Nos decidimos por Bélgica para pasar el Puente del Pilar. En esta ocasión no fue un viaje en familia sino que fuimos tres amigas las que nos dispusimos a explorar este país. Nuestro destino fueron las ciudades de Bruselas, Brujas y Gante.
Llegamos a Bruselas en un vuelo nocturno, por lo que contratamos un transporte hasta nuestro hotel. Reservamos dos noches en el hotel Esperance, un tres estrellas muy céntrico y con buenas opiniones. Al llegar al hotel nos dicen que está completo y nos derivan hasta unos apartamentos que tienen en la calle de enfrente, ya habíamos leido en internet que esto podía ocurrir, pero la verdad es que el apartamento era espectacular, muy nuevo y bien decorado, así que el cambio fue a mejor.
Al dia siguiente nos levantamos llenas de energía para visitar la capital de Europa. Iniciamos nuestra ruta desde el Palacio de la Bolsa, desde donde nos dirigimos a la Grand Place.
Llegamos a la Grand Place, considerada una de las mas bellas plazas del mundo, a mi entender con motivo. Esta plaza ha sido testigo de históricos acontecimientos, tanto alegres como trágicos, siendo lugar de algunas ejecuciones. Hoy es el centro de vida cultural y festiva y acoge la instalación en su centro de una inmensa alfombra floral en agosto de cada año par. En la plaza destacan por su porte y belleza la fachada del ayuntamiento, la casa del Rey, la mansión de los duques de Brabante y las casas gremiales.
El ayuntamiento es un edificio de estilo gótico con una torre de 96 metros de altura, el edificio es asimétrico, ya que la torre no se encuentra exactamente en el centro, la parte izquierda es ligeramente diferente de la derecha. Cuenta la leyenda que el arquitecto que lo diseñó se suicidó tirándose de lo alto de la torre tras darse cuenta de ese error. La realidad es que ambas partes no fueron construidas a la vez.
En uno de los soportales encontramos la estatua de Everard t´Serclaes, ciudadano de Bruselas famoso por liberar la ciudad en la guerra de sucesión del Ducado de Brabante. Se le acaricia la mano para tener suerte y volver a Bruselas.
Palacio de la Bolsa. |
Llegamos a la Grand Place, considerada una de las mas bellas plazas del mundo, a mi entender con motivo. Esta plaza ha sido testigo de históricos acontecimientos, tanto alegres como trágicos, siendo lugar de algunas ejecuciones. Hoy es el centro de vida cultural y festiva y acoge la instalación en su centro de una inmensa alfombra floral en agosto de cada año par. En la plaza destacan por su porte y belleza la fachada del ayuntamiento, la casa del Rey, la mansión de los duques de Brabante y las casas gremiales.
Casas gremiales ala oeste de la Grand Place. |
Mansión de los duques de Brabante. |
El ayuntamiento es un edificio de estilo gótico con una torre de 96 metros de altura, el edificio es asimétrico, ya que la torre no se encuentra exactamente en el centro, la parte izquierda es ligeramente diferente de la derecha. Cuenta la leyenda que el arquitecto que lo diseñó se suicidó tirándose de lo alto de la torre tras darse cuenta de ese error. La realidad es que ambas partes no fueron construidas a la vez.
Fachada del ayuntamiento. |
En uno de los soportales encontramos la estatua de Everard t´Serclaes, ciudadano de Bruselas famoso por liberar la ciudad en la guerra de sucesión del Ducado de Brabante. Se le acaricia la mano para tener suerte y volver a Bruselas.
Desde allí nos dirigimos a visitar el Maneken Piss. Es una estatua de bronce de unos 50 cm situada en el centro histórico de Bruselas. Representa a un niño pequeño desnudo orinando dentro del cuenco de la fuente. Junto al Atomium es uno de los símbolos de la ciudad y una de las atracciones turísticas principales. Creado en 1388, han sido muchas las ocasiones en las que han intentado robarlo, hasta que un exconvicto se hizo con él, con gran consternación de los habitantes de Bruselas. En 1619 se colocó una copia que se ha mantenido hasta la actualidad. Son muchas las leyendas sobre su simbolismo, unas hablan de un niño que apagó de esta manera la mecha de un incendio, otras hablan de un niño que orinó en la fachada de una bruja que lo transformó en estatua. Sea cual sea su origen, esta estatua es muy querida en Bruselas. En 1698 un gobernador le regaló el primer traje y desde entonces cada presidente de gobierno que visita Bruselas le regala uno. Hay un museo en la Casa del Rey, en la Grand Place, donde se pueden ver estos trajes.
En el camino vemos un graffiti sobre Tintín, Bruselas es sin duda la ciudad del cómic y Tintín uno de sus personajes principales. Hay un museo del cómic y una ruta por los más de cuarenta murales pintados sobre fachadas de edificios.
Visitamos a continuación la Iglesia de la Chapelle, esta es una iglesia católica situada en el barrio de Marolles, construida en el siglo XIII en un estilo gótico brabantino.
Proseguimos hacia la Porte de Hal, una de las antiguas puertas a la muralla de Bruselas. Desde la Edad Media y hasta el siglo XIX Bruselas tuvo una muralla de ocho kilómetros. Hoy solo queda una de las siete puertas y es esta. Porte de Hal fue conservada porque era utilizada como prisión. Hoy en día alberga los Reales Museos de Arte e Historia. Cerca de esta puerta hay un obelisco regalo de la Xunta de Galicia a los peregrinos que inician aquí el Camino de Santiago.
Porte de Hal |
El barrio de Les Marolles está lleno de tiendas de antigüedades y de camino a la Porte de Hal nos encontramos con un mercadillo al más puro estilo "el rastro" de Madrid en mitad de una Plaza.
Nos vamos luego en dirección al Palacio de Justicia, en el camino visitamos la Plaza del Sablón, donde vemos otro mercadillo, este de antigüedades, delante de la Iglesia du Sablon, donde se rodaron escenas de Los Pilares de la Tierra.
La Place du Petit Sablon está rodeada de 48 esculturas de bronce que representan a los antiguos gremios medievales.
Desde el Palacio de Justicia paseamos hacia el Palacio Real, que no visitamos y fuimos en dirección a la Catedral. En el camino encontramos el Museo de instrumentos musicales, es un edificio de estilo modernista que alojaba en su origen los almacenes Old England. Es obra del arquitecto Paul Saintenoy, quien lo construyó de acero forjado y vidrio. En su interior hay un café donde se puede disfrutar de unas hermosas vistas de Bruselas.
La Place du Petit Sablon está rodeada de 48 esculturas de bronce que representan a los antiguos gremios medievales.
Centro de la Plaza Petit Sablon. |
Estatuas gremiales en Petit Sablon. |
Desde el Palacio de Justicia paseamos hacia el Palacio Real, que no visitamos y fuimos en dirección a la Catedral. En el camino encontramos el Museo de instrumentos musicales, es un edificio de estilo modernista que alojaba en su origen los almacenes Old England. Es obra del arquitecto Paul Saintenoy, quien lo construyó de acero forjado y vidrio. En su interior hay un café donde se puede disfrutar de unas hermosas vistas de Bruselas.
La Catedral de San Miguel y Santa Gúdula, es una catedral de estilo gótico que comenzó a construirse en 1226, siendo el coro el inicio de la construcción. La nave y el transepto son de los siglos XIV y XV. La fachada gótica de lineas verticales contiene dos torres y carece de rosetón, data de los años 1470-1485. En 1962 pasó de colegiata a catedral por la creación de la diócesis de Malinas-Bruselas. En 1991 comenzaron las obras de restauración que descubrieron restos de una cripta románica en la antigua colegiata. La entrada es gratuita como el resto de las iglesias de Bruselas.
Tras comer por el centro deleitándonos con unas cervezas belgas y sus famosos mejillones, entre otras exquisiteces, cogemos un tranvia para ir hasta Heysel, donde se encuentra el Atomium. La figura del Atomium se impone en el horizonte, es una estructura de 102 metros de altura construida para la Exposición Universal de 1958. Representa un cristal de hierro aumentado 165 mil millones de veces, formado por nueve esferas de acero, la esfera superior tiene un restaurante y el resto de las esferas albergan diversas exposiciones. El precio de la entrada es 12 euros por adulto y 6 para los niños. Nosotras no lo visitamos en su interior. No muy lejos está el parque Laeken, donde se encuentran el Pabellón chino y la Torre Japonesa, como queríamos visitar el barrio europeo optamos por dejar esta visita para una próxima ocasión.
Tras la visita al Atomium volvemos a coger el tranvia en dirección al barrio europeo para visitar el Parlamento Europeo, desde donde volvemos a la Grand Place para ver la iluminación nocturna.
Terminamos el día en la rue des Boucheres, repleta de restaurantes y cervecerías, aquí está la versión niña del Maneken Piss, Jeanneke pis, situada en un discreto callejón.
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