miércoles, 8 de noviembre de 2017

Toledo. La ciudad imperial



Toledo es una ciudad que se sabe imponente, que se presenta majestuosa al viajero que tiene la suerte de poder pasear por sus calles de trazado medieval. En ellas es fácil imaginar las tres culturas, árabe, judia y cristiana, que la han habitado. 

Nosotros llegamos a Toledo procedentes del sur, a través de la tranquila autovía de las viñas. Frente a la estación de autobuses hay un parking gratuito en el que no tuvimos ningún problema para estacionar. A corta distancia de este se encuentran las escaleras mecánicas que conducen a la Plaza de Zocodover situada a los pies del Alcázar.

Esta Plaza es el corazón de  la Toledo Medieval, era el antiguo mercado de las bestias. Fue parcialmente destruida en 1936 y posteriormente reconstruida. Cerca de ella se encuentra la oficina de turismo, donde nos dirigimos para interesarnos por la pulsera turística. Esta pulsera permite visitar siete monumentos de Toledo a un precio reducido de 9 euros, es gratuita para los menores de 10 años. Estos monumentos permiten comprender perfectamente la historia de la ciudad y nos adentran en sus "Tres Culturas" ya que visitamos antiguas mezquitas, sinagogas e iglesias. En turismo nos informan que la pulsera se puede comprar en cualquiera de los monumentos visitados. Esta nos permite visitarlos a lo largo de uno o varios días, mientras se mantenga puesta. Los monumentos  que se pueden visitar son: La Ermita del Cristo de la Luz (antigua mezquita), la iglesia del Salvador, la iglesia de Santo Tomé, la sinagoga Santa María la Blanca, el monasterio de San Juan de los Reyes, el Real Colegio de doncellas nobles y la iglesia de los jesuitas. Al ser reconquistada Toledo por el Rey Alfonso VI muchas mezquitas fueron utilizadas como iglesias cristianas sin grandes cambios, ya que en la toma de la ciudad no hubo destrucción de edificios.

Antes de comenzar nuestra ruta nos acercamos al Alcázar. Este imponente edificio alberga el museo del ejército, que no visitamos. Nosotros nos dirigimos a la cafetería de la biblioteca municipal, situada en una torre del Alcázar y donde desayunamos con unas magníficas vistas de la ciudad. Esto nos da una idea del laberíntico trazado medieval de sus calles que preveemos, con razón,  nos va a dificultar la localización de los monumentos.



Comenzamos nuestra ruta callejeando por las cercanías del Alcázar y nos encontramos con el Corral de Don Diego, situado en la Plaza de la Magdalena. Este corral, de origen medieval, consistía en una serie de edificaciones organizadas alrededor de un patio y separadas del exterior por una puerta. De esta época se ha conservado un bello dintel,  realizado en granito y decorado con temática vegetal de inspiración árabe. 



Para evitar perdernos, decidimos salir de nuevo hacia la Plaza de Zocodover, para desde allí dirigirnos hacia el ermita del Cristo de la Luz. Al llegar allí compramos la pulsera turística. La ermita está situada junto a una de las puertas del recinto amurallado. Era en su origen una mezquita o pequeño oratorio construido en el siglo X.  Sus elementos constructivos y decorativos como las bóvedas, arcos de herradura, arquerías... tienen una clara inspiración en la Mezquita de Córdoba. Dos siglos después es transformada en ermita, añadiendo un ábside siguiendo el estilo primitivo del edificio.  Visitamos la mezquita siguiendo una audioguía que nos descargamos en audioviator, una página donde es posible descargar audioguias de forma gratuita que desgraciadamente en la actualidad no funciona. Bajo la mezquita hay una calzada romana de la que es posible ver un fragmento. La mezquita está asociada a una leyenda.

Fachada Cristo de la Luz. Jose Luis Filpo Cabana.

Interior de la mezquita. Wikipedia. Jose Luis Filpo Cabana.



Leyenda del Cristo de la Luz.


Esta leyenda nos sitúa en el Toledo de 1085 cuando Alfonso VI entra en la ciudad acompañado de su séquito. Elige para entrar la puerta de Valmardón y sube por la cuesta del Cristo de la Luz. Al pasar por delante de la mezquita su caballo se postró negándose a avanzar. Ante la persistencia del animal de permanecer en esta postura  entraron en la mezquita y vieron un resplandor que salía de uno de los muros. Al excavar encontraron un crucifijo que mantenía viva la llama de una lamparilla. Ante tan milagroso hallazgo se decidió consagrar la mezquita para el culto cristiano  con el nombre del Cristo de la Luz. 

Hoy en día es posible ver una losa de color blanco en el pavimento frente a la fachada, en el punto donde supuestamente el caballo se arrodilló. 

Tras la visita nos dirigimos a un mirador cercano desde el que podemos ver la Toledo extramuros, la muralla y una de las puertas. 





Tras esto nos encaminamos a través de la calle del comercio y llegamos a la Plaza del Ayuntamiento. Allí encontramos el imponente edificio de la Catedral de Santa María, también llamada Catedral Primada de España. Es un impresionante edificio de estilo gótico que comenzó a construirse en 1226, no siendo hasta 1493 cuando se cerró su última bóveda. La Catedral está construida en el mismo lugar en el que había en época visigoda una iglesia que después se transformó en mezquita.  La visita a la Catedral tiene un precio de 11 euros, 12,50 con subida a la torre, es interesante saber que los domingos por la tarde la visita es gratuita si tienes nacionalidad española. Nosotros no visitamos el interior de la Catedral. 

Escaparate de tienda toledana.

Puerta de la Catedral de Toledo.

Catedral de Toledo.


Seguimos camino hacia la Iglesia del Salvador. Esta era en el siglo IX la mezquita principal de Toledo, por lo que está orientada hacia la Meca. La iglesia fue destruida por un incendio en el siglo XV que obligó a su total renovación.  En 1822 es destruida por un nuevo incendio. A pesar de todos sus avatares históricos es una de las iglesias medievales con más restos entre sus muros de edificios tardorromanos y visigodos. Tiene una torre construida sobre el antiguo alminar de la mezquita añadiendo un campanario, un patio con arcos árabes sobre un antiguo cementerio cristiano y en la nave central una pilastra única de época paleocristiana o visigoda con escenas de la vida de Cristo. 
  
Interior del Salvador. Wikipedia commons.Sharon Mollerus.

Wikipedia Commons. Sharon Mollerus.


La conversión en iglesia está asociada a otra leyenda. Esta nos sitúa en la Toledo del año 1145 cuando Doña Berenguela, esposa del Rey Alfonso VII, se encontraba paseando por las calles de Toledo. Se desató una enorme tormenta, buscando la reina refugio en esta iglesia, entonces mezquita principal. Se postró y rogó a Dios el fin de la tormenta. Al ser escuchadas sus súplicas el rey decidió consagrar el edificio para el culto cristiano. 

Desde la iglesia del Salvador partimos hacia la cercana iglesia de Santo Tomé. Esta iglesia fue edificada tras la reconquista de la ciudad por el rey Alfonso VI. Está construida sobre el solar de un antigua mezquita. Destaca su torre mudéjar con incrustaciones de cerámica vidriada. Esta iglesia es un sitio muy turístico por   albergar el magnífico y famoso cuadro del Greco, el entierro del Conde Orgaz, por lo que se ha separado la parte de la pintura del resto del templo. El cuadro, de estilo manierista, fue pintado por el Greco entre los años 1586 y 1588 y está considerado una de las mejores obras del autor. Narra el milagro ocurrido durante el entierro de Gonzalo Ruiz de Toledo, Señor de Orgaz. Es un cuadro de grandes dimensiones y muy colorido en el que se representan dos planos, el terrenal y el celestial. El Greco retrata en él a importantes personajes de la época y a él mismo y su hijo. El tener una audioguía para comprender todos los detalles de esta excepcional pintura nos ayuda a disfrutarla.

Wikipedia images.


Nos encaminamos después hacia la judería de Toledo, en dirección a la sinagoga de Santa María la Blanca. Este es uno de los edificios más conocidos y visitados de Toledo, de nuevo el llevar la pulsera nos evita hacer cola en la entrada. Fue construida en 1180 como sinagoga, tras unos doscientos años fue expropiada y transformada en iglesia, hoy funciona como museo o centro de actividades culturales. Es un edificio mudéjar con cinco naves separadas por pilares octogonales sobre los que descansan arcos de herradura. Hay un gran contraste entre su sobrio exterior y su elaborada decoración interior con motivos geométricos y vegetales. Aunque su nombre responde a su conversión en iglesia católica, nadie que la haya visitado dudará que le cuadra perfectamente.




Tras la visita y dado que es buena hora para reponer fuerzas, nos vamos a un restaurante cercano donde degustamos unas migas y perdíz estofada, estos junto con la carcamusa y la caldereta son los platos más conocidos de la gastronomía toledana, sin olvidar por supuesto los famosos mazapanes.

Después de comer nos vamos a visitar la Casa Museo del Greco. Este edificio es una recreación del domicilio donde vivió el Greco, ya que el original se encontraba a corta distancia, en lo que hoy es el parque del Tránsito. El museo nos ofrece una recreación de una casa de la época así como una amplia colección de pinturas del Greco y de sus discípulos. En los jardines hay  un acceso a una serie de interesantes cuevas y galerías asociadas a leyendas. Este edificio, aún no estando incluido en la pulsera, es gratuito en su visita los sábados por la tarde y los domingos. 

Después nos vamos a la cercana sinagoga del Tránsito, también llamada de Samuel ha_Levi, al ser este el responsable de su construcción. Samuel era un personaje de mucha influencia en la corte de Pedro I, al ser su tesorero. Esta gran influencia le permitió encargar la construcción de esta sinagoga y amasar gran fortuna, pero también conllevó muchas envidias. Al final las intrigas consiguieron hacer sospechar al rey, que mandó encarcelar a su tesorero, muriendo este en prisión. El edificio se construyó en el siglo XIV en estilo mudéjar. Destaca la gran sala de oración con su impresionante artesonado y frisos policromados en yeso decorados con motivos vegetales. También se ha conservado la galería de mujeres. Hoy en día alberga el museo sefardí.



Volvemos sobre nuestros pasos para visitar el monasterio de San Juan de los Reyes. Este edificio fue mandado construir por los Reyes Católicos tras la victoria de Toro. En un principio se destinó a ser el lugar de enterramiento de los Reyes, hecho que cambió al ser reconquistada Granada. Es un edificio de estilo gótico isabelino con un impresionante claustro. En su fachada exterior podemos ver una gran cantidad de grilletes colgados, estos representan a los esclavos cristianos que fueron liberados en la reconquista de Granada.



Fachada con grilletes en San Juan de los Reyes.

Puerta del Cambrón.



Desde el monasterio nos acercamos a la cercana Puerta del Cambrón, para después seguir hacia el Real Colegio de doncellas nobles. Este es uno de los edificios, a mi entender, menos interesantes de los incluidos en la pulsera. Es un edificio de estilo renacentista y barroco temprano con una portada de estilo barroco. Fue fundado en 1551 para acoger a jóvenes de pocos recursos y darles formación cristiana y humana. En su interior se encuentra el sepulcro del Cardenal Silíceo, fundador del colegio, en un mausoleo de mármol blanco y gris.

Desde aquí seguimos con intención de visitar la iglesia de los jesuitas, pero al llegar a la plaza de San Román nos llama la atención una iglesia. Esta es la iglesia de San Román que en la actualidad alberga el Museo de los Concilios y de la Cultura Visigoda. Construida en el siglo XIII en el lugar donde antes había una basílica visigótica y probablemente un antiguo edificio romano. En su interior, de planta basilical, hay tres naves separadas por arcos de herradura que apoyan en columnas visigodas y romanas con capiteles de procedencia visigoda. Tiene frescos de estilo románico combinados con decoraciones típicas mudéjares haciéndola, a mis ojos, un vivo ejemplo de la mezcla de culturas que hay en esta ciudad.




Nuestra última visita es la iglesia de los jesuitas también llamada de San Ildefonso. Es una iglesia de estilo barroco con una portada retablo de este mismo estilo. Lo más destacado de esta iglesia es la subida a la torre desde la que se obtienen unas impresionantes vistas de la ciudad de Toledo con el Alcázar y la Catedral a nuestros pies. 



Seguimos camino y decidimos abandonar la Toledo intramuros atravesando la magnífica puerta de Bisagra. 




Nuestra intención era finalizar nuestra visita conduciendo hasta el mirador del valle, en la carretera de circunvalación de Toledo, para ver el atardecer sobre la ciudad, pero el estar nublado y tener un buen trecho de vuelta a casa nos desmotiva para ello. 

Hemos disfrutado intensamente nuestra visita, Toledo es una ciudad que enamora y aunque nuestra ruta ha sido completa, sin duda es preferible contar con al menos un par de días para visitarla. Al disponer de solo un día no hemos podido ver edificios como el Alcázar, la Catedral o las interesantes cuevas de Hércules, también es bonito poder disfrutar la vista de Toledo desde sus miradores o poder callejear por sus calles al anochecer.

Toledo es una ciudad calurosa en verano, por lo que es aconsejable escoger una época en la que el calor no impida disfrutarla como se debe. Es también una ciudad con numerosas cuestas y un trazado que hace fácil perderse por lo que es mejor visitarla con un calzado cómodo.

Toledo dispone de una gran infraestructura turística y como parte de ella hay visitas guiadas gratuitas, algunas ofrecidas por el ayuntamiento y otras por el consorcio de la ciudad, de todas ellas os podéis informar en la oficina de turismo.

2 comentarios:

  1. Muy intwresante y práctico. Me has hecho recordar una hermosa época de mi vida. Y es cierto, subir a los miradores en primavera es una experiencia preciosa y saludable. Enhorabuena por tu buen trabajo.

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