domingo, 17 de diciembre de 2017

Chinchilla de Montearagón.



Chinchilla es uno de los pueblos más bonitos de la provincia de Albacete. Capta nuestra atención su castillo cuando pasamos en dirección Albacete o Alicante por la autovía A-31. Durante años estuve haciendo este recorrido y nunca me decidí a parar para ver este pueblo, aunque lo pensé muchas veces. En esta ocasión voy a viajar a Valencia desde Jaén, hay varias rutas alternativas, pero me decido por la nacional 322 y después la A-31 entre otras cosas para tener la oportunidad de visitar este pueblo, sin duda mi elección es un acierto. Nada más entrar al pueblo tomamos dirección hacia el castillo, ya sabemos que no tendremos oportunidad de verlo por dentro, ya que no se puede visitar. Aún así la visita merece la pena, el foso que lo rodea es espectacular, como también lo son las vistas desde el cerro.




El  castillo  está situado en un lugar de gran importancia estratégica, hay cimientos romanos, restos de murallas godas, árabes y cristianas. Fue reconstruido por orden de Juan Pacheco, marqués de Villena a mediados del siglo XV. Tenía en origen una torre del homenaje que fue destruida durante la Guerra de Independencia. Consta de un foso de 10m de ancho y 6m de profundidad. Cuentan los vecinos que fue tomado por los franceses durante la Guerra de Independencia y al ser reconquistado por los habitantes de Chinchilla, se decidió castigar los cañones contra la pared por haber disparado contra el pueblo. En su ahora desaparecida torre del homenaje, estuvo prisionero Cesar Borgia, hermano de la famosa Lucrecia Borgia  e hijo del Papa Alejandro Borgia, se le acusó del asesinato del duque de Gandía. Sería la primera de la cárceles en su cautiverio en España al caer en desgracia tras la muerte de su padre.




Foso del castillo.



Desde el castillo bajamos hacia el centro del pueblo, aconsejo aparcar a la entrada, el pueblo no es muy grande y las calles se van estrechando, por lo que no hay mucho aparcamiento. Pasamos por la Plaza de España donde vemos algunos edificios interesantes, algunas casas solariegas que son viviendas particulares y unos baños árabes que no visitamos al estar cerrados, desde la calle parecen una vivienda normal ya que son privados y están embutidos en el edificio.



Seguimos en dirección a la Plaza de la Mancha y antes de llegar encontramos varios palacios, uno nos llama especialmente la atención por la belleza de su fachada. Un poco más adelante se encuentra la iglesia de Santa María del Salvador, con una magnífica portada gótica, esta si es posible visitarla.




Enfrente hay otro palacio en restauración que se prevee sea la sede de la oficina de turismo y al otro lado está el Palacio de los López  de Haro. El  edificio alberga actualmente una notaría y al estar abierta podemos visitar su patio columnado con un pozo central. En este palacio estuvo hospedado Fernando VII en su visita a Chinchilla.



Llegamos a la Plaza de la Mancha y podemos ver su gran belleza, una pena que haya tantos coches aparcados en ella, lo que impide un poco apreciarla como se merece, aún así impresiona. Es un espacio rectangular que fue arquitectónicamente  configurado en el siglo XVIII. En un lado encontramos los contrafuertes, ábside y torre de la iglesia de Santa María del Salvador, en otro lado el casino con galeria acristalada, sustentada por columnas, junto a él la torre del Reloj y presidiendo la plaza está el Ayuntamiento, con su fachada barroca y un medallón de Carlos III.




En la parte baja del Ayuntamiento está actualmente la oficina de turismo. La portada está flanqueada por dos cañones que proceden del castillo. En el lado derecho hay un arco y en el lado izquierdo la calle que conduce al barrio árabe. El edificio del Ayuntamiento es una construcción de los siglos XVI y XVII. Destacan sus dos fachadas,  en la principal, en la Plaza de la Mancha, está representada la efigie de Carlos III.  

Tomamos la calle Fernando Nuñez Robres en dirección al barrio árabe y encontramos tres edificios destacables, el actual edificio de la policia local, la cárcel del concejo y la casa solar de los Barnuevo.




Seguimos en dirección a las cuevas árabes, también llamadas Cuevas del Agujero, en el camino vemos también la puerta de diablos y tiradores, del siglo XV, es la única puerta de la antigua muralla que se mantiene hoy. 



El barrio árabe o Cuevas del Agujero, es junto a la Plaza de la Mancha lo más bonito de la ciudad. Estas cuevas datan del Siglo XVI  y fueron excavadas por familias árabes emigrantes de Granada y Guadix, de ahí su gran parecido a las cuevas de Guadix. Desde este enclave, además del embrujo de las cuevas, hay tambíén una magnífica vista de la llanura que rodea la localidad.




Chinchilla nos ha parecido una visita magnífica y proseguimos el viaje en dirección a Valencia con el buen sabor de boca de un magnífico comienzo y una estupenda comida manchega.



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