sábado, 6 de enero de 2018

Tarifa y ciudad romana de Baelo Claudia.




Dentro de nuestra ruta por la costa de Cádiz hemos decidido visitar hoy  las ruinas de Baelo Claudia, cerca de la espectacular playa de Bolonia y la ciudad de Tarifa. Partimos de Sanlucar de Barrameda y en nuestro camino hacemos una primera parada  para visitar el bonito pueblo de Vejer de la Frontera.

Baelo Claudia fue una ciudad romana cuyo origen se remonta al siglo II a.C, su emplazamiento fue determinado por la importancia del comercio con el norte de África, ya que era el principal puerto marítimo que conectaba con Tánger en Marruecos. El periodo de máximo esplendor de la ciudad se sitúa entre los siglos I y II d.C a partir del cual se inicia su decadencia, entre otras cosas debido a que fue en gran parte arrasada por un maremoto. Aunque tuvo un ligero rebrote en el siglo III d.C, fue definitivamente abandonada en el siglo VII.

En el actual yacimiento se conservan los restos de los elementos más representativos de una ciudad romana, estando alguno de ellos en bastante buen estado de conservación, esto hace la visita al recinto una experiencia muy agradable para los niños, que pueden imaginar perfectamente como era la vida en esta ciudad en su época de esplendor. A la entrada del recinto está el centro de interpretación donde hay  un museo  en el que se cuenta la historia de la ciudad y  que tiene algunas piezas arqueológicas muy interesantes. Desde su puerta principal tenemos unas magníficas vistas de la preciosa playa de Bolonia.



La visita a Vejer se ha alargado un poco y llegamos a Baelo Claudia un poco antes de las dos de la tarde, el recinto cierra a las tres en esta época, la visita al yacimiento es gratuita. Comenzamos con una rápida visita al museo, ya que al disponer de solo una hora no queríamos dejar poco tiempo para la visita a la ciudad. Dentro de los restos arqueológicos destacan:
  • Las puertas que se conservan de la antigua muralla.
  • El palacio de justicia o basílica judicial situado en el foro frente a los templos. Está presidido por una estatua del emperador Trajano de más de tres metros de altura.


  • Los templos, tres de ellos dedicados a dioses romanos, Júpiter, Juno y Minerva y uno dedicado a la diosa egipcia Isis, cuyo culto estaba muy extendido entre los romanos.
  • El teatro, siendo este el mayor edificio de Baelo Claudia, con un aforo de hasta 2000 personas.
  • Los restos de los acueductos que transportaban el agua a la ciudad.



Tras la visita al yacimiento teníamos intención de pasar un rato en la playa de Bolonia y visitar también su famosa duna, pero al llegar vemos que el viento de levante hace imposible disfrutarla, por lo molesto de la arena, así que tras comer en uno de los restaurantes que hay a pie de playa nos vamos a Tarifa.

Tarifa tiene un casco antiguo amurallado muy bonito. Una encrucijada de calles blancas de un trazado árabe tortuoso. Llegamos a Tarifa y aparcamos fácilmente en la Avenida de Andalucía, muy cerca de la Puerta de Jerez, entrada al casco antiguo y única puerta que queda de las tres que había  en el recinto amurallado. Sobre dicha puerta hay un emblema que recuerda la conquista de la ciudad por el rey Sancho IV.



Desde la puerta de Jerez vamos andando y disfrutando de las bonitas calles de Tarifa hasta llegar a  la iglesia de San Mateo. Este templo fue edificado sobre los restos de una antigua mezquita. Es una iglesia construida en el siglo XVI, a esta época corresponden sus tres naves con crucería gótica, la fachada principal se construyó en el siglo XVIII.




Desde allí vamos hacia las murallas medievales y recorremos estas hasta el mirador sobre el puerto en el que se puede ver la costa de África. Es posible realizar un paseo por la parte superior del recinto amurallado, donde unos 500 metros  se han habilitado para ello.




Desde el mirador nos dirigimos hacia el Castillo de Guzmán el Bueno, este castillo se encuentra situado sobre un saliente elevado sobre el mar.  Aunque su origen se remonta a la época califal, debe su nombre a Alonso Pérez de Guzmán, alcaide de Tarifa en 1294. Cuando los musulmanes ponen cerco a la ciudad  le reclaman rendir el castillo a cambio de entregarle a su hijo que era su prisionero. Don Alonso decide sacrificar a su hijo antes que entregar la plaza. El castillo ha tenido una función defensiva ininterrumpida desde su construcción, siendo hoy en día aún propiedad del ministerio de defensa.  Hoy alberga un centro de interpretación castellano-nazarí.




Desde el castillo nos vamos hacia el puerto, desde el que es posible tomar un ferry hasta Tánger, aunque nos tienta la idea no está en nuestros planes seguir la ruta por el norte de África. Después de este agradable paseo por Tarifa y dado que el viento ha amainado un poco decidimos ir a la cercana playa de los Lances.



La visita nos gusta mucho y nos quita el mal sabor de boca que nos dejó no poder disfrutar la magnífica playa de Bolonia.














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