lunes, 3 de septiembre de 2018

Roncesvalles, tierra del peregrino.




Roncesvalles es una localidad históricamente unida al camino de Santiago, es el primer punto en España del camino francés, el más popular y recorrido de todos. El ambiente de peregrinos se palpa nada más llegar, por los edificios levantados para albergarlos y porque es imposible no encontrarse con ellos al recorrer el pequeño pueblo, aunque esto no le resta un ápice de tranquilidad. 




Roncesvalles siempre ha sido un lugar de paso, por allí entraron a la Península los celtas, más tarde quienes utilizaban la vía romana que unía Burdeos y Astorga. En el año 778 en el desfiladero de Valcarlos se desarrolló la famosa batalla de Roncesvalles, en la que la retaguardia del ejército de Carlomagno, capitaneada por su sobrino Roldán, y con lo más destacado de la nobleza franca, fue derrotada por los vascones. En el año 813 se descubrió la tumba del Apostol Santiago en Galicia y poco después comenzaron las peregrinaciones  a Compostela desde toda la cristiandad. Una de las rutas jacobeas, con el tiempo la más popular, atravesaba los Pirineos por Roncesvalles. Con el fin de atender a los peregrinos en el siglo XII surgió un hospital en el alto de Ibañeta, posteriormente se construyó en el llano el albergue-hospital y la iglesia colegial de Roncesvalles. Durante la edad media se levantaron nuevos edificios y la colegiata aumentó su importancia. 

Llegamos a Roncesvalles procedentes de Ochagavía en nuestra ruta de nueve dias por Navarra. Es una de las localidades que más nos va a gustar en el viaje y eso que el día estaba brumoso, a pesar de ser pleno mes de julio. 



Al llegar a la localidad dejamos el coche en una zona de aparcamiento gratuito habilitada para ello y nos encaminamos a la oficina de turismo situada a poca distancia, para que nos den un plano de la localidad y nos informen de los monumentos. Esta oficina está ubicada en el antiguo molino de la población.  Allí nos hablan de la visita guiada que se realiza desde la oficina turística situada cerca de la colegiata y hacia allá nos dirigimos para realizarla.



La visita guiada comienza en el museo, que solo se puede visitar en esta modalidad de visita. Allí  nos enseñan  sus magníficas obras de arte entre las que destacan la esmeralda del escudo de Navarra que fue un botín de guerra de la batalla de las Navas de Tolosa, junto con las cadenas que están en el claustro de la colegiata. Vemos también el ajedrez de Carlomagno, que en realidad es un relicario pero que se hizo popular al ser el protagonista de la novela "El ocho". Desde mi punto de vista es una visita imprescindible para los amantes de la historia y es a la vez muy amena ya que el guía nos hace realmente comprender la importancia de las piezas que se conservan en este museo. 

Después de la visita al museo, donde no se permiten fotos, proseguimos  hasta la Iglesia de Santiago, que de nuevo solo es visitable con guia. Es un pequeño templo gótico edificado en el siglo XIII, de forma rectangular y cabecera recta, con bóveda de crucería simple en sus dos tramos.




La visita termina con la capilla del Espiritu Santo o Silo de Carlomagno, edificio de estilo románico y el más antiguo de los conservados en Roncesvalles. La construcción  posee planta cuadrada y una bóveda sobre arcos diagonales y se levanta sobre una cripta cubierta con bóveda de cañón. Su nombre deriva de la palabra vasca zulo, y es que la cripta es una sima donde se enterraron los soldados francos de Carlomagno tras la batalla de Roncesvalles. La tradición dice que aquí podría estar enterrado el propio Roldán, algo que parece poco probable ya que era muy querido por Carlomagno por lo que se sospecha sería llevado a Francia. Hoy en día sigue siendo el cementerio del pueblo, donde se entierran por un lado los religiosos y por otro los seglares. 




En este punto concluye la visita guiada y nos encaminamos hacia la Colegiata de Santa María, cuyo acceso es libre. En ella destacan la iglesia y su magnífico claustro. La iglesia fue construida a finales del siglo XII y principios del XIII en estilo gótico francés.



El primitivo claustro se derrumbó en 1600 por la nieve acumulada y fue reconstruido en el siglo XVIII. A este se abre la Capilla de San Agustín, antigua sala capitular de estilo gótico. En ella se encuentra el sepulcro del rey Sancho VII el Fuerte, la losa que lo cubre, de mediados del siglo XIII, es una estatua que refleja la imponente altura del monarca. A la cabecera  de la capilla se exhiben las cadenas que rodeaban la tienda del rey moro Miramamolín durante la batalla de las Navas de Tolosa (1212), y que se representan en el escudo de Navarra junto con la esmeralda que según la tradición el rey Sancho arrebató del turbante del rey moro.





Estamos próximos a la hora de comer así que nos vamos hacia uno de los dos restaurantes que hay en la localidad, el restaurante la Posada que vimos nada más salir del parquing. Tengo que decir que es un acierto, la comida es excelente, una de las mejores que hemos probado desde que iniciamos la ruta y el precio del menú bastante aceptable, 15 euros. Yo tomé de primero una ensalada llamada Orreaga con una pinta increible y mi marido pochas de navarra, y de segundo bacalao al ajoarriero y estofado de ternera, ambos deliciosos. Para los niños pedimos pollo a la vasca que también estaba muy rico.



Tras esta deliciosa comida seguimos paseando por el pueblo viendo los edificios construidos para albergar a peregrinos y religiosos, que son los que suelen ocupar esta localidad. 

Después nos despedimos de Roncesvalles y vamos a cruzar los pirineos pasando por la localidad de Valcarlos hasta llegar a nuestro siguiente destino Saint Jean Pied de Port, ya en tierras francesas. 




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