domingo, 31 de marzo de 2024

Pantano de Aguascebas y cascada de Chorrogil.




Que la Sierra de Cazorla, Segura y las Villas es un tesoro natural, es algo que mucha gente conoce. Su belleza  atrae a un buen número de visitantes. Pero aún hay rincones de esta sierra más desconocidos por el gran público, que solo son visitados por personas de localidades cercanas que buscan belleza y tranquilidad en una excursión al campo. 

Uno de estos parajes son las inmediaciones del pantano de Aguascebas, cercano a la localidad de Mogón. Es este un pequeño pueblo, atravesado por el río Guadalquivir, que monumentalmente no es muy destacable, pero que tiene cierto encanto, sobre todo la zona del río, que han convertido en una piscina natural con una pequeña presa. Pero no es Mogón hoy el objeto de nuestro viaje, sino una serie de parajes que se encuentran a unos kilómetros de este, hablamos del pantano de Aguascebas y las cascadas de la Osera y Chorrogil.



 



Es posible visitarlo todo en una jornada, aunque sin duda la zona tiene más rutas que permiten también estar más días por ella, disfrutando la naturaleza y la gastronomía serrana. Para llegar desde Mogón al embalse de Aguascebas habréis de recorrer unos 21 km de una carretera de sierra, bien pavimentada pero con bastantes curvas en algunos tramos. Esta misma carretera os llevará al inicio de las dos rutas que parten de las inmediaciones del pantano, la Osera y Chorrogil. Hay otra opción para ir hacia la cascada de la Osera por otra carretera desde Mogón, pero mi recomendación es ir hacia la presa, es mejor carretera y vais a tardar lo mismo. 

Por el camino hay algunas casas rurales y algunas zonas donde se puede observar el valle de la Osera. Hay un área recreativa bastante bien cuidada y bonita unos kilómetros antes de llegar al pantano de Aguascebas. Delante de la presa del pantano hay una explanada donde se puede dejar el coche y recorrer la presa, es un paraje muy bonito. En nuestra última visita el pantano estaba a su capacidad total, debido a las últimas lluvias de Semana Santa, e incluso estaba saliendo agua por el rebosadero. 



Después de esta visita al pantano nos dirigimos al inicio de ruta de la cascada de Chorrogil, a apenas dos kilómetros del aparcamiento de la presa. En esta zona también hay una explanada donde poder dejar el coche. Este punto es el inicio de ambas rutas, la ruta de la cascada de la Osera y de Chorrogil. Cada una se inicia a un lado diferente de la carretera, la ruta de Chorrogil está indicada por un cartel. Se puede hacer el tramo solamente hacia la cascada o hacerla más larga, como una ruta circular rodeando todo el pantano de Aguascebas. Si vais solamente hacia la cascada son apenas unos 20 minutos de paseo por un camino bastante llano, exceptuando una pequeña cuesta final. El una pista rural por la que también pueden circular vehículos, aunque están prohibidas las motos y los quads. Nosotros la hicimos andando, creo es la mejor manera de disfrutar el paisaje. Es este un impresionante salto de agua que se precipita por una pared vertical de 90 metros, creando un paraje precioso, al que se puede acceder hasta casi su misma base, por un pequeño sendero. 



Después de estar un rato fotografiando y disfrutando la magnificencia del agua del arroyo de Aguascebas en su caída, decidimos seguir un poco la ruta, a unos 100 metros de la cascada encontramos una pequeña explanada en la que nos adentramos y cruzamos un pequeño arroyo. Encontramos una ladera repleta de roca de color gris que nos llamó la atención y decidimos subir un poco, no era una subida de gran dificultad, porque la roca parecía haber diseñado unos escalones naturales. La subida mereció la pena, porque desde la parte de arriba hay una impresionante vista de la cascada a lo lejos, y cambiando un poco de posición se observa también una magnífica vista del pantano de Aguascebas. 



A nuestra vuelta hacia el lugar de inicio de la ruta de la cascada de la Osera comenzó a llover, por lo que no la realizamos, ya que esta es un ruta más larga, entre dos o tres horas de ida y otras tantas de vuelta, y bastante más dificultosa que la anterior, al ser en subida. 

En su lugar decidimos irnos a comer a Mogón, decisión muy acertada ya que encontramos un bar, el Molinillo, donde degustamos unas riquísimas migas, entre otras exquisiteces. Dejamos así la Osera para una próxima excursión, donde tendremos también oportunidad de volver al bar. 

La cascada de la Osera es el segundo salto de agua más alto de España, solo por detrás del salto del Nervión. Tiene una altura de 150 metros y solo es posible verla en época de mucha lluvia, ya que su caudal depende del rebosadero del pantano de Aguascebas.

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