sábado, 30 de diciembre de 2017

Sierra Magina. Jornadas de iniciación a la micología.




Hoy nos vamos a desplazar a Sierra Mágina para participar en unas jornadas de iniciación a la micología, concretamente al centro de visitantes de Mata Bejid, en la carretera comarcal que une los pueblos de Cambíl y Huelma, en la provincia de Jaén.



El centro de visitantes está al lado de un área recreativa con una zona de aparcamiento. El área recreativa es una zona bastante bonita para pasar un dia de campo, con barbacoas, varias rutas por la zona y una reconstrucción de unas chozas de pastores. Llegamos a las nueve de la mañana, hora de inicio de la actividad. En el centro de visitantes han preparado un desayuno con tortas y dulces de la zona y algunos licores, con y sin alcohol. El día amanece bastante fresco, por la ola de frío polar y la temperatura máxima esperada son tres grados, a pesar del sol radiante. En el centro un experto nos hace una exposición sobre hongos y los principales tipos. Nosotros somos totalmente principiantes en esto. En la jornada de hoy vamos a recoger cualquier especie de hongo que encontremos, independientemente de que sea comestible o no, para luego clasificarlo. Debido a la sequía de los últimos meses no esperamos encontrar gran cosa y es más una actividad pensada para familias y para que los niños se diviertan con la búsqueda de las setas. 





Después de la charla sobre los hongos nos vamos siguiendo las indicaciones de los guías a la primera zona en la que vamos a buscar, un área de ribera en la que no tenemos mucha suerte.






Tras esta nos vamos al otro lado de la carretera a una zona de umbría, donde encontramos más ejemplares de hongos.



Tras unas dos horas de búsqueda volvemos al centro de visitantes donde el experto clasifica todas las setas encontradas, la mayoría sin valor comestible, excepto las conocidas como setas de cardo. Algunas venenosas, pocas y otras sin mucho valor culinario aunque no sean venenosas. La jornada ha sido divertida y los niños se lo han pasado bien, la pena que no hubiera ejemplares más vistosos y grandes.



Después de esta jornada nos vamos al camping de Ocio Mágina para continuar con unas jornadas gastronómicas de setas. El menu de degustación consiste en cuatro entrantes, ensalada de carpaccio de champiñón, Risotto de setas, volovanes rellenos de setas y como plato principal conejo campero con setas o merluza en salsa de setas. La verdad es que es una comida muy sabrosa y las setas están muy buenas. La jornada la completan con actividades para los niños así que estos están encantados. 

En nuestra vuelta a casa, ya que aún nos quedan al menos dos horas de luz diurna, decidimos parar en un pueblo cercano que nos ha llamado la atención desde la carretera, este pueblo es Solera. Cogemos el desvio al poco de salir de Huelma en dirección a Úbeda. Desde el desvio hay unos siete kilómetros de ascenso por una carretera bastante estrecha y con curvas. Llegamos a Solera y aparcamos en la plaza de la iglesia, donde un vecino nos informa que si queremos ver el castillo tenemos que pedir la llave en el bar que hay en esa plaza, el único del pueblo. La iglesia que está situada en esta plaza se encontraba cerrada por lo que  no la visitamos.



Es un pueblo pequeñito, de unos 900 habitantes, muy tranquilo y con unas maravillosas vistas desde el Castillo. Subimos a este y en la subida encontramos alguna calle bastante pintoresca.


 El castillo es una construcción árabe del siglo XIII, su función era la vigilancia y defensa del paso del rio Jandulilla de posibles incursiones castellanas, de ahí su emplazamiento en lo más alto del pueblo, como un auténtico nido de águila de muy difícil acceso. Está situado en un espolón rocoso a 1090 metros de altura, siendo el castillo más alto de la provincia de Jaén. En la cima hay unos muros de mampostería de tamaño irregular que delimitan un recinto al que está asociado un aljibe. Más abajo hay otra zona flanqueada por torres de mampostería y muros que cierran el recinto. Ambos niveles están comunicados por un pasadizo cubierto por una bóveda de medio cañón. Toda la construcción está asentada en la roca que le sirve de cimentación. Desde el Castillo se pueden contemplar unas espléndidas vistas de la vega del rio Jandulilla y del rio Gargantón así como los pueblos de alrededor.



Comienza a anochecer y el crudo invierno se muestra con toda su intensidad, así que nos vamos hacia casa a calentarnos  frente a la chimenea que es  el broche dorado de esta jornada.

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