio con el Palacio Pitti, para que el Duque pudiera ir de uno a otro sin mezclarse con la plebe. 





En tercer y cuarto lugar estarían sus palacios y sus museos. En cuanto a sus museos, hay muchos, creo que un guía nos dijo que alrededor de 100, pero sin duda los más destacados son la Galería de la Academia y la Galería Uffizi. 

El primero, como ya os he indicado antes, es en el que está la escultura original del David de Miguel Ángel, así como otras obras inacabadas del mismo autor (que impresionan porque parece que intentan escapar de la piedra que las atrapa). Hay también una interesante colección pictórica y escultórica. Si queréis evitar colas hay que comprar la entrada con antelación, pero suelen estar agotadas, si no se prevé con tiempo. Nosotros no lo hicimos, pero pudimos entrar tras una media hora de cola.



 
Respecto  a la Galería Uffizi, hay que reservar bastante tiempo para la visita, porque la colección es impresionante, fue donde acabaron todas las obras de arte atesoradas por los Medici, durante su larga dominación sobre Florencia, cuando la dinastía se extinguió. Nosotros no las visitamos, por falta de tiempo, tuvimos que elegir entre la galería de la Academia y esta, y los niños tenían mucho interés en ver el David, no en vano es la escultura más famosa del mundo. 




 
En cuanto a Palacios, los más destacados son el Palacio Vecchio y el Palacio Pitti. Los visitamos ambos y son impresionantes, cada uno en su estilo. El Palacio Vecchio es más medieval.  En su interior el lugar más impresionante es la sala del Cinquecento, por su belleza y dimensiones. Para los amantes de los libros de Dan Brown, parte de la trama de Inferno se desarrolla en este palacio y en él encontraréis la máscara mortuoria de Dante Alighieri, que protagoniza parte de la trama de la novela. También se puede subir a su torre, pero con una entrada adicional.


Sala del Cinquecento




En la entrada del palacio hay una copia, a  tamaño real, de la escultura del David de Miguel Ángel. Y en esta misma plaza, llamada Plaza de la Señoría,  en un soportal grande, llamado corredor de los Lanzi,  hay un conjunto escultórico impresionante.  La mayoría son copias, ya que los originales, de gran valor, están repartidos entre los palacios y museos de Florencia. El conjunto deslumbra  por su belleza.




 
Esta plaza, que es la más importante y antigua de Florencia y mantiene su aspecto medieval, tiene también una bonita fuente dedicada a Neptuno, de Bartolomeo Ammannti, del siglo XVI. Al final, en una posición central a la izquierda del Palacio Viejo, está también la gran Estatua ecuestre de Cosme I, en restauración en el momento de nuestra visita. 

El Palacio Pitti es más renacentista, sus salas y techos son impresionantes, por sus frescos y la cantidad de obras de arte que atesora. También son visitables sus jardines, pero con una entrada adicional. La visita, solamente del palacio, os llevará unas dos horas.






En cuanto a las iglesias, hay muchas y muy bellas, algunas de pago y otras de entrada libre. En la mayoría piden código de vestimenta, es decir, hombros tapados, escote no muy pronunciado y pantalón por debajo de la rodilla. Esto también es así al visitar el Duomo, por lo que conviene ir preparados con un par de fulares, para adaptar el ropaje veraniego. 

De todas las iglesias, sin contar con el Duomo, del que ya hemos hablado antes, yo destacaría:

La capilla de los Medici, edificio con un interior de gran belleza, y en el que además hay más esculturas de Miguel Ángel. Está situada a la espalda de la Basílica de San Lorenzo, que también se puede visitar, previo pago. Nosotros solo visitamos la capilla. 




La iglesia de Santa María Novella. Situada cerca de  la estación de tren. Nosotros no la visitamos, pero viene descrita como una de las iglesias más bonitas de Florencia. También hay que pagar para visitarla. 

La iglesia de Santa María Anunciata, preciosa iglesia situada en la plaza del mismo nombre. La visitamos por recomendación del guía de un free tour, y nos impresionó su belleza. Es de entrada libre y no hay colas para visitarla. Es una de esas joyas no muy conocidas por el turismo de masas que aún se puede disfrutar casi en soledad. 




Otro imprescindible para disfrutar y entender la belleza de Florencia sería hacer una visita guiada. Nosotros somos muy aficionados a los free-tour. Una modalidad de visita guiada en la que al final es el cliente el que decide cuanto valora la visita y en consecuencia la paga. Suelen ser bastante amenas y completas, porque los guías saben que clientes satisfechos dejan más dinero. En nuestro caso elegimos el tour "El lado oscuro de Florencia, misterios y leyendas". Nos pareció más interesante para los niños que un free tour normal, y la verdad es que nos gustó bastante. 

Otra visita destacada sería disfrutar un atarceder con una vista panorámica sobre Florencia. En este caso hay una opción muy conocida, gratuita, pero bastante masificada a la hora del atardecer que es la Plaza Michelangelo. Otra opción, menos masificada, porque es de pago, son los Jardines de la Villa Bóboli. Habíamos leido recomendaciones sobre su belleza y que era un sitio precioso para ver el atardecer sobre Florencia. Pero cuando llegamos nos dijeron que los cerraban a las 7´30, y no nos daba tiempo a disfrutarlos, así que nos fuimos al mirador de Michelangelo, y creedme, lo que sobre el mapa parece cerca, es una caminata de 15 minutos con una gran cuesta, que verdaderamente cuesta, aunque compense la vista. 
 



Tampoco te puedes ir de Florencia sin visitar la Fontana del Porcellino, una fuente  con una escultura en bronce de un jabalí,  al que  según la tradición hay que frotar su hocico e introducir una moneda en su boca, que si cae y pasa a través de la reja de la fuente garantiza volver a Florencia.




Y por último, y si tenéis tiempo yo os recomendaría un tour  en autobus por la Toscana. Nosotros hicimos uno, con visita a Monteriggioni, Siena y San Gimignano, y degustación en una bodega de vino Chianti y productos de la zona. Nos salió por 55 euros por persona, y nos encantó, sobre todo Siena, que es espectacular. 

Siena



Para finalizar con los imprescindibles decir que hay una tarjeta que por 85 euros permite entrar una vez a cada uno de los principales museos, palacios e iglesias de Florencia. En nuestro caso optamos por pagar las entradas individuales de los sitios que queríamos y podíamos visitar, por las limitaciones de tiempo y el cansancio de estar todo el día visitando museos. También deciros que todas las entradas son gratuitas para los menores de 18 años acompañados de un adulto, lo cual se agradece cuando viajas con dos adolescentes. 


Con todo lo dicho os paso a relatar nuestro itinerario de viaje, por si os sirve de inspiración. 


1º día. Llegada en tren desde Bolonia por la mañana y tras dejar las maletas en el apartamento,  nos desplazamos a la plaza del Duomo, primer contacto con la belleza de este edificio,  también conocido como Basílica de Santa María del Fiore o Catedral de Florencia.
 
Después fuimos a la Plaza de la Señoría, y ya que casi era hora de comer, decidimos posponer la visita al Palacio Vecchio. 
 
Después de comer nos fuimos a ver la Galería de la Academia, previa cola de media hora, y salimos con tiempo para nuestro free tour mitos y leyendas de Florencia. Por la noche, como nuestro apartamento estaba tan céntrico, nos dedicamos a visitar el casco medieval de Florencia, hasta llegar al Puente Vecchio. 

2º día. Dejamos a los niños durmiendo y nos levantamos a las seis de la mañana para disponer del privilegio de pasear por una Florencia prácticamente vacía.  Y creedme si os digo que el madrugón merece la pena. Es un placer y un lujo disfrutar de la belleza de la Catedral, del Puente Vecchio y plazas prácticamente en soledad. 






Tuvimos también la suerte de que al volver había una puerta de la catedral abierta, y pudimos asomarnos a verla sin esperar las largas colas que se forman después. Era domingo y ese día estaba cerrada al público, solo abierta a actos  religiosos. 

Volvimos al apartamento y, tras recoger a los niños iniciamos una ruta que nos llevó a visitar, primero la Capilla de los Medici, después a la Iglesia de Santa María Anunciada, luego el Palacio Vecchio

La capilla se puede visitar entre media hora o  40 minutos, el palacio os llevará como poco una hora y media. Salimos del palacio con hora de comer y después cruzamos el Puente Vecchio para visitar el Palacio Pitti. Aquí estuvimos unas dos horas. Os recuerdo que prácticamente todos los museos y palacios de Florencia cierran alrededor de las seis  o seis y media. Nosotros apuramos nuestra visita hasta esta hora, ya que hay mucho que ver en su interior. 



Después nos fuimos hasta la Villa Bóboli, pero tras decirnos que cerraba tan pronto decidimos hacer la caminata hasta la Plaza Michelangelo para ver el atardecer. 




3º día. Este día lo dedicamos a la visita guiada por Monteriggioni, Siena y San Gimignano. Salimos a las 8´45 de Florencia  y tras algo más de una hora de viaje llegamos a Monteriggioni, un pequeño pueblo fortificado de gran belleza. El pueblo es muy pequeño así que esta visita fue rápida, apenas 40 minutos. 




Desde aquí fuimos a Siena, donde estuvimos unas tres horas, recorriendo su espectacular casco antiguo medieval. A destacar la Plaza del Campo y la Catedral. Como sabíamos que tendríamos poco tiempo, no quisimos pararnos mucho a comer, compramos unos bocadillos en un puesto en la Plaza del Campo que tenían una pinta espectacular, y aprovechamos todo el tiempo para recorrer las preciosas calles de Siena. 








Después llegamos a San Gimignano, donde estuvimos una hora y media, es un pueblo precioso, con bastante afluencia de gente, es lo que tiene ser tan turístico. 




Tras la visita al pueblo y disfrutar de las vistas de los paisajes Toscanos, fuimos a una bodega, donde nos hicieron una cata vertical, de más suave a más intenso, de vinos de la zona, aceites y vinagre, con embutidos y queso toscano. 




A mí me pareció una buena excursión, realmente la disfrutamos y es una excelente forma de contactar con la preciosa zona de la Toscana, si como era nuestro caso, no disponéis de coche en vuestro viaje. 

El elegir la excursión nos privó de poder entrar al Duomo y conformarnos con la vista que habíamos tenido desde la puerta, ya que al día siguiente partimos por la mañana hacia Pisa. Pero puestos a elegir a mí me compensó, la excursión me encantó. 

Y con este buen sabor de boca nos despedimos de Florencia, de la Toscana no me despido porque amenazo con volver con una ruta en coche.




 

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