jueves, 1 de marzo de 2018

Puente Genil. El pueblo que brilla en Navidad y vibra en Semana Santa.



Nuestra visita a Puente Genil surge con la idea de ver su famoso alumbrado navideño. Este viaje estaba en mi mente desde hacía tiempo ya que la famosa empresa de iluminación decorativa Ximénez tiene su sede en este pueblo y suelen iluminar con bastante detalle su calle principal en estas fechas. En la época en la que la mayoría de ciudades y pueblos de  España estaban a oscuras, Puente Genil ya tenía farolas. Fue la segunda localidad española en tener electricidad solo después de Barcelona.

Para poder disfrutar esta iluminación y el ambiente navideño que la rodea, decidimos pasar una noche en la localidad. Reservamos en el hotel Las Acacias, un tres estrellas con muy buena relación calidad precio, situado a la entrada del pueblo pero bastante cerca de la zona comercial, que es la que tiene la iluminación más bonita.

Llegamos sobre las cinco de la tarde, por lo que después de hacer el chek-in, decidimos  ir a ver el puente que da nombre al pueblo. En el hotel nos dan un plano y nos aconsejan aparcar en un parking gratuito cerca del rio, desde el que ir a ver el puente en un corto paseo, el aparcamiento está en el parque de la Galana. Desde allí vamos por la orilla del Genil hasta el puente. Aunque en este emplazamiento ya hubo un puente de madera en los siglos XI o XII, las obras del puente de piedra se iniciaron en el siglo XVI, aunque tuvo que ser reconstruido en varias ocasiones por hundimientos y riadas, quedando solo el pilar central del primer puente.



Cruzamos este para hacer unas fotos del bonito edificio del Casino que se encuentra enfrente y pasamos también por delante del ayuntamiento. Seguimos  por la calle Don Gonzalo  en la que encontramos edificios destacables como el Palacio de los Duques de Medinacelli, del siglo XVIII,  o la Iglesia de Nuestra Señora de la Purificación, que es la iglesia mayor y más antigua de la villa. Aunque su aspecto actual se debe a unas obras de remodelación del siglo XIX.




Continuamos por esta misma calle hasta el Convento de la Victoria o de los Frailes, donde se encuentra el museo arqueológico municipal. Allí vemos que está cerrado por la tarde por lo que decidimos posponer esta visita para la mañana siguiente. Este convento se comenzó a construir en la segunda mitad del siglo XVII y se finalizó en 1707.



Subimos una calle bastante empinada hasta el Santuario de Ntra Sra de la Concepción, construido durante la segunda mitad del siglo XVIII. Su portada es la más suntuosa de las iglesias de Puente Genil, realizada en piedra procedente de Sierra Gorda.



En el interior del Templo son de destacar el retablo mayor realizado en yeso tallado y policromado, imitando mármoles de colores, en el que intervino el tallista de Lucena Pedro de Mena Gutiérrez, las yeserías barrocas de estilo popular se reparten por todo el templo en torno a unas grandes pilastras de estilo corintio. A destacar la cúpula elíptica con yeserías en las que se reproducen motivos marianos.



Puente Genil tiene una orografía complicada para pasear, ya que cuenta con calles de mucha pendiente y dado que ya ha anochecido decidimos volver sobre nuestros pasos y aparcar cerca de la zona comercial para ver la iluminación. Este año se ha tratado de crear un efecto de bosque invernal con las luces y la verdad es que es muy bonita. La calle se corta al tráfico por lo que es posible disfrutar de un agradable paseo por esta via llena de tiendas, bares y cafeterías, con mucho ambiente navideño y donde también es posible ver algunos belenes en los edificios religiosos que hay en ella. Al final de la calle hay un túnel de luz donde ofrecen un bonito espectáculo de luz y sonido que hace las delicias de los niños, y las nuestras tambíén. Tras cenar en uno de los locales de esta calle volvemos al hotel a descansar.





La mañana siguiente comenzamos nuestra visita por el museo arqueológico de Puente Genil, situado en el edifico del antiguo convento de Los Frailes. La planta baja está dedicada a todas las piezas arqueológicas encontradas en los yacimientos de la localidad, con especial interés la parte romana por el cercano yacimiento de Fuente Álamo. También hay una sala dedicada a la producción de carne de membrillo, ya que Puente Genil tiene la mayor tradición en la elaboración y fabricación de la mejor carne de membrillo del mundo. Aunque hoy en día quedan bastantes menos fábricas y ha bajado la importancia de este producto en la economía local, la carne de membrillo sigue fabricándose y tiene un gran arraigo en esta zona.

Patio Museo Arqueológico.


Maqueta fábrica de carne de membrillo.


Después de recorrer estas salas nos vamos a la planta superior donde se encuentra el museo de la semana santa. El museo arqueológico es gratuito y el museo de la semana Santa tiene un coste de un euro. Cuando entramos no tenía muchas expectativas sobre este, pero tengo que decir que me encantó, sobretodo debido a la atención de la guía que se encuentra en este museo y que nos acompañó durante la visita explicándonos todas las particularidades de la Semana Santa de Puente Genil, que son muchas. Nosotros no conocíamos nada sobre la Semana Santa de Puente Genil, pero después de la visita al museo me ha parecido muy interesante. Nuestra guía nos explica lo que son las corporaciones bíblicas, estas son distintas a las cofradias y sus componentes acompañan los pasos ataviados con caretas y vestimentas que representan personajes y alegorías tanto del antiguo como del nuevo testamento.



La Semana Santa de Puente Genil se conoce como la "Mananta" y es una de las manifestaciones de religiosidad popular más importantes y singulares de Andalucía, está declarada de interés turístico nacional desde 1979. Esta peculiaridad se inicia en la Cuaresma. Este periodo está representado por una anciana que sostiene un bacalao en la mano y una cesta con arenques y verduras en la otra y de cuya  falda sobresalen siete patas. Auténtico calendario de la cuaresma, la anciana constituye una medida del tiempo, contándose las semanas no por días sino por sábados.

Pero el acontecimiento más singular de la cuaresma lo constituyen los Sábados de Romanos. Cada sábado de cuaresma y hasta el Domingo de Ramos tiene lugar la “subida a Jesús”. Esa noche, al compás de los pasodobles de la banda de música de la corporación del Imperio Romano, los hermanos de esta corporación desfilan en formación, precedidos por bengalas y vistiendo túnicas de colores. Una muchedumbre los acompaña en su recorrido desde el barrio bajo hasta la explanada del Calvario, donde se encuentra la ermita de Ntro. Padre Jesús Nazareno y donde, una vez allí, sonarán los acordes del tradicional Miserere.

Las corporaciones bíblicas son la esencia de la Semana Santa de Puente Genil. Hay referencias escritas de la existencia de estas corporaciones desde 1664. Las figuras bíblicas desfilan con sus "rostrillos" y signos externos que hacen que se les reconozcan y que son símbolos llamados "martirios". Otros pueblos poseyeron esta manifestación de la religiosidad popular, pero fue erradicada por los Decretos de los Obispos ilustrados del siglo XVIII y acabaron desapareciendo. No fue así en el caso de Puente Genil, que no perdió esta seña de identidad a pesar de las advertencias de excomunión sobre este asunto.

A partir del Miércoles Santo, las figuras bíblicas invaden las calles de Puente Genil, acompañando las procesiones. Los Apóstoles, Moisés, Pilatos, María Magdalena, Salomé, Caifás, Cirineo, escenifican como en un gran plató al aire libre el mundo bíblico. Y entre todas las corporaciones, la del Imperio Romano, símbolizando el poderío histórico de Roma en la Judea de Jesús, pasea sus estandartes por las calles de Puente Genil, “dominando” las procesiones a partir de la tarde del Jueves Santo. Todos ataviados con vistosos y lujosos trajes de varios colores bordados de pedrería y oro.

Además de la Semana Santa convencional hay una semana santa para los niños con unas fechas fijas del 30 de abril al 3 de Mayo donde los niños procesionan con sus propios tronos y también sus corporaciones bíblicas.



Sin duda una Semana Santa diferente en la que destacan momentos como el Alba en la  que la corporación del Imperio Romano va a recoger a los cuatro tronos que procesionan en madrugada del Viernes Santo a la Iglesia del Nazareno y donde les cantan los misereres.

La visita al museo ha sido tan interesante que se ha alargado, de manera que sacrificamos la visita a la iglesia de Jesús Nazareno y la ermita de la Vera Cruz, puesto que queremos ir al yacimiento romano de Fuente Álamo. Este se encuentra a  tres kilómetros de la localidad, en dirección Lucena. 

En Fuente Álamo  realizamos una visita guiada donde nos hablan del yacimiento, que era una villa romana, de los trabajos realizados y los mosaicos que allí se encuentran. Fuente Álamo solo está abierto en horario de mañana, hasta las dos de la tarde, tiene un coste de tres euros por adulto y 1.50 los niños y con la entrada ofertan la visita guiada o una audioguia. La visita guiada es imprescindible para conocer la importancia del yacimiento, ya que este no es tan espectacular por si mismo como otras ruinas romanas y sin las explicaciones nos dejaría un poco fríos.





Después de ver el yacimiento volvemos a casa poniendo rumbo a Jaén. Pasamos por la antigua estación de tren de Doña Mencia, actualmente convertida en una cantina-restaurante donde paramos a comer. Esta parada es un gran acierto ya que la especialidad de la cantina son las carnes a la brasa y disfrutamos una magnífica comida.

Tras comer decidimos seguir la carretera comarcal que va desde este restaurante hacia Zuheros y Luque para realizar una visita a estos bonitos pueblos.

Sin duda Puente Genil es una visita que tiene dos épocas principales, la Navidad para disfrutar su bonito alumbrado y la Semana Santa por su vistosidad y peculiaridad.

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