martes, 1 de octubre de 2019

Westport. Una de las ciudades más bonitas de Irlanda.






Una de las localidades irlandesas que visitamos en nuestra ruta por la wild atlantic way, fue la pequeña y coqueta ciudad de Westport. Es una colorida ciudad, con mucho encanto, que se puede visitar en un par de horas, pero cuya atracción principal, Westport House, necesitará casi un día para ser disfrutada, ya que aguarda una sorpresa que encantará a los más pequeños de la casa. Pero vayamos por partes, como ya he contado en anteriores entradas sobre nuestro viaje a Irlanda, después de pasar la primera semana en la localidad de Bundoran, visitando esta junto a Donegal y Sligo, pusimos rumbo a nuestro siguiente destino, la región de Connnemara. En el camino entre una y otra zona teníamos varias opciones. En todas las opciones estaba marcada como parada imprescindible Westport, ya que había leído que era una de  las ciudades más bonitas de Irlanda, cosa que pude comprobar después. Había opción de llegar hasta aquí costeando por la N-59 o con un camino más corto y directo, que fue por el que optamos para poder disfrutar más nuestra estancia en esta localidad. Así pues nuestra ruta hacia Westport fue la siguiente.





Una vez llegamos a la localidad aparcamos en una céntrica calle a orillas del río Carrowbeg. En esta zona la primera hora de aparcamiento es gratuita, pero después hay que comprar unos discos de aparcamiento, como no sabíamos con exactitud cuanto tiempo íbamos a quedarnos, nos fuimos con el coche hasta un cercano aparcamiento al aire libre  donde por tres euros puedes dejar el coche todo el día. Desde allí nos dimos una vuelta por el colorido, y repleto de flores, centro de la ciudad. De este recorrido nos llamaron la atención dos lugares, la plaza del reloj y la plaza llamada Octogon.







Como ya he dicho lo que más llama la atención de Westport es el colorido de sus fachadas, lo cuidado de sus calles y la decoración de flores de fachadas y jardines. Es una delicia pasear por sus calles disfrutando esta explosión de color, es una ciudad muy viva y con gran actividad cultural.






En nuestro paseo llegamos a la plaza llamada Octogon. Desde allí,  en un corto paseo se accede al terreno que rodea Westport House. La casa se encuentra rodeada de un encantador bosque y a orillas de un lago, con un bonito jardín a su alrededor. El bosque y los jardines son de acceso libre y es una delicia pasear por ellos. Para la visita a la casa hay que sacar la entrada. Hay diversas modalidades de visita, solo la casa o  combinada con el Parque de Aventuras Pirata que se encuentra las proximidades de sus jardines. Este parque de aventuras de inspiración pirata está muy relacionado con el origen de la casa, y es que esta fue construida en el siglo XVIII para la familia Browe que eran descendientes directos de la famosa reina pirata del siglo XVI Gráinne  O´Malley. Este personaje ha inspirado a músicos, novelistas y escritores de teatro a crear obras basadas en sus aventuras. Gráinne fue reina de Umaill, lider del clan Ó Máille y mujer pirata en la Irlanda del siglo XVI.





En la casa hay también una coqueta cafetería donde tomar un tentenpié, nosotros decidimos volver al pueblo para comer y lo hicimos en un hotel llamado Mill, cercano al parquing donde habíamos estacionado. Después de una comida totalmente irlandesa tomamos nuestro vehículo para seguir nuestra ruta hacia la siguiente zona, Connemara, en el límite de los condados de Mayo y Galway.





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