domingo, 15 de octubre de 2017

Cádiz

La tacita de Plata.




Hoy hemos pensado ir al Puerto de Santa María y desde  allí coger el catamarán  que enlaza con el centro histórico de Cádiz. Llegamos al Puerto desde Sanlucar de Barrameda. En la avenida de Bajamar, un poco antes del embarcadero, aparcamos en un parking en el que puedes dejar el coche hasta 24 horas por 3 euros. Cogemos el catamarán  ( www.catamaranbahiacadiz.es ) y en unos 40 minutitos estamos en Cádiz, ya desde el barco tenemos la primera imagen de la ciudad.



Entramos en el centro histórico por la Plaza de San Juan de Dios y  esta  primera visión de la ciudad me parece muy bonita, luminosa, justo lo que esperaba de Cádiz. En esta plaza encontramos el edificio del Ayuntamiento y la iglesia de San Juan de Dios.





Desde allí nos dirigimos a la plaza de la Catedral,  donde nos decidimos a subir a su torre para disfrutar de las bonitas vistas de Cádiz.  Tras la subida a la Torre visitamos la Catedral. La entrada de la Torre y la Catedral son 5 euros cada adulto y los niños gratis e incluye una audioguia.  Nos resulta también muy interesante la visita a su cripta.




Vista de Cádiz desde la torre de la Catedral.


Cripta de la Catedral.


La Catedral de Cádiz  se denomina ” Santa Cruz sobre el mar” o Santa Cruz sobre las Aguas”  y es también conocida por los gaditanos como la Catedral Nueva, en contraposición de la Vieja, edificada en el S.XVI  y que en la actualidad cumple las funciones de iglesia parroquial. La catedral se comienza  a construir en 1722, en estilo Barroco y es terminada en estilo neoclásico en 1838 .



Después de  la visita seguimos en dirección hacia la Plaza de las Flores, allí está la freiduría de las flores, muy popular entre los gaditanos, nos ponemos las botas de pescaito frito. Tras la comida decidimos perdernos sin rumbo por el entramado de callejuelas de alrededor y acabamos en una bonita plaza llamada de la Candelaria.  Desde allí nos dirigimos a ver el Gran Teatro  Falla, solo por fuera porque está cerrado.



Seguimos nuestro camino hacia el parque Genovés. Tras un ratito de relax en este bonito parque, que es a su vez jardín botánico, nos vamos bordeando el mar hasta el baluarte de la Candelaria para volver después sobre nuestros pasos y dirigirnos al Castillo de Santa Catalina, que es de entrada libre.

Parque Genovés.




Castillo Santa Catalina.


El castillo de Santa Catalína  se construyó para proteger la ciudad tras el saqueo anglo-holandés del año 1596. Felipe II envío a Cádiz al ingeniero Cristóbal de Rojas para realizar este proyecto defensivo, se decidió su emplazamiento en la caleta de Santa Catalina para defender así uno de los frentes más vulnerables del borde marítimo.

 El castillo constituye una importante muestra de  arquitectura militar y ha llegado hasta nuestros días sin graves alteraciones. Su  planta  es estrellada y tiene dos frentes claramente definidos, uno constituido por tres baluartes de planta triangular asentado sobre la playa y otro abierto a la ciudad dónde se sitúa la única puerta del recinto, protegida por dos baluartes y un foso que regulaba su nivel de agua mediante esclusas. Un puente da acceso a la  puerta en la que una inscripción conmemora la conclusión de la obra, durante el reinado de Felipe III. En su interior los distintos pabellones se distribuyen en torno al patio de armas, que está porticado en dos frentes, mientras en el tercero se ubica la capilla de Santa Catalina, levantada en 1693.

Castillo Santa Catalina (wikipedia commons.Emilio J. Rodriguez)


Interior Castillo Santa Catalina.

Actualmente la fortaleza se ha convertido en un gran espacio cultural que incluye salas de exposiciones, talleres para escolares, talleres artísticos y artesanales, además de la celebración de conciertos y actividades veraniegas en el patio de armas.

 Desde allí bajamos hasta la playa de la Caleta donde hacemos un alto en el camino y disfrutamos de las vistas del antiguo balneario.




Poco antes de la puesta de Sol  nos vamos hasta la Catedral, de nuevo disfrutando de un hermoso paseo en el que vemos como la luz del atardecer ilumina la fachada del edificio.








 Nos dirigimos de nuevo hacia el puerto para coger el barco que nos llevará hasta el Puerto de Santa María. Durante el trayecto vemos como los últimos rayos del Sol dibujan un bello paisaje con la ciudad de Cádiz como fondo de escenario.





En el Puerto de Santa Maria nos han recomendado ir al Romerijo para cenar. Es un bar que funciona también como cocedero de marisco y freiduría. Puedes comprar el marisco y el pescaíto frito y te lo tomas en las mesas del bar u ordenarlo directamente a los camareros.  Nos decidimos por unas gambas blancas, unas cigalas y langosta, acompañadas de un rebujito. Tras la cena nos damos un paseo por el puerto, por los alrededores de la Ribera del Marisco está muy ambientado. Uno de los edificios que más nos llama la atención es el Castillo de San Marcos, evidentemente cerrado a estas horas pero que puede que visitemos otro día porque el exterior es muy llamativo. La verdad es que el Puerto de Santa María me sorprende con muchos edificios dignos de visitar.

Tras la jornada nos vamos de nuevo a Sanlucar a descansar.

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